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Ticos en el exterior: de seguir los latidos del corazón a diseñar edificios inteligentes

El amor lo llevó fuera de nuestras fronteras, donde encontró la realización personal

Por Pablo Rojas | 5 de May. 2019 | 12:02 am

(CRHoy.com) Dicen que el amor todo lo puede. Para algunos no importa hacer lo que sea con tal de seguir los designios del corazón aunque eso implique dejar atrás: un país, una ciudad o toda una familia.

Jimmy Sanabria, costarricense radicado en Georgia (Estados Unidos), puede dar fe de ello.

Desde hace 20 años dejó atrás su terruño herediano para seguir la mano del amor de su vida, sin tener certeza de lo que el destino le depararía en una tierra muy lejana a la suya.

Con apenas 21 años de edad no fue una decisión fácil. Recién se graduaba de la carrera de Ingeniería en Electrónica. Sin experiencia profesional, con todos sus allegados y amigos aquí, Jimmy decidió seguir los latidos que venían desde muy adentro de su ser.

Hoy, luego de que pasara mucha agua bajo el puente, sabe que esa decisión por perseguir el amor le permitió conseguir el éxito profesional: actualmente es parte fundamental en el engranaje de una empresa dedicada al diseño y mantenimiento de edificios inteligentes en toda la ciudad de Atlanta (la número 13 por población en EE.UU.).

"Estaba bastante joven. Fue el amor. Conocí a una muchacha norteamericana que hoy es mi esposa. Vamos casi para 20 años juntos. La conocí en Heredia. Las cosas pasan y terminé aquí por ella. Nunca me pasó por la mente terminar aquí. Venirme para acá", citó Sanabria, quien es padre de 2 una pareja de niños.

Un viaje sin retorno

Cuando Jimmy y su esposa decidieron formalizar su relación aún no había terminado la universidad. De hecho, se casaron en territorio estadounidense y volvieron a Costa Rica para que Sanabria concluyera los 2 semestres pendientes para graduarse.

"Terminé la universidad y era hora de decidir. Si nos quedábamos en Costa Rica o nos veníamos para EE.UU. Nunca tuve la oportunidad de ejercer profesionalmente en mi país. Toda la carrera, por cuestiones de la vida la he hecho acá", expresó el tico.

La adaptación a la cultura estadounidense tampoco fue sencilla. El idioma fue uno de los primeros obstáculos que tuvo que sortear. Además, de granjearse poco a poco oportunidades laborales en un país donde los costarricenses usualmente son asociados con otro tipo de funciones no profesionales. Creer en sí mismo, persistir y no claudicar pese a ser extranjero fueron algunas de sus claves para afianzarse en su carrera profesional.

"Trabajo en la industria de edificios inteligentes. Soy responsable de los controles electrónicos y automáticos, es decir de lo que automatiza el edificio y lo vuelve inteligente. Tengo a cargo un grupo de ingeniería de hardware. Somos los que diseñamos esos controles", relata Sanabria, quien trabaja para una compañía denominada Lógica Automatizada (nombre en Español), parte una corporación llamada Carrier.

¿Qué es un edificio inteligente?

Jimmy lo explica de manera muy sencilla: procuran mejoras energéticas y funcionales para los usuarios. Desde aspectos tan básicos como las luces, el aire acondicionado, la seguridad o las puertas.

"Se centra en tener una mejora energética, en tener sistemas que puedan interactuar entre sí. Por ejemplo, las luces con un sistema de seguridad. Incluso, con su teléfono. Que usted tenga una oficina, entre al edificio y ya tenga los 'settings' automatizados porque el edificio lo reconoce cuando va entrando. Que en lugar de usar una tarjeta de seguridad a la entrada del edificio se use el teléfono mediante el bluetooth o el sistema GPS", describe Sanabria.

Entre los sistemas instalados recientemente por Sanabria y su equipo destacan algunos que permiten a los usuarios que el portón se abra de manera automática cuando llegan al edificio y de inmediato habilitan la temperatura favorita del usuario dentro de la oficina.

"Me considero extremadamente bendecido. Al principio, cuando llegué, tenía 4 meses de haberme graduado y me apareció mi primera oportunidad. Realmente fue mi primera entrevista de trabajo. Por supuesto fue todo muy difícil al principio. El inglés que yo tenía era muy básico. Nunca fui a una academia en Costa Rica, para practicar algo", repasa Jimmy, entre nostalgia y alegría por los pasos dados hasta la fecha.

Dejar todo atrás, aunque sea persiguiendo el amor, nunca es fácil. Tras estas 2 décadas Jimmy ha podido visitar casi anualmente su país, sin embargo reconoce que nunca dejará de ser difícil estar lejos de toda su familia.

Ahora, trata que sus hijos también sientan apego por Costa Rica y que cuando crezcan sientan orgullo por todo el esfuerzo realizado.

"El choque si se siente. No parece, pero sí. Siempre hace falta la familia, los amigos o los amigos del colegio. Gente muy cercana de toda la vida. Ahora hay más facilidad, gracias al Internet y la tecnología, pero hace 20 años fue muy difícil", expresó el costarricense.

El destino nunca está escrito, las vueltas de la vida son muchas, pero con su experiencia el testimonio de Jimmy es claro para quienes desean seguir sus anhelos: aprovechen las oportunidades que ofrece la educación costarricense, tengan confianza interna, sean esforzados y nunca se frenen los obstáculos.

Ah, y por aquello, sigan siempre los latidos del corazón.

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