Intro:
José "Popo" González iba a ser abogado. Le faltaba solo una materia, pero la vocación le gritó más fuerte desde la cocina que desde los libros. Se fue a Francia a estudiar gastronomía, trabajó en varias cocinas de Europa, volvió al país y fue uno de los primeros en apostar por el Barrio Escalante cuando pocos lo veían como destino "foodie". Así nació Al Mercat, uno de los pioneros del "farm to table" en Costa Rica.
Durante la pandemia, Popo decidió llevar ese concepto a su versión más pura: se mudó al corazón del bosque nuboso, en Copey de Dota, y convirtió su cocina en un reflejo directo del entorno. Acá no se cocina con catálogo, se cocina con clima, cosecha y tiempo.
Ambiente:
Con un ambiente acogedor y relajado de montaña, Al Mercat recibe a sus visitantes con vistas espectaculares a los cerros de Copey. Desde el primer momento se siente la calma: madera, naturaleza, y una atmósfera que invita a bajar el ritmo.
Este restaurante está ubicado dentro del Hotel Cedrela Lodge y cuenta con un salón principal que alberga ocho mesas, así como dos más en la terraza, para quienes prefieren comer al aire libre y disfrutar del paisaje.
Aunque su cocina es pequeña, no hay que subestimarla: en ese espacio compacto ocurre la magia. Cada plato refleja el alma de la región, con ingredientes frescos, locales y de temporada. La experiencia culinaria en Al Mercat es una extensión de su entorno, auténtica, sensible y profundamente conectada con la tierra que lo rodea.
Qué pedir:
Cebollas rellenas de costilla: Primero lo primero: este plato es una belleza. Cuesta romper esa presentación tan bien lograda, pero una vez que lo hacés, entendés que el sabor está a la altura del diseño. La cebolla está cocida al punto justo, conservando su textura sin perder suavidad, y el relleno de costilla le suma profundidad y contundencia. Una entrada que definitivamente tenés que pedir para arrancar con fuerza.
Tartar de hongos shitake: Gracias al clima de la zona, el bosque ofrece una variedad generosa de hongos. Algunos son especies introducidas para cultivo, pero también se aprovechan las variedades locales. Este tartar vegetariano de hongos shiitake está tan bien logrado que no se extraña la proteína animal. Es fresco, sabroso y perfectamente equilibrado, es un plato que sorprende por su simplicidad y sabor.
Trucha de Dota: La trucha es insignia de Dota, y su sabor tiene algo especial, es más limpio, más fresco, por el ecosistema, la pureza de los ríos y el clima frío. Acá la sirven sobre una base de salsa de naranja, con repollo asado y hongos como guarnición. Es un plato que honra el producto local y lo lleva a otro nivel.
