Tráfico de armas y corrupción: los nuevos nexos del contrabando de cigarros con el crimen organizado

El contrabando de cigarros ha crecido tanto a nivel regional como local, que los grupos de crimen organizado han tenido que buscar nuevos mercados ilícitos para colocar el dinero proveniente de sus ganancias.

Ya es sabido que muchas de estas bandas están vinculadas con grupos del narcotráfico, por lo que el tráfico de cigarros ilícitos se asocia frecuentemente con el lavado de dinero. Incluso, en el país se han investigado varios casos recientemente, los cuales dio a conocer CR Hoy, como los vínculos de Alejandro Arias Monge -Diablo- con panameños y su actividad de contrabando en el país.

Sin embargo, las autoridades han detectado dos nuevos vínculos: con el tráfico de armas y con el pago de sobornos en instituciones públicas, lo que genera una gran preocupación entre quienes importan mercadería de forma lícita.

"Diversos informes han evidenciado que las redes de contrabando de cigarros se han convertido en una fuente estable de ingresos para organizaciones criminales, que utilizan esta actividad para financiar otras operaciones ilícitas como el narcotráfico, el tráfico de armas y la corrupción institucional", detalló el Observatorio de Comercio Ilícito (OBCI) de la Cámara de Comercio de Costa Rica.

Ricardo Carvajal, director ejecutivo del OBCI, asegura que es urgente que las instituciones encargadas de la fiscalización —como la Dirección General de Aduanas, la Policía de Control Fiscal (PCF) y el Ministerio de Salud— coordinen acciones efectivas para identificar, investigar y sancionar a las empresas que utilizan estructuras legales para encubrir operaciones ilícitas de contrabando de cigarrillos.

"No podemos permitir que Costa Rica se convierta en un estado fallido en la lucha contra el contrabando y el crimen organizado", explicó.

Para Carvajal, existe mucha permisividad hacia estos negocios en Costa Rica, pues —tal como lo reveló CR Hoy el año pasado— han aumentado las operaciones de contrabando de cigarrillos en el país mediante empresas registradas localmente, las cuales podrían estar siendo utilizadas como fachada para facilitar este tipo de actividades.

"Con gran inquietud observamos que estas estructuras delictivas no solo afectan la recaudación fiscal del Estado, sino que además alimentan redes de criminalidad organizada. En los últimos años, el contrabando de cigarros ha dejado de ser una simple evasión tributaria para convertirse en una fuente de financiamiento del narcotráfico y el crimen organizado transnacional, según alertas de organismos internacionales y de autoridades regionales y nacionales", dijo.

Entre las marcas más conocidas bajo este perfil se encuentran Fisher, Seneca, Couture y Apache, las cuales se comercializan con pictogramas, pero a precios inferiores al mínimo de impuestos establecido por ley.

Por cada cajetilla se debe pagar un impuesto de ¢1.115; sin embargo, estas marcas contrabandeadas se venden en ¢1.000, es decir, ni siquiera alcanzan para cubrir el tributo que exige Hacienda para su comercialización.

"No hay ningún control efectivo por parte del Ministerio de Salud y el Ministerio de Hacienda, lo que evidencia una posible irregularidad tributaria. Esto mina la seguridad jurídica y económica de Costa Rica en una etapa crítica para la seguridad y para los esfuerzos del gobierno por mejorar las finanzas públicas", afirmó Carvajal.

Según el estudio sobre la penetración del comercio ilícito de cigarrillos en la Gran Área Metropolitana (GAM) de Costa Rica, realizado por la Red Nacional Antitabaco (Renata), la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile (UAI), el país mantiene un 31,3 % de comercio ilícito en esa región.

La OBCI enumeró cuatro datos que les genera mayor preocupación en la actualidad y por los cuales instan a las autoridades a ejercer controles más rigurosos:

• Se estima que el 46% del mercado nacional de cigarrillos está hoy en manos del contrabando.
• Las pérdidas fiscales del país superan los $100 millones al año por impuestos dejados de percibir.
• Existen otras marcas que son abiertamente de contrabando y se venden sin ningún control, como Gold City, Silver Elephant, Indigo, entre otras.
• Estructuras de narcotráfico están amenazando comercios para que únicamente vendan productos ilegales distribuidos por ellos.

Perjuicio a la salud

Pero no solo existe un perjuicio a las arcas del Estado, también a la salud de quienes consumen estos productos que no tienen ningún control previo.

Según Renata en el país, 2.174 muertes anuales son atribuidas directamente a los productos de tabaco y nicotina, además de 16.000 casos anuales de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), cáncer, enfermedades cardíacas y otras enfermedades.

A su vez, el país soporta más de ¢300.318 millones en costos directos e indirectos por el tabaco y la nicotina, y lo que se recauda hoy por impuestos al tabaco apenas cubre el 9% de todo lo que el país pierde debido al tabaquismo.

Por esa razón, también hicieron un llamado a las instituciones a tomar acciones para frenar el tráfico de cigarros ilícitos, pues los comercios y vendedores informales, además de ofrecer productos de contrabando, venden marcas autorizadas, lo que dificulta la fiscalización y "pone en evidencia la falta de controles efectivos en la cadena de distribución para saber si se están pagando o no impuestos".

"La acción institucional efectiva es indispensable para garantizar el cumplimiento de la ley de control del tabaco, el bienestar de la ciudadanía y mejorar las finanzas del Estado", indicaron.