Un terremoto en la Zona Sur ¿Por qué lo esperamos?
Sismos recientes traen, de nuevo, discusión sobre proyecciones
(CRHoy.com). El fuerte sismo ocurrido a las 3:15 p.m. del miércoles 21 de julio, con magnitud 6.7 grados y epicentro a 113 kilómetros de Punta Burica, inevitablemente puso sobre la mesa el anunciado terremoto que ocurrirá en algún momento en la Zona Sur.
Ese movimiento, percibido en gran parte del territorio nacional, sorprendió a muchos. No así a los científicos que suman años llevándole el pulso a la actividad sísmica en esta área geográfica.
Desde hace varios años, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) proyecta un movimiento importante por el proceso de subducción (cuando una placa tectónica se introduce debajo de otra) de la placa del Coco bajo la placa de Panamá.
El terremoto estimado tendría una magnitud superior a 7 grados. En 1853, 1900, 1941 y 1983 hubo movimientos similares.
Así las cosas, para los próximos años se espera un sismo con magnitudes entre los 7.2 y los 7.4 grados.
¿Por qué se espera? Esto se debe a la etapa de acoplamiento de las placas situadas bajo la península de Osa. Hay una cantidad de deslizamiento que se ha retenido ahí (del choque de la placa Cocos y bajo la placa de Panamá).
Es una región que tiende a presentar terremotos importantes cada 40 años. El último ocurrió hace 38 años. Sí o sí, el evento tendrá que ocurrir.
¿Cómo se determinará el tan esperado terremoto?
Marino Protti, sismólogo del Ovsicori, dijo en reiteradas ocasiones que cuando ocurra, el gran movimiento esperado se determinará en base con una serie de factores que combinarán la magnitud, la zona de ruptura y el tipo de falla en el que ocurra. “Es una zona que está bien monitoreada”, dijo en el pasado.
La Zona Sur es una de las regiones más sísmicas del país ya que ahí convergen las placas Cocos, Nazca y la de Panamá en constante subducción.
“Es un proceso que lleva millones de años. No se va a detener en nuestras vidas. Ni siquiera en la vida humana (…) La subducción, a largo plazo, lo que hace es generar más continente”, detalló el científico.
Al igual que en Nicoya, donde ocurrió el terremoto de 2012, la península de Osa tiene la particularidad de estar asentada sobre una falla. Una característica poco común en el mundo.
Además, es una zona donde se acumula energía que debe ser liberada para el reinicio del ciclo sísmico. Este proceso tarda alrededor de 40 años.
Actualmente, bajo la península de Osa, la cantidad de energía almacenada es correspondiente a casi 38 años de convergencia: desde 1983 que ocurrió el terremoto del Sábado Santo (de 7.2) no ha ocurrido una liberación importante de energía en esta región.
Protti dijo que es difícil determinar el impacto que tendrá el evento con este fenómeno y también fue enfático en que no se puede terminar una fecha en la que ocurriría el movimiento. "Hay una cantidad de deslizamiento que se ha retenido ahí, del choque de la placa Cocos y bajo la placa de Panamá. Es una región que tiende a presentar terremotos importantes cada 40 años. El último ocurrió hace 35 años. El sismo tendrá que ocurrir”, indicó.
La Zona Sur es una de las regiones más sísmicas del país debido a que ahí convergen las placas Cocos, Nazca y la de Panamá en constante subducción.
“Es un proceso que lleva millones de años. No se va a detener en nuestras vidas. Ni siquiera en la vida humana (…) La subducción, a largo plazo, lo que hace es generar más continente”, concluyó Protti.
Al igual que en Nicoya, el Ovsicori instaló una red de monitoreo sísmico en la Zona Sur para recopilar con mayor precisión los datos de los eventos que ocurran.