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Tarcísio de Freitas, el posible heredero de la derecha brasileña si Bolsonaro cae

Por Gustavo Arias | 5 de Sep. 2025 | 5:54 am

En Brasil todos miran hacia un mismo nombre cuando se habla del futuro de la derecha: Tarcísio de Freitas.

Gobernador de São Paulo desde 2023, ingeniero militar y exministro de Infraestructura de Jair Bolsonaro, se perfila como el candidato con más fuerza para ocupar el lugar de su antiguo jefe en la elección de 2026, si este resulta condenado en el juicio que enfrenta por intentar desconocer la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en 2022.

De técnico discreto a figura nacional

Durante años, Tarcísio de Freitas se mantuvo lejos de la política partidaria. Formado en el Ejército, construyó fama de gestor eficiente en distintos cargos técnicos hasta que Bolsonaro lo nombró ministro de Infraestructura en 2019. Desde ese puesto impulsó concesiones de carreteras, aeropuertos y puertos, lo que lo acercó al empresariado.

En 2022 aceptó competir por São Paulo con el aval directo de Bolsonaro y ganó en el estado más rico y poblado del país. Desde entonces se consolidó como un político de derecha con un discurso firme en seguridad y apertura al mercado.

Las polémicas de la gestión de Tarcísio de Freitas

De Freitas impulsó la privatización de Sabesp, la mayor empresa pública de agua y saneamiento de Brasil. Sus críticos lo acusan de "vender" el patrimonio estatal, mientras él sostiene que la medida traerá eficiencia e inversiones.

En seguridad, redujo el uso de cámaras corporales en la Policía, decisión que alarmó a organismos de derechos humanos y fue celebrada por sectores conservadores.

También promovió una ley que anuló miles de multas impuestas durante la pandemia, medida que benefició incluso a Bolsonaro.

Un bolsonarista pragmático

El gobernador reconoce su cercanía con Bolsonaro. "¿Quién era yo? No era nadie, y mi presidente apostó por personas como yo", dijo en una entrevista. No obstante, en algunos temas ha marcado distancia. Su apoyo a la reforma tributaria de Lula, rechazada por buena parte del bolsonarismo, es el ejemplo más claro.

Esa mezcla de lealtad y autonomía alimenta la definición que más se repite sobre él: un "bolsonarista pragmático".

La promesa del indulto

El gobernador ya prometió que, si llegara a la presidencia, su primer acto de gobierno será conceder un indulto a Bolsonaro. Lo dijo en un evento religioso en São Paulo: "Ahora mismo. Primer acto. Porque creo que todo lo que está pasando es absolutamente irracional".

La declaración provocó un aluvión de críticas de la izquierda. La presidenta del Partido Socialismo y Libertad , Paula Coradi, afirmó que la promesa "desnuda su verdadero rostro: el de un político con desprecio por la democracia".

Desde el gobierno de Lula también hubo reproches. La ministra Gleisi Hoffmann sostuvo que hablar de indulto equivale a admitir que Bolsonaro cometió los crímenes por los que será juzgado. Paulo Teixeira, ministro de Desarrollo Agrario, calificó la declaración como "un peaje más que paga a la familia Bolsonaro".

Tensiones dentro del bolsonarismo

El propio bolsonarismo también muestra fisuras frente al ascenso de Tarcísio. Su creciente protagonismo incomoda tanto a parte de la familia Bolsonaro como a los aliados más leales del expresidente.

La señal más evidente vino de Eduardo Bolsonaro. En mensajes obtenidos por la Policía Federal en el marco de la investigación contra su padre, el diputado acusó a Tarcísio de "calentarse para 2026" y de mantenerse al margen en las disputas judiciales con el Supremo Tribunal Federal. También desestimó la ecuación "Tarcísio = Bolsonaro", calificándola de construcción interesada de los aliados del gobernador para impulsarlo como presidenciable.

Estas críticas muestran que la lucha por la herencia política de Jair Bolsonaro ya está en marcha. Aunque Tarcísio asegura que solo se presentaría si cuenta con la venia del expresidente, su perfil de gestor pragmático y el peso político de São Paulo lo colocan en el centro de una disputa abierta. Para la familia Bolsonaro, cederle espacio a un aliado significaría arriesgar el control de un movimiento que hasta ahora ha orbitado exclusivamente en torno al apellido.

Los otros nombres de la derecha

Si ni Bolsonaro ni De Freitas compiten, el campo conservador cuenta con otras figuras:

  • Romeu Zema, gobernador de Minas Gerais, liberal en economía y cercano al empresariado.
  • Ronaldo Caiado, gobernador de Goiás, médico con larga trayectoria política y fuerte vínculo con el agro.
  • Ratinho Junior, gobernador de Paraná, gestor con discurso de orden y buenas relaciones con el centrão.

También aparecen nombres como la exministra Damares Alves, influyente en sectores evangélicos, y la ex primera dama Michelle Bolsonaro, aunque esta ha rechazado postularse.

El futuro incierto de Bolsonaro

El expresidente ya está en teoría inhabilitado hasta 2030 por abuso de poder y desinformación en las elecciones de 2022. Además enfrenta la fase final del juicio en el Supremo Tribunal Federal por intento de golpe y conspiración con militares. La Fiscalía lo acusa de liderar una trama para desconocer la victoria de Lula.

Una condena penal sellaría su salida definitiva del escenario político. Y en ese vacío, Tarcísio de Freitas aparece como el heredero natural.

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