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Uso de vagoneta arrojó pista clave sobre asesinato de europeos enterrados en finca de Quepos

Por Rebeca Ballestero | 29 de Oct. 2025 | 10:29 am

Escena del crimen donde enterraron los cuerpos de dos ciudadanos alemanes en una finca de Quepos. OIJ

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizó este miércoles allanamientos para detener a los sospechosos del asesinato de Manuela Daxer y Rüdiger Schickhaus, la pareja europea encontrada muerta y enterrada en una propiedad de Quepos.

El director del OIJ, Randall Zúñiga, ofreció nuevas declaraciones enfocándose en el papel de la vagoneta utilizada por los sospechosos. Según su testimonio, aunque el transporte llegó hasta la finca el lunes 22 de setiembre, los homicidios habrían ocurrido entre el viernes 19 y el sábado 20 de ese mes.

"Incluso para el día sábado el sujeto este de apellido Elizondo también en apariencia solicita un transporte de una vagoneta con piedra para en apariencia poder ocultar los cuerpos y entonces por eso consideramos que el momento del homicidio pudo haber sido o el viernes en la noche o el sábado en horas de la mañana.

Debido a que hace la solicitud de esta vagoneta ya casi que, a destiempo, casi a las 3 de la tarde la misma le es entregado hasta el día siguiente hábil que es el día lunes" , declaró Zúñiga.

Europeos asesinados en Quepos

Europeos asesinados en Quepos

Declaraciones de testigos y conductor

El pasado 24 de setiembre, CR Hoy conversó con una vecina de la zona, quien relató que ese lunes en la tarde la vagoneta entró a dejar material.

"Descargó nada más y salió", comentó.

Además, el conductor del vehículo había asegurado a este medio que su presencia en la finca se limitó únicamente a cumplir con su trabajo como chofer de maquinaria.

"Yo lo único que te puedo decir es que a mí me llamaron del quebrador para hacer un viaje ahí. Fui, descargué y me regresé de inmediato. Yo le trabajo al quebrador. Ellos me llamaron para que hiciera ese viaje y lo hice. Me dedico a eso," relató el conductor.

El hombre explicó que, al momento de llegar, todo parecía normal y no observó ninguna situación irregular.

"Cuando yo llegué vi todo normal, no vi nada ahí (…) Yo soy una persona de bien."

Vecinos del cantón destacaron la reputación del chofer. Según ellos, se trata de alguien muy querido en la zona y a quien describieron como una gran persona.

"Él evidentemente no sabía nada de lo que estaba pasando. A él solo lo llamaron para que fuera a dejar un material y ya (…) él es un alma de Dios. Todo mundo lo quiere", comentó un lugareño a este medio.

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