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Corazón Contento

Por Diengo Chou | 18 de Nov. 2025 | 1:08 pm
Corazón Contento
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9.3
Rohrmoser, San JoséVer en mapa

Introducción:

Corazón Contento no nació de una fórmula, sino de una pregunta: ¿cómo se ve una cocina que recuerda, experimenta y se permite sentir?

Detrás de ella está Paulina Acuña, pastelera con alma de zaguate, curiosa, libre, sin fronteras, que mezcla herencia italiana, identidad latina y técnica contemporánea para crear postres que se piensan tanto como se disfrutan.

Formada entre ferias, viajes y talleres, y acompañada por Humberto, director de investigación y técnica, el proyecto toma la pastelería como un lenguaje para explorar las emociones. Aquí, la fruta tiene la misma dignidad que una proteína; la textura vale tanto como el sabor; y el error no se corrige, se abraza. Inspirados por el espíritu experimental de Mugaritz, pero con la calidez del trópico, Corazón Contento hace lo opuesto al dogma: cocina para provocar, no para complacer.

Cada creación —ya sea un helado de fresa inspirado en la abuela de Paulina o un carpacho de guanábana con alma cárnica— busca equilibrio entre técnica y ternura. Es pastelería que no pretende ser perfecta, sino honesta. Que se atreve a jugar con lo imposible y hacerlo sentir bien.

Ambiente:

El espacio de Corazón Contento en Rohmoser es una extensión de su filosofía: cálido, imperfecto y profundamente humano.

Los colores son latinos, pero atenuados, alegres sin gritar, con pinceladas que evocan lo cubano nórdico: contraste, calma y ritmo. El diseño, a cargo de Leonardo Ureña, se sostiene sobre un principio claro: comodidad con intención. Nada es gratuito. Todo tiene un porqué, desde la paleta de Benjamin Moore hasta la forma circular del logo, donde las cuatro "O" esconden un corazón.

Corazón Contento tiene dos almas que se complementan: La Ventanita, casual, luminosa, casi callejera, pensada para pasar y sonreír. Y El Salón Azul, íntimo, técnico, reflexivo; un espacio donde el tiempo se ralentiza y la sobremesa se convierte en conversación.

La estética acompaña la experiencia: uniformes de Muss Muss, producción local, materiales que envejecen con gracia. Nada busca sorprenderte de golpe, sino invitarte a acercarte. Porque ese es el espíritu del lugar: la creatividad que se puede tocar, el diseño que se deja habitar, la comida que se siente como casa.

En Corazón Contento no hay perfección, hay vida. Y eso, justamente, es lo que lo hace tan especial.

Qué pedir:

Gelato de sésamo: Un gelato para quienes disfrutan experimentar. Elaborado con una mezcla de semillas de sésamo blancas y negras, combina los aromas delicados de las primeras con la intensidad profunda de las segundas.

Gelato de dulce de leche: Un clásico inspirado en el dulce de leche argentino. Dulce, equilibrado y tan bien logrado que es imposible dejar de comerlo.

Pavé de yuca: Finas capas de yuca con textura crocante, combinadas con un toque fresco de limón. Perfecto para quienes buscan una boquita salada además de la oferta de gelato que ofrece el negocio.

 

 

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