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Reportaje Especial

Vanessa encontró en los masmelos la terapia tras muerte de su padre y un negocio exitoso

Cuida de su madre y sus hijos.

Por Yaslin Cabezas | 25 de Jun. 2023 | 12:03 am

(CRHoy.com) Dicen que siempre de los momentos duros, salen cosas buenas y eso fue lo que vivió Vanessa Gutiérrez, una emprendedora que encontró en los masmelos la vía de escape por la muerte de su padre y además, un exitoso negocio.

Ella es madre de dos hijos, uno de ellos con síndrome de Down. Durante mucho tiempo se dedicó a una floristería y a hacer figuras en globoflexia.

Tras su divorcio, llegó a un acuerdo con sus hermanos y se fue a vivir a casa de sus padres, para cuidar de ellos y ayudarlos. 

Para aportar dinero a la casa, ella hacía comidas para vender y se encargaba de llevar a sus padres a citas y estar pendientes de todo lo que ocuparan. Sin embargo, en el 2017 su papá falleció, dejando un gran vacío en su hogar y una tristeza enorme.

"Papi padecía de los pulmones, tenía muchas cosas y ya el final fue por las múltiples complicaciones que falleció. Mami y Carlitos (su hijo mayor) estaban demasiado metidos en la tristeza. La idea era hacer algo que pudiera sacarlos de eso, entretenerlos y que pasaran ocupados, para que no pensaran en eso o no vieran la silla donde papi se sentaba afuera. Sacar ese luto que estábamos pasando, yo también lo llevaba por dentro, pero tenía que hacerme la valiente", expresó.

Todo empezó como un pasatiempo entre familia, pero esta vecina de Tres Ríos empezó a ofrecer las figuras en masmelos en una esquinita de su casa y poco a poco se fue posicionando.

"Me gustaba ver las figuritas, armarlas y las ponía a vender en la cochera. Ya después empecé a sacar cursos, para especializarme, aprender técnicas y aprender más. Los materiales y los cursos son bastante caros, porque todo tiene que ser de calidad, porque son cosas comestibles", añadió.

Vanessa encontró la manera perfecta para generar ingresos y además, compartir con su mamá, de 80 años y sus hijos, que colaboran en la elaboración.

"Carlitos corta las cintas, alista las bolsas. A ellos hay que ponerles gorrito, guantes, por el aseo. Cuando yo les digo ‘pongámonos a trabajar', me ayudan un montón. Mami me ayuda a presionar las bolsitas para meter los productos. Para ellos es divertido. Mi hijo Julián también me ha dado mucho apoyo, mis hermanos ni para qué", detalló.

Desde hace algún tiempo, sus productos están exhibidos en algunos comercios en Tres Ríos y Cartago y también vende por encargos. Además, juntos han acudido a varias ferias de emprendedores. 

"A ellos (su mamá y su hijo) les encanta hablar, entonces es una herramienta para que se distraigan, ver a Carlitos vendiendo. Las ferias le generan a uno ganancias, pero a la vez son plataformas para darse a conocer poco a poco", afirmó.

Los precios varían dependiendo del diseño y el producto, pues también trabaja pedidos personalizados para fiestas, eventos u otro tipo de actividades.

Ella reconoce que se siente feliz y realizada de ver todo lo que ha crecido su negocio y lo mucho que ella ha aprendido. Con las ganancias, incluso han podido hacerle mejoras a la casa, que son necesarias para el desplazamiento de su mamá.

"Me he demostrado que yo puedo. Venía saliendo de un divorcio, me dediqué a cuidarlos a ellos, luego se murió mi papá y todo eso me ha ayudado a salir adelante. Yo trabajo más en las noches, es mi tiempo, es como una distracción, haciendo algo que es mío", afirmó.

Si usted desea contactar a Dulce Artesanal, puede hacerlo a través del perfil de Facebook haciendo clic aquí o a través del número 7212-2568.

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