Snapchat se convierte en un nido para pedófilos
HAY AL MENOS 6 CASOS ABIERTOS EN ESTADOS UNIDOS POR EL USO DE ESTA APLICACIÓN CON FINES PORNOGRÁFICOS CON MENORES DE EDAD
En Estados Unidos hay al menos 6 casos abiertos por menores que fueron abusados por esta red social (Archivo).
Mucho se ha hablado del cuidado que los padres deben tener con sus hijos y el internet, en especial con las redes sociales. A pesar de sus múltiples beneficios, los peligros también acechan, entre ellos la pornografía infantil.
Sin embargo, recientemente se le ha prestado más atención a Snapchat. El peligro radica en que el envío y recibo de mensajes (texto – imágenes – video) a través de ella se percibe como más privado y, además, el contenido "desaparece".
Este contenido, en apariencia volátil, da más confianza a quienes creen que enviar material con desnudos puede llegar a ser peligroso, entre ellos los menores de edad.
La compañía Bloomberg informó de un adolescente de 13 años, de Illinois, Estados Unidos, que envío fotos y videos desnudo a una mujer de 19 años, o al menos eso era lo que creía. Cuando el menor empezó a notar aspectos extraños decidió cortar toda comunicación pero ya era muy tarde. La supuesta mujer ya lo amenazaba con publicar el contenido.
El adolescente dio aviso a sus padres y, tras una denuncia y la respectiva investigación, se enteraron de que en realidad quien estaba detrás del delito era un hombre de 24 años.
"Los depredadores saben que pueden ponerse en contacto con niños en Snapchat (…) Ellos saben que es la aplicación popular en la que los niños están. Ambos lo utilizan para contactar a los niños y lo utilizan para enviar y recibir pornografía infantil, y piensan que no van a ser rastreados", dijo a Bloomberg Melissa Travis-Neal, investigadora de la oficina del fiscal de Oklahoma.
La compañía informó, además, que en todo Estados Unidos hay al menos 6 casos penales similares contra supuestos pedófilos que usaron esta red social para obtener material pornográfico de menores de edad. La razón es que es una aplicación de moda entre los jóvenes y, además, la desaparición de los mensajes hace creer a los depredadores que no van a ser rastreados.
La preocupación crece cuando otras plataformas como Instagram y Messenger también se unen al grupo de aplicaciones que ponen en funcionamiento el contenido volátil.
