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Tómbola: El caso de lavado de dinero dominado por una familia que sacudió la Zona Norte

Grupo logró lavar dinero con puestos de lotería, autos de lujo, licor y libros.

Por Carlos Castro y Pablo Rojas | 18 de Jul. 2025 | 12:40 pm

Una familia, 24 sociedades anónimas, hasta 300 puestos de lotería y decenas de lujos fueron los puntos clave que permitieron al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) amarrar uno de los casos más importantes relacionados con lavado de dinero en lo que va del año, bautizado Caso Tómbola.

La investigación estuvo a cargo de la Sección de Legitimación de Capitales, cuyos agentes iniciaron el caso hace aproximadamente cuatro años, con información relacionada con "Puestos de Lotería Mora", un pequeño emprendimiento que comenzó en Guatuso y se expandió a San Carlos, La Fortuna, Los Chiles y Guanacaste.

El negocio era tan próspero que contaban incluso con su propio taller para fabricar los puestos que instalaban en distintos cantones del país. Durante el trabajo realizado por la policía judicial, se localizó este espacio, en el cual había al menos ocho puestos listos para ser ubicados y material para fabricar hasta diez más, señal de que tenían intenciones de seguir conquistando nuevos sitios.

¿Qué hacían? Mora usaba puestos legales como mampara para lavar el dinero que obtenía de los negocios de lotería clandestina.

Con el avance de la indagación, los agentes lograron determinar que al menos 18 personas estaban involucradas en el desarrollo de varios negocios, como ventas de autos de lujo, una constructora, una librería, una licorera y otros pequeños comercios, mediante los cuales lavaban millonarias sumas de dinero.

Después de los puestos de lotería, el licor fue el rubro que les permitió facturar la mayor cantidad de dinero, incluso calificado por el OIJ como excesivo para la zona y el tamaño del comercio que operaban.

Fue por ello que, entre 2021 y 2022, se inició el análisis de los bienes que estas personas adquirieron mediante sociedades anónimas, a título personal o a través de testaferros, y se pudo constatar que alcanzaron un crecimiento patrimonial que superaba los ¢1.000 millones, ganancia obtenida en el transcurso de esos dos años.

"Es una estructura bien conformada en todos los niveles, que llevaba varios años operando, tanto en los líderes como las personas que colaboraban, como los funcionarios públicos, para que la organización pudiera meter en el sistema financiero nacional una cantidad tan grande de dinero. La operación de ellos posiblemente se remonta hasta por lo menos desde el 2016", explicó Vladimir Muñoz, subdirector interino del OIJ.

Pese a que oficialmente no han podido sustentar el origen del dinero, el jerarca sostuvo que si está fundamento que su procedencia no era lícita y la legitimaban con estos negocios.

"La actividad cada vez se iba fortaleciendo más. Uno de los objetivos andaba en una camioneta de alta gama con un valor bastante alto", dijo Muñoz.

Núcleo familiar involucrado

El líder absoluto del grupo es un hombre de 45 años, Edgar Mora Durán, conocido como "Pepe". Según el OIJ, él fue el encargado de operar desde hace aproximadamente diez años para levantar los negocios de venta de lotería, hasta alcanzar el nivel que tenía en la actualidad.

Mora estuvo involucrado en hechos delictivos, pues en 2019 fue detenido por portar droga y un arma de fuego sin permisos. Este es el único antecedente relevante que manejan las autoridades.

Otros tres familiares directos también tienen un pasado oscuro relacionado con diversos delitos, entre ellos su madre, de apellido Durán, y uno de sus hermanos. Ambos fueron detenidos este jueves por el caso Tómbola.

Estas dos personas fueron arrestadas en Nicaragua en 2015 por tráfico de drogas y, tras recuperar su libertad, regresaron a la Zona Norte del país, aparentemente para colaborar con este clan que blanqueaba activos mediante la venta de lotería y de vehículos de lujo.

A ellos se suma "Beto Panadero", tío de Mora, quien reside en Alajuelita y posee un amplio expediente criminal relacionado con robo de vehículos y narcotráfico.

Este hombre, de apellidos Durán Cubero, sería quien colaboraba con el manejo de algunos puestos de la agrupación en la capital.

Ellos cuatro, junto a dos familiares más, una contadora y un desarrollador web, conformaban los ocho objetivos de detención del OIJ durante los allanamientos del jueves. Otros parientes cercanos que también estaban vinculados al negocio de lavado eran la esposa, la mamá, una hija y dos cuñadas.

Estas personas administraban dos casas de seguridad: una en Escazú, custodiada por la suegra de "Pepe", y otra en Guatuso, aledaña a uno de los negocios del grupo.

Esposa del líder del caso Tómbola.

Colaboración de funcionarios públicos

El dinero que percibían era tanto que tuvieron que recurrir a varios negocios para intentar blanquearlo. Por ello, buscaron la colaboración de funcionarios públicos para operar en la sombra u obtener permisos que les permitieran mover el dinero sin ser detectados.

