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Sobreviviente cuenta cómo se aferró a Dios para escapar de cabeza de agua mortal en Liberia

Por Johan Rojas | 16 de Sep. 2025 | 3:39 pm

Andrey Mora Rodríguez fue uno de los sobrevivientes de un accidente acuático en una catarata en Curubandé de Liberia, en el que tres personas fallecieron. Él le contó a CR Hoy cómo milagrosamente se aferró a Dios, sacó fuerzas de donde no tenía y logró salir con vida del incidente.

Explicó que ese día se apuntó con su esposa a un tour por la zona, pero de un pronto a otro la situación cambió.

Mora Rodríguez, de 38 años, vive en Liberia y labora en un puesto de dirección de Ingeniería y Mantenimiento en una empresa transnacional.

Nos fuimos para allá, había una agencia, preguntamos y nos cobraron, creo que, 12.500 colones por persona. Íbamos con un guía, él era joven, se llamaba Gabriel, de unos 20 o 21 años. Nos contó que era estudiante de inglés en la Universidad de Costa Rica y que los fines de semana trabajaba como guía. Tenía como cuatro meses de laborar con ellos.

Hicimos la caminata y luego fuimos a la catarata. Cuando veníamos de regreso, nos metimos a una catarata pequeña que llamaban La Ducha. De un pronto a otro se vino la cabeza de agua; no fue como otras veces, en que el agua cambiaba de color antes.

Yo iba con el guía y mi esposa, y se nos vino encima. Logramos que mi esposa se agarrara de una cuerda; él buscó refugio detrás de una piedra y yo no sé de dónde saqué fuerzas para subirla a los hombros y empujarla para que se elevara, pero eso duró un tiempo.

Relató que, pese al esfuerzo de salvar a su pareja, no pudo resguardarse y tomó una de las decisiones más duras de su vida.

Yo seguí agarrado de la misma cuerda que estaba ella, mientras el guía intentaba subir, pero la corriente se vino más fuerte y el agua me estaba tapando. Luché con las energías que tenía, pero cada vez que trataba de subirme a la cuerda, el agua me cubría y me ahogaba.

Llegó un punto en que las fuerzas no fueron suficientes. Me solté; lo pensé demasiado, pero no creí que iba a aguantar mucho y estaba tragando mucha agua. No creí que pudiera subir por ahí; fue entonces cuando me solté y me la jugué para agarrarme de algún lugar.

El río me llevó. Según las personas que me rescataron, el agua me arrastró como un kilómetro y medio. Lo único que hice fue tomar bocanadas de aire mientras intentaba nadar. Eso me permitió resistir. En varios momentos abrí los ojos en medio de palos y piedras, hasta que pude agarrarme de una rama y me sostuve un rato. Después logré subirme al árbol y mantenerme allí.

La rama de la que me sujeté quedó tapada por el río, así que subí un poco más. Permanecí agarrado como 20 minutos, hasta que el agua bajó. Luego descendí un poco y me quedé ahí por unos 45 minutos, hasta que escuché los silbidos de tres muchachos que estaban buscando gente. Yo grité y después llegaron a rescatarme.

Tiraron un arnés e hicieron una ruta para poder sacarme; estaba muy golpeado.

Agregó que su esposa estuvo desesperada durante ese tiempo, pero se calmó al verlo salir del sitio con el apoyo de otras personas.

Mora, padre de dos menores de edad, vive hace más de un año en Liberia, explicó que, pese a lo aparatoso, solo le quedaron moretones en los codos, estómago, espalda, piernas y tobillos. Este miércoles volverá al trabajo.

En redes sociales publicó un mensaje contando lo sucedido y agradeció a Dios por el milagro de salir con vida:

Él me oyó desde su santuario; mi clamor llegó a sus oídos. Extendió la mano desde el cielo y me rescató; me sacó de aguas profundas.

En este incidente fallecieron tres personas —dos hombres y una mujer—, el pasado fin de semana en horas de la mañana. El caso está bajo investigación del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

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