Introducción:
Cense es Escazú contado desde la mesa.
Un guiño al "cense" dentro de costarricense, pero también a esa dualidad que define la zona: ciudad y naturaleza, ritmo y calma. Desde el Hyatt Centric San José Escazú, este espacio celebra lo esencial, lo sensorial, lo que se siente más que lo que se muestra.
La propuesta gastronómica está dirigida por Kevin Charpentier, quien traduce ese equilibrio en una cocina contemporánea, precisa y profundamente sensorial. Su visión combina producto local con técnica global, explorando contrastes sin perder el alma costarricense. Cada plato nace desde el respeto al ingrediente y la intención de provocar sin exceso.
Pero Cense también tiene un reto mayor: ser el corazón gastronómico del hotel. Desde la misma cocina salen los desayunos incluidos, que mantienen el estilo y la elegancia del restaurante, el servicio a la habitación y la propuesta culinaria principal. Todo debe funcionar como una orquesta en movimiento: coordinada, precisa y con un mismo lenguaje de sabor. Y lo logra. Porque en Cense, cada servicio, sin importar la hora, mantiene su ritmo, su carácter y su clase.
En CENSE, el sabor es pensamiento hecho de sabores y texturas.
Ambiente:
El ambiente de Cense nace del interior.
El diseño no busca imitar el paisaje, sino evocarlo: materiales naturales, luz cálida, piedra, madera y una paleta de tonos neutros que recuerdan la tierra y la montaña sin necesidad de verla. Es un espacio que transmite serenidad, equilibrio y elegancia sin rigidez.
Durante el día, la luz se mueve entre mesas y aromas de café, creando una energía serena y acogedora. Al caer la tarde, el ambiente se transforma: la iluminación baja, el ritmo se desacelera, y la experiencia se vuelve más íntima. Todo en Cense está pensado para acompañar, no para distraer. Es un espacio que se habita con calma, donde el diseño y la gastronomía dialogan con sutileza, reflejando la esencia de Escazú desde adentro hacia afuera.
Qué pedir:
Tiradito de corvina: un plato que seduce primero con la vista y termina conquistando con equilibrio y frescura. Creatividad con propósito, donde la belleza nunca compite con el sabor.

Albóndigas con cebolla: carne de res servida con espuma de cebolla, cebollas crujientes y ceniza elaborada con sus propias cáscaras. Un plato que rinde homenaje a un ingrediente esencial y al mismo tiempo abraza la filosofía de cero desperdicio, transformando cada parte en sabor y sentido.

Costilla de res con salsa de olla de carne: cocción lenta, textura perfecta y una salsa que rinde homenaje a la cocina tica desde la elegancia.

Tarta de chayote: este postre nació inspirado en el clásico pastel de piña de McDonald's. Al chef Kevin se le ocurrió recrear esa misma textura utilizando un ingrediente local: el chayote. ¿El resultado? Una delicia inesperada que demuestra cómo la creatividad puede transformar lo cotidiano en algo memorable.



