¿Y si la Independencia hubiera llegado por WhatsApp?
En 1821, las noticias sobre la independencia tardaron semanas en llegar a Costa Rica. Hoy, un grupo de WhatsApp lo habría resuelto en segundos… o habría desatado una discusión interminable
En 1821, la noticia de la independencia llegó a nuestro país casi un mes después de que se firmó el acta en Guatemala. Hoy, con un grupo de WhatsApp, todo se habría resuelto en segundos… o tal vez se habría armado una discusión digital interminable.
Para imaginarlo, en CR Hoy creamos una simulación de cómo habría sido ese chat de independencia: un grupo lleno de mensajes, memes y la presión de decidir qué hacer con el futuro de toda una región.

Pero, tomando en serio el tema…
El 15 de septiembre de 1821 se firmó en Guatemala el acta que proclamaba la independencia de Centroamérica, pero en Costa Rica las noticias tardaron semanas en llegar.
Según el historiador David Díaz Arias, catedrático Humboldt de la Universidad de Costa Rica, "en ese tiempo las noticias viajaban principalmente por correo y a caballo. Aquí no había imprenta ni periódicos que circularan; la información llegaba por viajeros o mediante el correo semanal".
De acuerdo con Díaz, el correo salió de Guatemala el 16 de septiembre y llegó a León, Nicaragua, el 28 de septiembre, donde la Diputación debía tomar una decisión antes de reenviar la información. Fue hasta la madrugada del 12 de octubre cuando los documentos llegaron a San José, y al día siguiente se recibieron en Cartago.
"Así que el recorrido podía durar tres semanas, pero al sumarle los procesos políticos en León, se extendía unos días más", explicó Díaz.
En el resto de Centroamérica la noticia también tardó: a Honduras y Nicaragua llegó el 28 de septiembre, a El Salvador el 22 de septiembre y, en Chiapas (México), algunos cabildos incluso firmaron actas antes que Guatemala.
Independencias, en plural
Para el profesor de la Escuela de Historia de la Universidad Nacional, José Sandí Morales, la independencia no debe entenderse como un hecho puntual, sino como un proceso largo y complejo.
"No se limita a la redacción de un acta. Por eso hablamos de independencias, en plural. No se explica de la noche a la mañana, ni únicamente por lo ocurrido en Guatemala el 15 de septiembre", detalló.
Según Sandí, el proceso arranca desde mediados del siglo XVIII con las reformas borbónicas y se vivió de manera distinta en cada región. En el caso de Costa Rica, más que un enfrentamiento con España, el conflicto principal era con las autoridades de León, Nicaragua.
San José, Cartago, Heredia, Alajuela y pueblos de indios como Aserrí o Curridabat tomaron decisiones propias, en fechas distintas, lo que demuestra que no existía un consenso. Incluso hubo voces que proponían unirse a México, a Guatemala o al proyecto de Bolívar en Colombia.
Ni fiesta ni faroles
Lejos de la imagen romántica que se transmite hoy en las escuelas, la independencia no fue motivo de celebraciones populares.
"Se ha transmitido la idea de que la gente estaba feliz de quitarse el yugo del rey, pero el rey estaba muy lejos y no se percibía como un opresor directo en la vida cotidiana. Para campesinos, indígenas o afrodescendientes, la independencia no cambió gran cosa; en algunos casos, incluso empeoró", afirmó Sandí.
Las celebraciones llegaron décadas después
Los símbolos patrios y celebraciones actuales son construcciones de los siglos XIX y XX.
Según Díaz, la primera celebración del 15 de septiembre en Costa Rica ocurrió en 1838, por orden de Braulio Carrillo.
Luego se realizaron conmemoraciones aisladas hasta que, en 1899, la Secretaría de Educación creó la llamada fiesta escolar, que trasladó la organización de las municipalidades a los centros educativos y eliminó el protagonismo militar.
A partir de ese momento, los niños y las niñas pasaron al centro de las celebraciones, lo que marcó una diferencia con otros países de la región.
Más adelante se sumaron símbolos que hoy son tradición:
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Desfile de faroles: 1953.
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Canto del himno nacional a las 6 p. m.: 1983.
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Recorrido de la antorcha de la libertad: década de 1960.
"La fiesta nacional como la conocemos hoy es parte de la construcción del Estado-nación y de la identidad costarricense. No nació en 1821, sino a lo largo del siglo XIX y bien entrado el XX", concluyó Sandí.