Vecinos de Santa Ana quieren un parque urbano natural, no como el de Cisneros
Lugareños plantean propuesta para que propiedad de 52 hectáreas conserve fines ecológicos y educativos
Organizaciones comunales pretenden que el Centro de Conservación de Santa Ana se convierta en un espacio muy distinto a lo que plantean la diputada Pilar Cisneros, del Partido Progreso Social Democrático (PPSD), y el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
El terreno de 52 hectáreas fue donado al Estado en 1976 por el santaneño Lorne Ross Ashey. La intención es que la propiedad fungiera como un espacio destinado a la conservación y al disfrute de la comunidad.
Durante 20 años, la propiedad localizada en el distrito de Uruca y aledaña a la ruta 27 (San José-Caldera) fue administrada por la organización Fundazoo. El contrato de gestión concluyó en mayo de 2024 y el inmueble regresó a manos del Minae.
Mientras los vecinos proponen la creación del Parque Natural Lorne Ross, enfocado en la conservación, la recuperación ecológica y la educación, Cisneros y el gobierno quieren que una parte del terreno albergue un “parque del agua” conformado por varias fuentes de agua. Similares a las existentes en el “Circuito Mágico del Agua” de Lima, Perú. En esa ciudad nació y creció la legisladora oficialista.
Un grupo de vecinos planteó desde 2013 la idea de crear un parque natural urbano. En sintonía con los lugareños, el Partido Liberal Progresista (PLP) presentó el proyecto de ley para la creación del Parque Natural Urbano Lorne Ross.
La propuesta de algunos líderes comunales se sustenta en 3 pilares: sostenibilidad social, sostenibilidad local y sostenibilidad económica. A partir de esto, plantean educación ambiental, recreación, contribución ambiental y contribución social, entre otros aspectos.
Para futuro, se visualiza que la propiedad fomente el senderismo y las caminatas guiadas. También: actividades deportivas (como el ciclismo), educación ambiental, observación de flora y fauna, educación agrícola, áreas de recreo, monitoreo ambiental, entre otro tipo de actividades. Para esto, se requerirían alianzas público-privadas o la intervención de organizaciones enfocadas en la conservación.
Según este plan, el terreno funcionaría bajo la administración de la Municipalidad de Santa Ana con un uso recreativo, turístico, cultural y didáctico de los ciudadanos. En la propiedad existe infraestructura valor historico y arquitectonico.
Por ejemplo, la casona de bahareque, calicanto, caña brava y techo de teja, declarada Patrimonio Histórico Nacional que tiene más de 250 años de antigüedad, compuesta de un salón principal, un dormitorio, un área de alacenas y pilas, una cocina y una capilla que funcionó como primera iglesia católica del cantón en 1850.
La propuesta de ley incluye un marco regulatorio para autorizar a la municipalidad a suscribir convenios con instituciones estatales, universidades públicas y privadas y Organizaciones No Gubernamentales (ONG) para desarrollar programas de naturaleza ambiental.
Por su parte, se le pediría al Minae establecer un programa especial de conservación para custodiar, cuidar y desarrollar su acervo genético y permanencia en el tiempo de los animales silvestres que se encuentran en cautiverio dentro de los inmuebles objeto de esta ley, asegurando que los mismos serán protegidos.
“Puedo hablar por mí y, por supuesto, con el permiso de los compañeros que están por acá del Partido del Sol, podría hablar también de la posición formal de nuestro bloque. Nosotros entendemos plenamente que hubo un deseo del señor Lorne Ross de preservar este espacio. Me atrevo a decir, con lo que he conversado con vecinos de calle Ross, que don Lorne Ross consideró entregar este espacio al Minae porque en aquel momento la municipalidad no tenía la envergadura y la capacidad administrativa que tiene en este momento.
“Creo firmemente en que hay que respetar lo que alguien solicitó en vida. Desde ese punto de vista, somos personas comprometidas con llevar esto a cabo. Hemos estado esperando muchos años que esto suceda, muchas luchas, como para que ahora traten de invisibilizar el trabajo que ha desarrollado el equipo y Santa Ana. Es la comunidad completa”, comentó María Paula Villarreal Galera, presidenta municipal de Santa Ana, tras ser abordada por el medio local Santa Ana Actual, el pasado 14 de agosto.
En contraparte, Cisneros y el Poder Ejecutivo quieren que en la parte norte del terreno se construya el “parque del agua”. Mientras, en la parte sur se ubicarían otras actividades aún no definidas.
Kattia Cambronero, diputada del PLP y vecina de Santa Ana, denunció que los planes del gobierno y de Cisneros involucrarían un proyecto de $19 millones con varias fuentes de agua y advirtió que ya se contrató un anteproyecto (que habría costado $30 mil) contratado a la firma Black Waters, a través de fondos donados por el programa TEVU de la Organización de Estudios Tropical (OET).
La propuesta de la diputada oficialista riñe con las recomendaciones giradas en un informe elaborado por el Sistema de Áreas de Conservación (Sinac) del Minae en 2023. El documento concluye que la propiedad puede ser gestionada a través de participación municipal (aspecto que no contempla el plan del gobierno.
Cisneros plantea que la administración del inmueble recaiga exclusivamente en el Minae y no en el municipio. Esto significaría que, eventualmente, los ingresos por la operación del “parque del agua” (a través de terceros privados) llegarían a arcas gubernamentales.
“Si se hace un proyecto como el que quiere doña Pilar (Cisneros), esta plata va a ir a arcas de gobierno. Nosotros, que somos de Santa Ana, que conocemos de las necesidades de restaurar ese espacio, podemos hacernos cargo en comunidad de que esto se resuelva. Probablemente, esto derive en trabajos para personas de Santa Ana. Es el hábitat de la naturaleza y venir a tratar de hacer algo así (fuentes de agua), me parece que es abrupto y tener una responsabilidad social”, manifestó Villarreal.
