Tras huir de su país, venezolana encontró un dulce apoyo de los ticos
Ella es abogada de profesión y madre de dos hijos.
(CRHoy.com) Empezar de cero, en un país nuevo y sin conocer a nadie, es una decisión de valientes, una decisión que tomaron Luz De Abreu y su esposo, pero que les permitió crecer como familia y emprendedores.
Así lo resume esta venezolana, abogada de profesión, quien empezó con la pastelería por hobby, pero terminó convirtiéndolo en un negocio que hoy desarrolla en Escazú, Costa Rica.
"Primero nació mi emprendimiento, hace 15 años. Yo recién me había convertido en mamá. Como me gustaba hornear y hacer cosas, mi hermano menor me dijo que tomara un curso, para aprender a decorar queques. Empecé haciendo queques en mi casa poco a poco y luego empecé a tomarlo como más profesional. Fue cuando estudié pastelería profesional y maestra chocolatera", destacó.
En su país le iba muy bien con los queques y estaba encantada con las decoraciones, pero decidieron salir de Venezuela, buscando mejores oportunidades para sus hijos y por temor a la inseguridad que se vivía en su país.
"En ese momento estaba fea la situación en Venezuela, pero no tan terrible como ahora. Había mucha inseguridad y a mí me daba miedo que algo sucediera, teniendo hijos. De todos los países que habíamos visto, nos gustaba Costa Rica, no tenía ejército, era muy seguro y se parecía mucho a Caracas. Fue bastante difícil la decisión, ya tenía hermanos y mis papás que se habían ido, pero nos daba más miedo que algo nos sucediera estando en Venezuela", manifestó.
Con sus hijos, André, Santi y su esposo Alejandro, Luz llegó hace 10 años al país, convencida en continuar con su negocio de pasteles y confiando en Dios de que tendrían una mejor vida.
"Algo había qué hacer y yo conocía mucho de la pastelería. Como estábamos en un país donde no conocíamos a nadie y en ese entonces las redes sociales no se movían tanto, tocaba tomar el riesgo. Si ya habíamos tomado el riesgo más importante que era cambiarnos de país, decidimos abrir una pastelería. A los 6 meses de estar acá, decidí abrir Sweet Boutique como tienda, una cafetería. Tuve la pastelería durante 5 años, pero crecían mucho los pedidos de queques de cumpleaños y no me daba tiempo de atender al público y hacer los pedidos. Yo decidí cerrar la cafetería y quedarme solo con la cafetería. Mi esposo es quien me ayuda", explicó.
Todo se fue dando con el pasar del tiempo y la calidad del trabajo de Luz, quien se fue llenando de clientes que la contrataban para sus actividades más especiales.
"Había momentos muy difíciles y otros superpositivos, conocí muchísima gente, hice muchos contactos. Llegó un punto que más bien se volvió todo tan virtual, que la gente simplemente me mandaba un mensaje y luego recogía el pedido", detalló antes de decir que el cierre del local coincidió con la llegada de la pandemia al país.
El apoyo de los planeadores de boda fue fundamental para que Luz se fuera dando a conocer y los pedidos nunca dejaran de llegar. Todas las semanas tiene agenda llena y a clientes encantados con su trabajo.
De la mano con el emprendimiento de queques, esta mujer de 41 años desarrolló un blog de recetas propias en línea, que le ha dado popularidad en redes sociales.
"Cuando tenía la pastelería, a veces daba unos cursos porque la gente me pedía y siempre me decían que las recetas eran superfáciles. Me di cuenta que me gustaba enseñar. Me dije un día ‘voy a tirar una página donde yo pueda postear estas ocurrencias mías', porque todas las recetas son creadas desde cero", afirmó orgullosa.
En cada uno de los videos, ella explica el paso a paso, con los ingredientes para que las personas puedan desarrollar sus creaciones en casa. Ya la página "Horneando con Luz" cuenta con más de 32 mil seguidores. (Puede verla aquí).
"Todo lo que yo subo son gratis, ha crecido porque mis recetas funcionan. Trato de crearlas que sean fáciles y han sido un éxito. A veces se hace viral un reel y eso ayuda a que aumenten los seguidores. En pandemia, yo empecé a dar cursos virtuales y eso me ayudó bastante, en el punto de vista económico, a sacar un poco de dinero. En ese momento se apuntaron en mis cursos y yo lo agradezco. ¡Es algo que me encanta!", expresó.
Luz se siente muy feliz del apoyo que ha recibido de los costarricenses y el ver a sus hijos felices, creciendo como ticos, la ha hecho entender que escoger este país centroamericano, fue lo mejor que pudieron hacer.
"Cuando llegamos, la gente tica siempre fue muy amable. La verdad es que nunca he tenido ningún inconveniente y el 99% de las amistades que he creado aquí, son ticas. El apoyo siempre ha sido increíble y nunca por ser extranjera me han dicho absolutamente nada. Le tengo mucho cariño a Tiquicia. En mi casa se desayuna tico, con pinto y en la noche cenamos con arepas venezolanas. ¡Siempre he tenido mucho apoyo!", dijo con la voz entrecortada.
Si usted desea contactar a esta emprendedora, puede hacerlo a través de las redes sociales en Instagram, haciendo clic aquí o en Facebook, haciendo clic aquí.
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