Medidas buscan acabar con xenofobia en centros educativos
El protocolo se encuentra en fase de diagramación

Objetivo es convertir a los centros educativos en espacios libres de discriminación y violencia. Imagen con fines ilustrativos (MEP)
(CRHoy.com) Unos 40 mil estudiantes de distintas nacionalidades asienten regularmente a las aulas ticas, sin embargo, algunos de ellos han sido víctimas de discriminación por su cultura, religión o raza.
Por este tipo de situaciones el Ministerio de Educación Pública (MEP) alista un protocolo contra la discriminación de estudiantes de otras nacionalidades que permita guiar a los centros educativos a una pronta solución ante un caso de este tipo.
De acuerdo con Katia Grosser, directora de Vida Estudiantil, el protocolo se encuentra en fase de diagramación, por lo tanto, podrá ser conocido por docentes y estudiantes en las próximas semanas.
"Está por salir y es para la prevención de violencia xenofóbica. Nosotros somos un país que está acogiendo gran cantidad de migrantes y a veces somos muy hostiles con esta población que en ocasiones viene en situación de mucha vulnerabilidad", indicó.
Grosser también manifestó que la cifra de estudiantes migrantes es representativa, sobre todo por la crisis de países como Nicaragua y Venezuela.
"Nosotros tenemos la obligación de recibirlos en nuestros centros educativos e independientemente de su estatus legal, brindamos toda la protección y los incorporamos", agregó.
Directriz
Como parte de estas medidas para convertir a las escuelas y colegios en espacios libres de violencia y discriminación, en agosto del año anterior, el MEP firmó una directriz que declara "el más absoluto repudio a toda manifestación que llame al odio o a la violencia contra poblaciones de distintas nacionalidades que habitan temporal o permanentemente en nuestro país".
En cuanto a procesos de matrícula y evaluación de estudiantes provenientes de un sistema educativo distinto al costarricense, la directriz recapitula los reglamentos vigentes para esas situaciones y detalla cómo deben proceder los directores de escuelas y colegios en cada caso.
Por ejemplo, si una persona migrante no cuenta con documentos para probar el nivel educativo que tiene o el último grado que cursó, su matrícula se definirá tomando en cuenta su edad y mediante la aplicación de pruebas especiales de ubicación que contemplen los objetivos y contenidos del programa de estudios del último año que afirme haber cursado y aprobado.