Tecnología por sí sola no es suficiente para mejorar educación

Dotar a los centros educativos con las últimas herramientas y aparatos tecnológicos, no es suficiente para actualizar al sistema educativo si los docentes no cuentan con la formación y conocimientos necesarios para implementarla de manera adecuada.

El uso adecuado de la tecnología en las prácticas de aula representa una de las principales estrategias para mejorar el rendimiento académico de los estudiantes, sin embargo si esta no viene de la mano de una apropiación correcta, los esfuerzos pueden ser inútiles.

De acuerdo con Claudia Limón, experta mexicana en el tema, la tecnología por sí misma no es la encargada de marcar una buena o mala práctica pedagógica, sino es el uso que se le da.

"Yo puedo utilizar la última tecnología pero con un modelo educativo arcaico. Si yo dentro de mi práctica no estoy favoreciendo el pensamiento crítico, la solución de problemas y utilizo la tecnología solo para consumir realmente nunca vamos a conseguir los resultados y seguiremos bajo esta misma línea", indicó la experta.

Incluso el Sexto informe del Estado de la Educación advierte que los docentes ticos muestran niveles bajos de aprovechamiento de tecnologías y muy poco uso de las llamadas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).

"La tendencia es a tener una visión limitada del potencial de estas tecnologías en cuanto a los usos que más interesan a los estudiantes y su aprovechamiento para articular mejor lo que hacen con ellas dentro y fuera del aula", apunta el informe.

Docentes son clave

En 1988 Costa Rica tomó la decisión de incluir TIC en los centros educativos públicos para contribuir al desarrollo de las habilidades de los estudiantes, sin embargo a pesar de que los esfuerzos por ampliar el acceso han sido importantes, persisten grandes desafíos en esta materia.

"Uno de ellos es ampliar y mejorar la conectividad a internet, en 2016 se registraron 6.088 conexiones de la cuales 63,6% dispone de una velocidad que no supera 5 MB", establece el informe.

De igual forma, Limón señaló que cada docente debe hacer un diagnóstico sobre lo que su práctica pedagógica puede aportar a los estudiantes, antes de pensar en que puede promover las tecnologías

"El docente no debe tener miedo, primero debe darse cuenta que le falta pedagógicamente, y cuáles son los elementos críticos que debería cambiar… Busquemos actividades donde el alumno produzca y no consuma, cada vez somos más consumistas de la información sin analizar lo que pasa. Tratamos de que el alumno busque, analice y produzca una solución a un problema real", aseguró.

Durante todo el proceso educativo el estudiante está condicionado por el profesor, ya que depende de las actividades que fomente en sus prácticas dentro o fuera del aula, razón por la cual es fundamental el papel protagónico que estos cumplen.