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Reportaje Especial

Tico destaca entre científicos mundiales que luchan contra el cambio climático

Ha realizado varios estudios sobre consumo de carnes y la producción ganadera.

Por Yaslin Cabezas | 25 de Abr. 2021 | 12:00 am

(CRHoy.com) Hace 30 años Mario Herrero abandonó Costa Rica para estudiar un doctorado en Ecología y Manejo de Recursos Naturales, sin imaginarse que mucho tiempo después, destacaría en la lista de los mejores científicos del mundo que luchan contra el cambio climático.

Hoy vive en Brisbane, Australia, donde trabaja como director en jefe de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO).

Esta semana, la agencia Reuters lo eligió como el número 10, entre los científicos más influyentes, basándose en artículos de investigación sobre temas relacionados con el cambio climático, con qué frecuencia son citados por otros científicos y referencias en prensa especializada, redes sociales, entre otros.

Desde el otro lado del mundo, este oriundo de Escazú dijo que no se esperaba esta distinción y que se siente muy orgulloso por el trabajo que está realizando.

"Tomaron los artículos que hemos publicado cada uno, cuánto citan esos artículos y cuánto impacto tienen en la prensa. He tenido varios artículos en la BBC, The New York Times, National Geographic, The Washington Post y creo que no hay mejor uso de la ciencia que llegarle a la gente, de una forma sencilla. Tenemos que cambiar la forma en la que consumimos y producimos, tener un poco más de conciencia", aseguró el experto de 54 años.

Su doctorado lo sacó en Escocia, pero después trabajó como profesor investigador. Luego se fue para Nairobi, Kenia, a laborar en el Instituto Internacional de Investigación en Ganadería, donde dirigió el programa de Ganadería y Medio Ambiente.

"Trabajé por todo África y por el Sureste de Asia y hace 8 años estoy en Australia. Mi tesis en Costa Rica fue para ver cómo podíamos prevenir que se cortara más selva en las propiedades ganaderas y cómo se podrían hacer pagos por captura de carbono, a la mitad de los años 90, cuando esto estaba comenzando. Fue muy bonito porque los resultados se usaron para las negociaciones del TLC", detalló.

En el 2005 Herrero realizó un trabajo con un compañero sobre el cambio climático y desde entonces el rumbo cambió.

"Recuerdo que el director del Instituto nos dijo ‘¿Creen que eso va a pegar?' Me puse hacer -sin tener fondos- los cálculos de gases de efecto invernadero en la ganadería, un estudio global como calladito. Lo publicamos y me acuerdo que nos dijeron ‘¿Para qué lo hicieron? Pero de un momento a otro, el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) nos contacta y nos dicen que esos son los datos que quieren usar para negociar el Acuerdo de París. Ahí cambió montones, nos dieron pelota. Desde hace 15 años he trabajado haciendo esos cálculos y viendo cómo se podrían mitigar esos gases", afirmó.

Precisamente, muchos de los estudios realizados por Mario tratan sobre la producción ganadera y el consumo de carnes rojas.

"Comenzamos a hacer estudios de qué pasaría si la gente comiera un poquito menos de carnes, un poquito más de frutas y vegetales y al final nos dimos cuenta que los impactos serían enormes, especialmente con las carnes rojas", indicó antes de señalar que con esto se dieron cuenta que el consumidor no va a cambiar por el medio ambiente, pero sí por la salud. 

En una investigación en conjunto con científicos de la Universidad de Oxford, calcularon los impactos en la salud en el consumo de carnes, tanto en problemas coronarios como diabetes y vieron que eso sí es algo que le preocupa a la gente.

"Si le hablás a una persona de su salud y de bajar el riesgo de esas cosas, es mucho más probable que haga algo al respecto, si le decís que es por el medio ambiente, es como un objetivo más global, más alejado a la persona. Nos dimos cuenta que a través de las dietas y a través del consumo de alimentos, se pueden pegar políticas ambientales, de seguridad alimentaria y de salud al mismo tiempo. Es una proposición muy atractiva para gobernantes poder realmente trabajar en esto", citó.

La lucha en Costa Rica

Analizando el comportamiento de la mayoría de países del mundo, Herrero tiene sustento en decir que Costa Rica está haciendo un excelente esfuerzo en su lucha contra el cambio climático.

"Comparativamente, Costa Rica ha tenido logros ambientales enormes. Solo el hecho de proteger la cantidad de bosque que protegemos, es importantísimo para controlar el cambio climático, el producir comida con tanta eficiencia es también importantísimo. Costa Rica está privilegiada con el clima para producir alimentos y la variedad que se puede producir es enorme. Hay que ponerse un poquito más a pensar en temas de calidad de agua, que no se use tanto pesticida como en la piña o el banano, ese nivel de intensificación de la agricultura", señaló.

También aseguró que, por ejemplo, si Costa Rica está haciendo un buen trabajo en temas de gases de efecto invernadero, podría hacer mucho en el uso de pesticidas y ver el problema de manera sistémica. 

"En términos de cambio climático Costa Rica debería meter automóviles eléctricos. Con las presas que hay, toda esa cantidad de combustible botado en presas, gases producidos en presas.

A mi me sorprendió mucho en Noruega que hay tanto vehículo eléctrico. Son sin impuestos, no pagan marchamo, pueden andar por el carril exclusivo de buses, pueden cargarlos gratis en parqueos. ¡Hay que darle al consumidor herramientas e incentivos para que hagan los cambios! Tenemos que transformar esto rápido y no es que el tico tenga carros eléctricos en el 2040, eso debería ser en los próximos 5 años, cambios en los vehículos viejos, dar facilidades", enfatizó.

Pequeños cambios

En un artículo publicado en el 2019 en el medio The Guardian, Mario explicaba la importancia de reformar radicalmente el sistema alimentario y la poca prioridad que se le da a esto, pese al impacto que tienen las emisiones de gases de efecto invernadero y otras degradaciones ambientales.

"La forma en que producimos alimentos, la forma en que los alimentos se manipulan y se mueven por el mundo, y lo que nosotros, como ciudadanos, decidimos poner en nuestro plato, son importantes para la crisis climática. Los sistemas alimentarios contribuyen entre el 21% y el 37% de los gases de efecto invernadero mundiales y contribuyen de manera significativa a la deforestación, la pérdida de biodiversidad y la disminución de los niveles freáticos. Quizás el mayor problema: el ganado. Ellos utilizan un tercio de las tierras de cultivo global y contribuyen con el 15% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero", señalaba Herrero en dicho artículo.

El experto recalcó la importancia de hacer pequeños cambios desde casa, empezando por disminuir el consumo de carnes rojas y no consumir alimentos procesados.

"Lo que estamos proponiendo no es que dejen de comer carne, es comer un poquito menos. A mi me enseñaron que la carne era la estrella del plato, pero lo que queremos es que pongan los vegetales en la mitad del plato, un cuarto de arroz y frijoles y un pedacito de carne. El cambio real comienza en nosotros, no es tan difícil, es comenzar con pequeñas acciones. ¡No hay excusas!", afirmó.

Mario se casó con una danesa y tiene dos hijos, Luca de 13 años e Isabella, de 11 años. En julio próximo se mudarán a Nueva York, pues le ofrecieron una plaza en la Universidad de Cornell, donde espera seguir aportando su granito de arena y estar más cerca de su amada Costa Rica.

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