“El Chamuko”: la garganta ardiente que de repente se quedó sin voz
BLOGUERO Y PREMIO NACIONAL DE CULTURA DICE QUE PERSONAJE EVIDENCIÓ SU AFINIDAD POR EL EXMAGISTRADO INVOLUCRADO EN ESTE CASO, CELSO GAMBOA

Captura de los tuits que anunciaban el cierre de las cuentas, en octubre pasado (Captura).
Desde peleas callejeras en el centro de San José, hasta supuestas irregularidades de funcionarios públicos.
Las cuentas en redes del personaje "El Chamuko" y "El Infierno en Costa Rica" fueron la voz de quienes lo buscaron para exponer sus problemáticas y hacer denuncias. Al mismo tiempo, se convirtieron en un megáfono que llegó a delimitar -en muchos casos- los temas de los que se hablaba.
Sus polémicas publicaciones rayaban en lo violento, en el delito, la corrupción, la irregularidad. Con o sin fundamento, desde las redes sociales de "El Chamuko" se señaló a personas e instituciones por igual y a todos los mandaba a que se fueran al infierno…
Sin embargo, hubo un tema en el que su postura cambió. Cuando los medios de comunicación avanzaban con las publicaciones sobre el cementazo, este personaje buscó desacreditarlas, tratándolas de exageradas… Y de repente desapareció.
Meses después, los tres Poderes de la República eran allanados por este caso, la Fiscalía General de la República cambiaba de mando y, por primera vez en la Segunda República un magistrado supuestamente ligado con el caso, Celso Gamboa, era cesado de su puesto.
En medio de todo lo anterior, se dio la salida de "El Chamuko" de las redes y el tema se convirtió en blanco de fuertes críticas. Mientras decía que sus cuentas dejarían de funcionar, los detalles sobre el cementazo iban subiendo de tono.
Muchos aseguraron que El Chamuko era un personaje creado o manejado por Celso Gamboa, quien precisamente estaba en medio de todo el escándalo. Uno de ellos fue el periodista Cristian Cambronero, quien aseguró que "con el cementazo, el Chamuko no hizo fiesta; guardó silencio. Para terminar de atizar el fuego, su compadrazgo con Celso Gamboa ha sido evidente en la red desde hace años. Está claro que, como en el circuito judicial, en Cuesta de Moras, y en Zapote, Celso tenía en el infierno un servil porrista".
De denuncia ciudadana a tinte político
Esteban Mora, analista y estratega digital, asegura que el éxito de la plataforma del Chamuko se basó en la novedad. Diez años atrás las cuentas desde las que se hacían denuncias de tales magnitudes eran escasas, así que el personaje se aseguraba que no tenía competencia. Poco a poco la cantidad de seguidores aumentó.
El inicio del proyecto estaba caracterizado por la denuncia ciudadana. El final del mismo, según Mora, se vio marcado por la interferencia de "tintes políticos".
Si bien la cuenta de Twitter mantiene cierta actividad, según Mora es irrelevante y perdió la esencia. "El Chamuko no evolucionó. Cayó en la irrelevancia porque seguro su segundo propietario (de la marca "El Chamuko") no supo trabajar el concepto. El objetivo ya no era defender al pueblo, sino que tenía un fin muy específico de tintes políticos", explicó Mora.
Las identidades de los dueños y administradores del Infierno manejado por El Chamuko nunca han trascendido. En entrevistas y reportajes con identidad protegida, los dueños indicaron ser funcionarios públicos. El anonimato, indicaron, se justificaba por motivos de seguridad.
"Yo creo que El Chamuko nació con un espíritu que es bien distinto al espíritu con el que se movió. Inicialmente se trataba mucho de denuncias relacionadas con instituciones públicas, con el quehacer gubernamental; terminó involucrándose en discusiones del más alto nivel de la política costarricense desde una perspectiva muy de la especulación, el chisme y de la información no comprobada", comentó Cristian Cambronero, ganador del Premio Pío Víquez del 2009.
Sin autoría

Imagen de "El Chamuko".
El anonimato siempre fue la consigna de "El Chamuko". Sin embargo, cuando se anunció el cierre surgió el rumor de que el mismo magistrado Gamboa, involucrado en el cementazo, estaba detrás de estas cuentas.
"("El Chamuko") Terminaba siendo como una especie de articulador en pro de algunos personajes (…) Este mito urbano que se creó de relacionar a Celso Gamboa con "El Chamuko" nace de ahí. Hay una serie de coincidencias entre las opiniones favorables que hacía el personaje anónimo y los distintos momentos del quehacer político, dentro de la función pública, del exmagistrado Gamboa", añadió Cambronero.
El rumor se movió en redes. En un tuit del 2 de octubre del 2017, el bloguero Diego Delfino escribió: "Celso Gamboa dijo que él no es El Chamuko. Según sondeos informales le creyeron su mamá, Juan Carlos Bolaños, Carlos Chinchilla y Jorge Chavarría. Ampliaremos". Horas después, se anunció el cierre de estas redes. Se consultó a Delfino sobre información que relacione las cuentas con Gamboa, pero prefirió no referirse.
Celso Gamboa dijo que él no es El Chamuko. Según sondeos informales le creyeron su mamá, Juan Carlos Bolaños, Carlos Chinchilla y Jorge Chavarría. Ampliaremos.
— Diego Delfino (@diegodelfinocr) 3 de octubre de 2017
Anonimato: arma de doble fijo
Guiselle Boza, coordinadora del Programa de Libertad de Expresión de la Universidad de Costa Rica (UCR), indicó que el anonimato en redes sociales es un derecho que se debe proteger, pues en países reprimidos se convierte en un herramienta esencial para la publicación de datos y el ejercicio de la libertad de expresión.
En Costa Rica -dice ella- la realidad es diferente.
"En una sociedad como la nuestra, en la que todavía gozamos de un modelo muy liberal, donde no hay graves amenazas del Estado al ejercicio de la libertad (…) yo pienso que muchas veces el anonimato sirve para encubrir lesiones a derechos personalísimos de algunas personas. Podría ser la forma en que yo trato de evitar ser sancionado o perseguido por delitos".
"Deberíamos aprovechar el anonimato en entornos en que las personas pueden ser perseguidas, vulneradas o restringidas en el ejercicio de la libertad de expresión", añadió Boza.
Sin embargo, alertó, en caso de existir denuncias, las autorías deben ser investigadas, con el fin de encontrar al responsable de la difusión informativa.
¿Dónde está El Chamuko? Parece que esta vez sí se fue al infierno…
¿Qué habrá pasado con el Chamuko. Su desaparición coincide con el inicio del escándalo del Cementazo.
— Alejandro Barrantes (@abareq) 18 de abril de 2018