La gastronomía evoluciona, y con ella, la forma en que entendemos la alta cocina. Si en la primera parte celebrábamos el propósito y la precisión, esta segunda entrega reconoce algo igual de importante: la madurez. Los restaurantes que aparecen aquí no solo dominan la técnica, también saben cuándo contenerse, cuándo arriesgar y cuándo dejar que el producto hable sin artificios. Son espacios donde la creatividad no es capricho, sino una herramienta para contar historias; donde la experiencia no se mide por la cantidad de pasos, sino por la coherencia del recorrido.
En esta segunda parte reunimos 10 proyectos que confirman que el fine dining en Costa Rica está en un momento sólido, ambicioso y profundamente personal. Restaurantes que no buscan compararse con nadie, que caminan con identidad propia y que demuestran que la alta cocina también puede ser íntima, sensible y sorprendente. Aquí continúa la lista de lo mejor del país: lugares que cocinan con intención, con emoción y con absoluta convicción de lo que quieren decir en cada plato.
Restaurantes en esta guía

Furca — Chef Marco Leiva
Una cocina de producto donde la madurez técnica y el respeto por el ingrediente elevan cada plato sin necesidad de artificios.
Un clásico que se ha sostenido en el tiempo gracias a una propuesta refinada, cálida y siempre consistente.
El fine dining más íntimo en una de las montañas de Escazú, donde el menú se vive como una conversación entre técnica, vino y creatividad.

Tucanes — Chef Saúl Umaña
Alta cocina inmersa en naturaleza, con un enfoque que combina elegancia, sostenibilidad y sabor en perfecto equilibrio.

Road Less Traveled — Chef Gilberto Briceño
Una experiencia culinaria introspectiva, audaz y guiada por la sensibilidad del chef hacia el entorno y la temporalidad.

San Lucas Treetop Dining — Chef Daniel Hernández:
Un menú degustación en las alturas que convierte la gastronomía en una vivencia sensorial, íntima y profundamente conectada con Monteverde.
Enfocado en poner en el mapa la riqueza culinaria del sur de Costa Rica, Marlon mezcla ingredientes locales con técnicas antiguas reinventadas desde una mirada contemporánea, creando una propuesta que honra origen y modernidad a la vez.
La voz más seria y respetuosa de la gastronomía indígena costarricense, donde cada plato es identidad, memoria y territorio.

Silvestre — Chef Santiago Fernández Benedetto
Santiago es uno de los chefs con más talento y habilidad para llevar un concepto hasta el plato, siempre inspirado por la influencia y la cultura costarricense, que interpreta con precisión, sensibilidad y una identidad marcada.

Villa Deevena — Chef Patrick Jamon
Un destino gastronómico en playa Negra donde la técnica francesa y la frescura local se encuentran en platos honestos, elegantes y llenos de carácter.





