Spinners: Juguetes de moda, ¿pero peligrosos?
En personas que no tienen algún tipo de trastorno, no se recomienda su uso en clase
Los spinners son juguetes que en las últimas semanas se posicionaron en la mente y el gusto de muchos a nivel internacional y nuestro país no es la excepción. Estos aparatos tienen un costo aproximado a de ¢2.700 colones, y tratan de un trozo de plástico o metal que rota sobre tres ejes, es tan pequeño que cabe en la palma de la mano.
Dichos aparatos han estado bajo la lupa de la opinión pública porque en algunas escuelas en Europa, los prohibieron, pues han detectado que generan desconcentración en los estudiantes. Pero por otro lado, algunos señalan que pueden ser utilizados con fines terapéuticos: para aliviar el estrés, la ansiedad, el déficit de atención e incluso pueden ayudar a las personas con autismo o asperger.
Su razón de ser
Adriana Ortiz, psicóloga de Torre Médica Momentum, señaló que el objetivo de la inventora Catherine Hettinger, fue crear un juguete que relajara, que produjera un efecto tranquilizante y combatiera la ansiedad. Existe desde hace más de 20 años, pero hasta ahora está de moda al igual que el trompo o el yoyo en su momento, explicó la especialista.
Según ella, en efecto, los spinners sirven para el manejo del estrés siempre y cuando se usen bajo la premisa básica del artículo, "en su forma simple: sujetar con ambos dedos y girar".
Explicó que "puede lograr en sí la reducción de la ansiedad, el alivio de la energía nerviosa, sirve en tanto se mantenga como enfoque de fondo el movimiento, es decir, la persona lo sujeta con su mano y el enfoque principal es otro (la clase por ejemplo), siendo utilizado de esa forma, es equivalente a estar poniendo atención en clases y mover un lapicero entre los dedos o a realizar garabatos mientras se escucha una lección. De ahí que por eso que sus beneficios se han asociado con ayudar en trastornos como déficit atencional, autismo, ansiedad e inclusive depresión", explicó.
Catalina Cárdenas, de Psicología para Todo@s de Clinykids, comentó que en efecto, desde hace muchos años se utilizan estos y otros aparatos o juguetes para controlar el deseo de mover las manos, especialmente en las personas que padecen de ansiedad, autismo o algún trastorno de este tipo que genera el movimiento de las extremidades inferiores. Explicó que en el caso de los spinners la diferencia ahora es que se pueden conseguir con mayor facilidad.
Con medida
Melissa Céspedes, psicóloga de la Clínca Bíblica, comentó que puede ser una actividad beneficiosa, siempre y cuando no pierda su esencia y se controle su uso para que no interfiera con las actividades escolares. Además, recalcó que se debe tener en cuenta que este juego no debe limitar otras actividades donde sí se fomente el movimiento o el ejercicio físico.
Cárdenas advirtió que el uso de un spinner en clase, en una persona que no tiene ningún trastorno, se puede comparar con alguien que se tome algún medicamento que no necesite, "en lugar de hacerle un bien le va a hacer un daño. Si yo no tengo necesidades de canalizar ansiedad, más bien el spinner es un distractor y en efecto, no me va a servir para nada positivo", comentó la especialista.
Céspedes comentó que lo recomendado es que este tipo de aparato lo utilicen los menores a partir de los 6 años, preferiblemente, y que se limite su uso a horas fuera del curso lectivo.