Perdió la mitad de su cuerpo pero no las ganas de vivir y ver crecer a sus hijos
Asegura que amor pos su esposa e hijos le da las fuerzas para seguir luchando

(CRHoy.com). – "Estaba inconsciente desperté y grité ‘Dios no me va a dejar morir', lo curioso de esto es que yo era ateo antes de que pasara el accidente".
El 2 de mayo del 2019, marcó un antes y un después en la vida de José Alberto Rojas y su familia. Este vecino de Pueblo Nuevo de Zarcero, despertó esa mañana como cualquier otra, desayunó, se despidió de su esposa y salió a trabajar.
José tiene 29 años, está casado con Marianela desde hace 8 y tienen 3 hijos que aunque no llevan su misma sangre, son su principal motor en la vida.
La mañana de ese jueves 2 de mayo, mientras José trabajaba como recolector de basura sufrió un accidente que le provocó la pérdida de ambas piernas, la mitad de la cadera, el pene y un testículo.
"Estaba lloviendo, cuando yo intenté subirme, el chofer jaló el camión y yo me resbalé… Me fui de espaldas, di vueltas y mis dos piernas quedaron prensadas, me pasó por encima la primera y la segunda piña (de llantas del camión). Yo solo sentía como si estuviera un montón de gente sentada sobre mí y me acuerdo que el chofer y mi compañero lloraban", contó.
José logró mantenerse consciente, con las pocas fuerzas que le quedaban clamó por la ayuda de sus compañeros para poder liberarse de las llantas, pues le estaban prensando la cadera. Posterior a eso fue trasladado de emergencia a la clínica de Zarcero.
Tras ser estabilizado, fue remitido al Hospital de San Ramón, pero debido a la gravedad e sus lesiones fue trasladado vía aérea al Hospital México y después al Hospital del Trauma.

Ganas de vivir
Tras nueve días intubado, en coma inducido, más de 8 cirugías y menos de 20% de probabilidades de sobrevivir, José decidió que era momento de "agarrarse de la mano de Dios" y convertir el amor por su esposa, hijos y su padre en su impulso para afrontar la batalla.
Además del dolor generado por el accidente, José cuenta que esta experiencia sirvió para darse cuenta de quiénes realmente lo amaban y apoyaban, pues varios miembros de su familia cercana le dieron la espalda.
"Mi papá llegó al hospital, yo lo vi y sentí que volvía a tener 7 u 8 años en ese momento. Él llegó y me dijo ‘Mi amor ¿Qué necesita?‘, yo le dije que solo quería un abrazo y su respuesta fue: para usted, los que sean", dijo.
Tras esa conversación, entró al quirófano y afortunadamente la operación fue exitosa. Luego vino un proceso de recuperación de 4 meses en el Hospital del Trauma.
"En esos 4 meses y 2 días me llevé muchas decepciones, mucho dolor, pero salí de ese hospital por mis hijos, por mi esposa y mi papá. Me acordé de ellos y me propuse que a mis hijos nadie los iba a criar, solo yo, y no iba a dejar a mi esposa sola. Empecé a ponerle ganas, a tener buenos pensamiento y logré hacerlo", comentó.
Ahora, José sigue manteniendo el optimismo y desea seguir siendo un ejemplo para sus hijos, para enseñarles que es posible superar las adversidades y llegar a convertirse en lo que deseen ser.
"Lo que más me importa son mis hijos, que ellos siempre sepan que tienen a alguien que los quiere, los cuida. He tenido que aprender a vivir con esto, para enseñarle a mis hijos que si yo pude salir adelante con este accidente, ellos también pueden con lo que quieran", manifestó.
Esta familia vive en una pequeña vivienda propiedad del padre de José, quien a sus 79 años ha tenido que asumir la mayoría de los gastos. La casa no cuenta con las condiciones necesarias para José, que además sueña con algún día contar con un hogar propio.
Si usted puede colaborar con esta familia, puede comunicarse con ellos al 8855-6055, ellos les estarán muy agradecidos.