Se trata de empleados del Ministerio de Salud de Guatuso, un funcionario de la sucursal del Banco Nacional en ese cantón y otro de la Junta de Protección Social (JPS). Cada uno tenía funciones establecidas dentro del grupo, ya fuera para gestionar trámites burocráticos que favorecían a la organización, o bien para ayudar a sus miembros a evadir los controles establecidos por la ley para detectar el lavado de activos.

"Hay por lo menos tres funcionarios de entidades estatales que facilitaban la labor de legitimación de capitales", señalaron las autoridades.

Todas esas dependencias fueron allanadas el jueves, luego de que se notificara a los sospechosos que forman parte de los imputados en la causa. Tras las diligencias realizadas por el OIJ, fueron citados a indagatoria en el Ministerio Público.

2 muertos, 24 allanamientos y mucho dinero

Para poder desarticular al grupo, el OIJ ejecutó 24 allanamientos, detuvo a ocho personas y decomisó una gran cantidad de evidencia. Esta mañana se emitió un nuevo reporte sobre las diligencias, en el que figuran los siguientes decomisos y resultados:

  • ₡362.719.275
  • $32.468
  • 4 maquinarias pesadas
  • 1 embarcación
  • 29 vehículos
  • 8 personas detenidas
  • 2 personas fallecidas
  • 1 persona herida por arma de fuego
  • 6 armas de fuego (1 rifle, 3 fusiles y 2 pistolas)
  • 12 teléfonos celulares
  • 14 computadoras
  • Joyas (1 reloj, 2 cadenas y 2 anillos)
  • Artículos reportados como robados (34 bolsas de leche en polvo y 19 pantallas)
  • 45 botellas de whisky
  • 96 botellas de ron

Los allanamientos iniciaron a las 6:00 a. m., momento en que los agentes ingresaron a la vivienda de Mora, ubicada cerca del CTP de Guatuso. Sin embargo, minutos antes, él había salido con rumbo a Monterrey de San Carlos, sin saber que agentes de la Unidad de Vigilancia y Seguimiento del Organismo de Investigación Judicial lo tenían bajo monitoreo.

Fue por eso que, a tan solo dos kilómetros de su casa, comenzó la persecución para darle la orden de detenerse. No obstante, "Pepe" ya había recogido a dos de sus escoltas, quienes, desde el vehículo, empezaron a disparar contra los policías al recibir la señal de alto y escuchar que se trataba de agentes del OIJ.

"Aproximadamente 15 o 20 minutos antes del allanamiento de la casa del sospechoso sale un vehículo donde se cree que iba el principal sospechoso, se traslada a una zona cercana, recoge a dos personas más y en ese ínterin se dan los allanamientos y se ordena la detención del vehículo. En esa detención del vehículo, tres unidades nuestras debidamente identificadas se les hace señalas de advertencia que es la policía que tienen que detenerse, en el momento que logran interceptarlo y nuestros oficiales se bajan ellos (presuntos delincuentes) atacan con arma de fuego a nuestros oficiales y ellos repelen el ataque", describió Vladimir Múñoz subdirector interino del OIJ.

En ese intercambio de balas murieron dos escoltas de Mora Durán, mientras que el líder solo sufrió heridas leves. Los agentes judiciales salieron ilesos.

Los fallecidos son dos hombres de 37 años, de apellidos Acevedo y Pérez, quienes tenían la labor de custodiar al cabecilla.

Autos de lujo y 70 propiedades

Bajo la dirección funcional de la Fiscalía de Legitimación de Capitales, se solicitó la anotación e inmovilización de bienes que el grupo inscribió mediante 24 sociedades anónimas, en las cuales tenían participación los sospechosos.

Se contabilizaron 71 vehículos, valorados en 740 millones de colones, y 74 propiedades, cuyo valor asciende a 650 millones de colones.

En un estudio realizado por los agentes judiciales, con base en datos del Registro Nacional, se determinó que Mora y sus allegados manejaban varios bienes inmuebles en diferentes zonas del país. Todos estos ya tienen una solicitud de anotación, a fin de que permanezcan con ese estatus mientras se desarrolla el proceso de investigación.

Sin embargo, la mayoría de estas fincas estaban inscritas a nombre de las 24 sociedades anónimas, en las que figuraban como socios el líder, su madre, su esposa, una hija, un tío, una cuñada y una contadora.

El dinero también fue dirigido a la compra de maquinaria pesada para operar una constructora. De hecho, desde la casa de Mora, los agentes judiciales decomisaron varios camiones de carga, una draga y un tráiler.

"Pepe" contaba con un predio en la parte trasera de su vivienda, no visible desde la calle principal, justo a la par de un taller donde fabricaban las casetas utilizadas para la venta de lotería.

"Manejaban una empresa constructora con maquinaria pesada que habrían obtenido con el dinero ilícito", dijo Vladimir Muñoz, subdirector a.i. del OIJ.

También tenían una licorera en el centro de Guatuso, llamada El Líder. Los agentes judiciales intervinieron ese local y decomisaron gran cantidad de licor. En la misma zona allanaron una librería que también era parte de este clan.

"Era mucho el dinero que generaban y tenían que buscar alternativas", dijo Vladimir Múñoz, subdirector interino del OIJ.

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