Dios y la violencia contra la mujer
Es lamentable observar la creciente ola de violencia que afecta a muchos sectores de la sociedad. A muchos nos preocupa especialmente el desprecio y maltrato que sufren diariamente miles de mujeres en todo el mundo. Ante esta situación, y debido a la interpretación que algunas religiones han dado al papel de las mujeres en la sociedad humana, muchos han llegado a culpar a Dios, o incluso a dudar de su existencia.
Las ideas filosóficas de algunos llamados "padres de la iglesia", como Tertuliano, quien escribió: "Tú eres la primera transgresora de la ley divina; […] tú destruiste tan fácilmente al hombre, imagen de Dios" (El Adorno de las Mujeres, de Tertuliano, siglo II de nuestra era), han sembrado ideas equivocadas en la mente de muchos. Y aunque parezca difícil de creer, aún hoy existen fanáticos que responsabilizan a las mujeres de los males de la humanidad.
Pero vale la pena preguntarnos: ¿fue creada la mujer inferior al hombre? La respuesta clara y sencilla es, no. Dios valora muchísimo a las mujeres, y la evidencia bíblica nos permite concluir que espera que nosotros hagamos lo mismo hoy. Génesis 1:27 dice: "Dios procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó". Así que tanto el hombre como la mujer fueron creados con la capacidad de reflejar la personalidad de Dios. Y a pesar de tener una constitución física y emocional diferente, su Creador les encargó la misma comisión y les otorgó los mismos derechos.
El derecho a la libertad individual, a la educación, al respeto, a la protección son solo algunos ejemplos de los derechos que Dios incluyó en la ley que suministró a la nación de Israel. Aunque no eran muy comunes en esa época, nos permiten entender que Él concedió un lugar honorable a las mujeres y esperaba el respeto de sus derechos.
En el siglo primero, cuando el Señor Jesús estuvo en la tierra, percibió los prejuicios tan arraigados en la tradición del pueblo, pero no permitió que estos influyeran en su manera de tratar a las mujeres. Hoy deberíamos esforzarnos por rescatar el importante papel de la mujer en la familia y la sociedad humana. Deberíamos dejar de lado el machismo y respetar su dignidad, tratándolas como aconsejó el Apóstol Pablo: "a las mujeres de más edad como a madres, a las de menos edad como a hermanas, con toda castidad" (1 Timoteo 5:2).
Añoramos el día en que se cumplan las palabras que miles de personas han estado orando a Dios durante muchos años, cuando por fin "venga tu reino" y se efectúe la voluntad de Dios, como en el cielo, también sobre la tierra (Mateo 6:10).
Confiamos en que ese Reino en manos de Dios eliminará por completo la intolerancia, los prejuicios, las injusticias y, sobre todo, la violencia.
Portavoz regional de los Testigos de Jehová en Costa Rica