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Reportaje Especial

Valeria: Sobreviviente de cáncer vende postres para pagar tratamiento 

Tratamiento es bastante caro

Por Yaslin Cabezas | 23 de Ago. 2020 | 12:02 am
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Dios ha hecho grandes milagros en este proceso y la verdad es que, si uno se agarra de Él, todo sale. Todo lo he puesto en manos de Él.

(CRHoy.com) Valeria Quesada sabe que el optimismo es clave para un paciente diagnosticado con cáncer. Ella ha recibido esa noticia dos veces en sus 22 años, pero nada la ha detenido. Hoy, está en proceso de recuperación de un trasplante de médula ósea y se dedica a vender postres para poder comprar los medicamentos que le ayudan a sentirse mejor.

Las alarmas se encendieron en febrero del 2016, cuando se sintió una pelotita en el cuello, luego de ir al gimnasio. Acudió al Ebais y el doctor le dijo que podía ser desde un ganglio inflamado, hasta algo más grave.

Con una biopsia, le dijeron que se trataba de una infección, pero varios meses después la pelota empezó a crecer y se le formó una nueva.

"Le dije a mis papás que eso no era normal. Pasé por varios doctores que me mandaron muchos exámenes, pero no salía nada y yo tampoco tenía síntomas. Un día estaba revisando Facebook y me encontré algo que hablaba sobre los nódulos tiroideos y fue cuando fui donde un endocrino, quien me envió una referencia para el hospital México", detalló.

Con 18 años, en setiembre del 2016 le hicieron otros exámenes y un mes después la llamaron del centro médico para que acudiera a una cita.

"La doctora nos explicó que tenía una enfermedad que se llama linfoma Hodgkin y que se curaba con un tratamiento. En ese momento no me asusté, porque ella no había hablado de cáncer. Yo iba más preparada que mis papás porque había algo que me lo decía. Fue cuando mi mamá preguntó por el tratamiento que la doctora nos habló de la quimioterapia y radioterapia. Me sentí bastante desanimada, pero nunca pensé en morirme", recordó esta vecina de Naranjo.

El 26 de octubre de ese año Valeria empezó con el tratamiento de quimioterapia, muy motivada, porque sabía que una actitud negativa haría más difícil el proceso. 

"Le dije a mis papás que yo lo que quería era ver eso como una gripe más fuerte que había que curar. Fueron 8 meses de quimio y luego me dieron un mes de reposo para retomar luego un mes de radioterapia. Obviamente hay momentos en los que uno se quiebra, pero gracias al apoyo de mis papás es que pude salir adelante", detalló "Vale", como le dicen de cariño.

En agosto del 2017 le dijeron que todo estaba bien y que, las citas serían más distanciadas, porque todo era de control. En una de esas citas su mamá la acompañó y cuando regresaron a la casa, se encontraron con que la habían despedido de su trabajo. 

En ese momento Valeria decidió retomar su carrera de Administración de Empresas y volver a hacer su vida, sin tantas idas y venidas al hospital. En el 2018 conoció a su novio Rodolfo, quien se convirtió en una gran fortaleza para lo que estaba a punto de enfrentar.

"En la última cita, en octubre del 2019 me dijeron que el cáncer había vuelto. Para mi fue más difícil la segunda vez (del diagnóstico) porque sabía que debía interrumpir de nuevo mi vida, porque todo cambiaba completamente. Me explicaron que llevaba una quimioterapia más fuerte y el trasplante de médula ósea. Con esta quimio los efectos son más notorios", indicó.

Pasaron los meses y en marzo de este año la llamaron para internarla de nuevo, aplicarle la última quimioterapia y hacerle el trasplante. 

"La médula ósea es donde están todas las defensas del cuerpo. Cuando a uno se la quitan, le ponen una nueva y es como volver a nacer, se necesitan nuevamente vacunas, es como ser nuevamente un bebé. Después del trasplante tenía que estar aislada y tener muchos cuidados. La doctora me dijo que debía cuidarme por el COVID-19. Salí de mi cuarentena el 25 de mayo de este año", dijo.

Los postres

Los doctores le dijeron a Valeria que, todo lo médicamente posible para su recuperación se había hecho. Sin embargo, ella empezó a investigar y quiso probar algunos tratamientos complementarios, que le ayudaran a recuperarse.

"Sabemos que el cáncer ocupa mucho de la parte química, pero también de la parte emocional. Mi familia y yo nos pusimos a investigar sobre qué podía ayudarme a mejorar mi calidad de vida y a ayudar al cuerpo a que esas células no se volvieran a multiplicar. Nos dimos cuenta que esos tratamientos eran muy caros", afirmó.

Valeria asegura que, no quería representar una carga económica para sus papás, pero sabía que, por su condición, sería muy difícil buscar y conseguir trabajo. Fue así como habló con su madrina para que le diera la receta de un postre que hacía y generar ingresos con eso.

"Después de comentarlo con mis papás y mi novio, fue así como nació Barúk Postres. Iniciamos hace casi un mes este proyecto, con mucho amor, porque nos gusta mucho entregar las cosas bien hechas y bonitas. Mis amigos me empezaron a apoyar y poco a poco se corrió la voz", citó.

Esta joven realiza los postres con ayuda de su madre, Yessenia. Su padre compra los ingredientes y su novio se encarga de entregar los pedidos en varias zonas. De momento ofrecen delicias de pie pecanas, queque de zanahoria y nueces, torta chilena y queque de chocolate.

Si usted desea contactar a esta joven, puede hacerlo a través del teléfono 8582-6258 o en el perfil de Facebook de Barúk Postres, haciendo clic aquí.

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