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2019 traerá importantes cambios para Bachillerato

Pruebas pasarían a ser de certificación de habilidades y competencias

Por Katherine Castro | 27 de Dic. 2018 | 12:02 am

El Ministerio de Educación Pública (MEP) buscará el próximo año hacer de las pruebas nacionales de Bachillerato un mecanismo de certificación de habilidades y competencias y dejar atrás el actual instrumento memorístico de comprobación de conocimientos.

Édgar Mora, ministro de Educación Pública, reconoció que la estructura del propio MEP debe sufrir cambios sensibles, entre ellos, la modificación de los sistemas de evaluación.

Para el Ministro, el sistema no permite tener una "trazabilidad" de cada estudiante para determinar la generación de problemas a nivel educativo en años anteriores a la realización de estos exámenes finales, pues podrían arrastrar deficiencias sin subsanar, lo cual los lleva al fracaso en Bachillerato.

"El piso no está parejo, sin embargo, la prueba es estandarizada. Hay gente que empezó con una desventaja dentro del sistema, esto es como ponerle una piedra más al saco, es decir, un peso más a alguien que viene cargando con un fuerte peso", aseguró.

Según información que dio a conocer CRHoy, desde 2004 un total de 41.205 personas aún tienen pendientes una o más asignaturas para ser acreedores de título de Bachiller en Educación Media.

La cifra sería mucho mayor si se toma en cuenta que las pruebas nacionales de Bachillerato fueron restablecidas en 1988 con fines de acreditación de los aprendizajes. Asimismo, Matemáticas y Estudios Sociales son las 2 asignaturas con menor promoción durante este periodo.

Cambios propuestos

Carlos Alvarado, el presidente de la República, adelantó que se vendrán cambios para la aplicación de las pruebas nacionales, luego de la experiencia sucedida este año a raíz de la huelga.

"Haremos del Bachillerato una prueba diagnóstica y no un cuello de botella, para que puedan seguir su camino en la vida", aseguró el jefe de Estado.

La propuesta del Ministro no busca que las pruebas sean eliminadas, sino que estas adquieran otro significado.

Para que dichos cambios entren en vigencia, el Consejo Superior de Educación (CSE) como encargado de la dirección general de la enseñanza oficial debe dar visto bueno a la propuesta.

De aprobarse los cambios, los exámenes serían diagnósticos y tendrán la función de certificar con una nota, la cual será de conocimiento del estudiante. Sin embargo, el no pasar no será un obstáculo para obtener el título y continuar con estudios superiores.

En entrevista con este medio, el jerarca del MEP aseguró que la propuesta en concreto buscará emular la prueba del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe (PISA), donde los estudiantes son evaluados en varias categorías en un único examen.

Mora también aseguró que, si bien no puede adelantar detalles, estas evaluarían temas como razonamiento lógico, capacidad de cálculo y vinculación a criterios de solvencia filosófica, entre otros.

"Podría parecerse más a un examen de admisión universitaria que a lo que conocemos ahora. El país quiere a un estudiante que ante una pregunta tradicional donde debe marcar con una X la respuesta, escriba abajo ninguna de las anteriores y pueda justificar por qué, pero eso no es lo que estamos promoviendo ahora", manifestó.

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Marcadas diferencias

Un estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad Nacional (UNA), el cual tomó como base datos y cifras del 2016, señala que estas pruebas estándar no miden el conocimiento real de los alumnos, sino que por el contrario al manejarse de esta manera, ignoran las particularidades propias de cada región, centro educativo y estudiante.

"Las pruebas de Bachillerato no son reflejo de una educación integral, solo miden conocimiento. Son pruebas memorísticas que no permiten expresar las ideas y criticidad", indica el estudio.

El estudio también se centró en establecer la relación existente entre el Bachillerato y un conjunto de indicadores nacionales sobre desarrollo social y económico. Los resultados muestran una importante diferencia en el rendimiento académico según las condiciones socioeconómicas del lugar de procedencia y la oferta educativa.

El perfil de la población estudiantil que obtiene menor rendimiento se caracteriza por:

• Viven fuera de la GAM y zona rural.
• Tienen una edad mayor a los 18 años.
• Residen en distritos con IDS de nivel bajo y muy bajo.
Son más mujeres (solo para 2016).
• Su mejor calificación la alcanzan en la asignatura de Biología y la más baja en Matemática.
• Obtienen un mayor beneficio con la aplicación de la curva.

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