Tecnología puede ser un aliado o un enemigo ante violencia en centros educativos
(CRHoy.com).-La tecnología ha sido un gran aliado para la educación durante la pandemia, pero un mal uso de los dispositivos tecnológicos, especialmente celulares, más bien se puede convertir en un peligroso enemigo.
La gran cantidad de hechos violentos en centros educativos reportados durante la vuelta a la presencialidad del curso lectivo, es una muestra de lo que el abuso o inadecuada utilización de la tecnología puede desencadenar.
En sí los aparatos no son dañinos como tales, todo depende del uso o abuso que se les de. Por ejemplo, los agresivos enfrentamientos entre estudiantes, son grabados y los videos se viralizan rápidamente en redes sociales.
De igual manera, grupos de WhatsApp se utilizan para advertir y coordinar los pleitos que terminan con jóvenes heridos y suspensión de clases.
¿Qué dicen los expertos?
"Ahora nos estamos reinsertando a una nueva normalidad, a una presencialidad en los centros educativos, donde hay que tomar en cuenta que, el hecho de estar aislados durante tanto tiempo de sus grupos de pares, nos indica que podríamos estar viendo que ellos carecen de herramientas y habilidades para asumir la presión de otros en este proceso y es a los adultos a quienes nos toca ayudar a nivelar esas carencias", señaló Waynner Guillén Jiménez, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Fidélitas
"Como sociedad debemos reflexionar sobre las circunstancias que están viviendo los menores de edad, pues ahora esperamos que ellos se reinserten en condiciones normales, cuando en realidad fueron los más afectados con la situación del aislamiento social", reiteró Guillén Jiménez.
El especialista explica que tras una pandemia y un confinamiento social de 2 años, se modificaron las rutinas y comportamientos, donde los niños y adolescentes fueron los grupos más afectados en su salud mental.
Agrega que hay que tomar en cuenta que la socialización de los pares es fundamental en las etapas más jóvenes para ir trabajando los niveles de la autoestima, tolerancia a la frustración y ellos en este momento se están exponiendo intempestivamente a una presencialidad para la que no necesariamente fueron preparados.
"Sin embargo, por las circunstancias citadas, hoy tenemos una generación de niños y adolescentes que, al estar aislados, carecieron de ese aprendizaje que les daba su grupo de pares, y por tanto, hasta podrían estarse viendo hoy los efectos de un confinamiento social manifestado en la reproducción de actos de agresión entre sí.
Ellos son más susceptibles a la reproducción de conductas que están consumiendo en las redes sociales o a través de los dispositivos electrónicos", detalla el profesional en Psicología.
Para él, los hechos de violencia no se pueden justificar y achacar solamente al tema de la pandemia, porque durante el proceso de la niñez y la adolescencia aprenden y se modelan del ambiente que les rodea, sobre todo de los adultos que tienen cerca.
"Niños y jóvenes están sometidos permanentemente por horas a un consumo indiscriminado de contenidos en redes sociales, donde si bien es cierto, hay información positiva, también hay una gran cantidad de violencia y contenido negativo, que los adultos no están supervisando.
Como ya es sabido, los jóvenes todo lo graban y estas manifestaciones de agresión se viralizan en redes sociales y con ello se hace una socialización de la violencia", finalizó Guillén.
En tanto, para Leda Muñoz, directora ejecutiva de la Fundación Omar Dengo (FOD), "el confinamiento al cual nos vimos sometidos como consecuencia de las medidas sanitarias por el COVID-19, trajo consigo un aislamiento social y un estrés emocional que la mayoría de la humanidad no había experimentado en mucho tiempo, y que, de manera particular, afectó a los niños y personas jóvenes.
Asimismo, se dio una sobreexposición a los dispositivos electrónicos, pues permitieron -entre otras cosas- conectar a las personas. Esto sin duda ha facilitado un uso abusivo e irresponsable de las tecnologías digitales por algunas personas y grupos, el cual afecta a las personas que apenas empiezan a incorporarse a la dinámica de clases presenciales y de interacción física cotidiana".
Ella señala que profesionales en psicología y otras disciplinas relevantes ya han señalado la importancia de orientar a los menores de edad en un uso productivo y responsable de las tecnologías digitales, que reduzca los riesgos y promueva los beneficios que estas pueden generar.
De acuerdo con la jerarca de la FOD, es fundamental no perder de vista que el alcance o impacto de estos dispositivos, como el de toda herramienta inventada por el ser humano, se define por el uso individual que las personas hagan de él.
Desde la semana pasada se gestionó una entrevista con personeros del Ministerio de Educación Pública para conocer su posición al respecto y saber cuánto le preocupan este tipo de situaciones de violencia, pero no han agendado la cita.