El desacuerdo de Cisneros con las intenciones de la comunidad es tal que en abril anunció que presentaría hasta 300 mociones para complicar el avance del proyecto del parque natural urbano en la Comisión de Ambiente de la Asamblea Legislativa. Sin embargo, tras un acuerdo alcanzando para escuchar en audiencia a funcionarios del ministerio sobre el proyecto, las mociones ya presentadas se votarían con agilidad.
Entre las conclusiones, el informe del Sinac destaca lo siguiente:
- El sitio reúne condiciones ecológicas naturales limitadas debido a alta intervención humana, sin embargo, cuenta con una alta importancia dentro del contexto paisajístico de Santa Ana.
- En el sitio se evidencia la presencia de especies de flora y fauna características del Valle Central y cuya distribución se ha reducido por la pérdida de hábitat, por esta razón se considera importante su protección bajo alguna categoría de manejo.
- A partir de las características encontradas el sitio podría ser considerado dentro de las categorías de manejo III y IV, específicamente se recomienda analizar la factibilidad de ser administrado como monumento natural o parque natural urbano.
- Para una administración efectiva del lugar se deberá mejorar su viabilidad ecológica a través de procesos de restauración y disminuir las amenazas a través de la gestión municipal.
¿Qué es un monumento natural? Áreas geográficas que contengan uno o varios elementos naturales de importancia nacional o cantonal. Consistirán en lugares u objetos naturales que, por su carácter único o excepcional, su belleza escénica, o su valor científico, se resuelva incorporarlos a un régimen de protección. Serán creados por el Minae, y administrados por las municipalidades respectivas.
¿Qué son parques naturales urbanos? Áreas geográficas ubicadas dentro de zonas urbanas, que poseen ecosistemas terrestres y costeros de valor escénico, biológico, recreativo y ecoturístico, cuya importancia radica en la necesidad de proteger y conservar su biodiversidad.
Sin la comunidad
La diputada Cisneros confirmó ante la Comisión de Ambiente de la Asamblea Legislativa este 12 de agosto que la idea es desarrollar una propuesta similar al Circuito Mágico del Agua existente en Lima, Perú, el cual es administrado por el municipio de esa ciudad.
Ese “parque del agua” ubicado en la capital peruana posee 13 fuentes y tuvo un costo cercano a los $13 millones en 2007. Según la legisladora, el terreno es propiedad de Santa Ana y aseguró que la decisión del plan a desarrollar no depende de los deseos de esa comunidad, pues alega que “el Minae es el dueño legítimo” de la propiedad.
La política indicó que el ministerio quiere desarrollar un “parque urbano”, en el cual la parte norte de la propiedad tendría el “parque del agua” y el sur un “parque recreativo” (no específico de qué tipo). Incluso, reveló que días atrás hubo una reunión en el Minae con Juan José Vargas (alcalde de Santa Ana) y algunos representantes de la comunidad para conversar sobre la intención del gobierno.
“Lo que se quiere es que sea un espacio de recreación y de educación, en el país Costa Rica que es el sexto más lluvioso en el planeta Tierra (no proporcionó sustento de esa afirmación y luego dijo que era el octavo más lluvioso del mundo). En educación, sobre el cuidado del agua, estamos muy lejos de que la gente comprenda que tiene que cuidar el agua, con contaminarla, usarla racionalmente y ese sería parte del objetivo que tendría este parque”, citó la diputada, que plantea construir fuentes de agua en el inmueble.
La legisladora insistió en que el “parque del agua” sería una “atracción impresionante para vecinos de zonas urbana que los fines de semana no tienen donde ir”. También, señaló que “no ha tenido acceso a los estudios del proyecto”, pero luego se contradijo e indicó que “el parque sería autosuficiente, según los estudios y cálculos que se han hecho”.
Pese a que Cisneros mencionó que “no existía un anteproyecto”, y que aún no hay un monto de inversión, la legisladora Cambronero la desmintió. La diputada del PLP aseguró que tuvo conocimiento de la existencia de un documento preparado por la firma Black Waters y acusó al oficialismo de impulsar un “capricho” de Cisneros, sin contar con la participación comunal.
Según el Sinac, la zona actualmente constituye un relicto importante de áreas boscosas naturales (crecimiento secundario). Incluyendo bosque ribereño, del Valle Central de Costa Rica, “que se caracteriza por una composición florística y faunística particular y diversa en la región, estando en una zona de transición estrechamente relacionada con el bosque tropical premontano húmedo, las regiones más secas del país al noreste del territorio y la vertiente pacífica costarricense.

Circuito Mágico del Agua del Parque de la Reserva ubicado en Lima, Perú. Foto: Circuito Mágico del Agua/Facebook
La entidad detalló que existen hábitats diversos y clave para especies representativas de estas regiones, entre estas especies típicas de bosque seco o áreas de transición. Actualmente, casi un 30% de las especies de aves que habitan el refugio natural se enmarcan en esta categoría.
“En cuanto a su estado de viabilidad se considera que el sitio presenta condiciones regulares, es decir requiere de una intervención permanente para que mantenga su valor natural a largo plazo. Este resultado se deriva de su reducido tamaño, lo cual compromete la posibilidad de mantener poblaciones viables de vida silvestre. Por otra parte, si bien la condición de los parches de bosque es relativamente buena existe una alta intervención y exposición a elementos urbanísticos lo cual genera una calidad baja del ecosistema
Adicionalmente, apunta el Sinac, el contexto paisajístico representa una presión directa para el sitio ya que está inmerso en la ciudad con una escaza conectividad hacia otros parches de bosque.