Trafalgar, la batalla naval más importante de la historia
La batalla de Trafalgar, acaecida el 21 de octubre de 1805, marcó un antes y un después en la historia de Europa y del mundo.
Fue cruenta y significó el comienzo del derrumbe del poderío español y la consolidación del imperio inglés. Es considerada la más grande batalla naval de la historia.
Europa, que en aquellos años era el centro del planeta, estaba dividida en dos grandes bandos. Por un lado estaban España, que dominaba los mares y poseía América, y Francia, que irrumpía tras la Revolución Francesa. Ambas naciones estaban aliadas por intereses geoestratégicos contra Inglaterra, que irrumpía con fuerza a raíz de la floreciente revolución industrial.
España, que no supo aprovechar toda la riqueza que le deparaba el oro extraído de América, languidecía ante una aristocracia decadente regida en aquellos años por el rey Carlos IV, un hombre con total falta de carácter que delegó el gobierno en manos de su esposa, María Luisa de Parma, y de su valido, Manuel Godoy, quien era el amante de la reina.
Francia era gobernada entonces por Napoleón Bonaparte. quien tomó el control de casi toda Europa Occidental y Central mediante una serie de conquistas y alianzas. Soñaba con invadir el único rival que le quedaba: Inglaterra.
España y Francia estaban aliados por los tratados de San Ildefonso (1796) y Aranjuez (1800), lo que le permitía a Napoleón unir las dos fuerzas navales para someter a los británicos.
Por eso, y ante la pasividad de los españoles, ordenó al vicealmirante francés Pierre Villeneuve, quien estaba al frente de las fuerzas navales de ambos estados, atacar Inglaterra.
Pero los planes no salieron como él pensaba y el 21 de octubre de 1805 las fuerzas navales más importantes del mundo en ese tiempo, España y Francia por un lado, y la inglesa por el otro, se enfrentaron en el cabo Trafalgar, en la provincia de Cádiz, España. El resultado fue catastrófico para los aliados y promisorio para los británicos.
Al mando del vicealmirante Horacio Nelson, los ingleses aplastaron a españoles y franceses al propinarle una derrota mayúscula. Nelson murió en este combate y fue proclamado héroe en su nación.
La batalla
A dos horas de iniciada la contienda, la mayoría de los buques de guerra franco-españoles ya se habían rendido o no podían disparar sus cañones. Y cuatro horas y media más tarde, la flota franco-española estaba aniquilada, con la mayoría de los barcos en manos de los ingleses, que los llevaron a Gibraltar.
Francia perdió doce de sus dieciocho barcos, con 2.218 muertos, 1.155 heridos y unos 500 prisioneros capturados por los británicos. España perdió diez de los quince barcos con los que luchó, con 1.022 muertos, 1.383 heridos y unos 2.500 prisioneros, del total de 12.000 españoles que intervinieron en la batalla.
Así, la otrora "Armada Invencible" española sufrió la más grave derrota a manos de los ingleses, a pesar de su alianza con Francia.
Con su flota hecha añicos en Trafalgar, España se vio obligada que ceder ante Inglaterra el dominio de América, Napoleón tuvo que posponer el sueño de invadir Inglaterra, mientras que los británicos, con la victoria, se convirtieron en los amos y señores de los mares del mundo hasta que Estados Unidos, vigente imperio, le quitó el puesto como la potencia hegemónica del planeta.