Ruta Interamericana Sur tiene 118 puntos de inestabilidad por taludes
Se detectó riesgos en la seguridad vial y peatonal
El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) encontró 118 puntos de interés con inestabilidad sobre la ruta nacional 2, Interamericana Sur, en el tramo entre El Guarco de Cartago y San Isidro de El General en Pérez Zeledón.
Esa es una de las conclusiones que se encuentra en un informe preparado por el Programa de Ingeniería Geotécnica de la institución adscrita a la Universidad de Costa Rica (UCR).
"La mayoría de los taludes existentes carecen de sistemas adecuados para el control de la escorrentía superficial, por lo que se recomienda implementar medidas integrales de mitigación para detener y evitar la erosión de la cara de los taludes, así como, colocar sistemas para el control de la escorrentía superficial y evitar que se magnifiquen los problemas de estabilidad que fueron observados", indica el informe de Lanamme.
A su vez, se identificaron otros 64 sitios de interés geotécnico con evidencias de inestabilidad entre San Isidro de El General y Paso Canoas, tras una inspección de campo realizada en julio de 2024.
Algunas de las generalidades sobre los comportamientos de taludes es que se encuentran evidencias de movimiento con la presencia de árboles inclinados y la caída de materiales.
El Laboratorio detalló que la fragmentación o degradación parcial o total de las rocas puede conllevar una evolución de fallas y posibles deslizamientos.
Taludes
Los taludes inspeccionados cuentan con alturas entre 3 metros a 15 metros. Las inspecciones evidenciaron movimiento de material que se ve reflejado por la presencia de coronas, árboles inclinados y deslizamientos.
En la inspección se detectaron evidencias de erosión superficial, mientras que se reflejaron etapas tempranas de la formación de cárcavas (zanja grande que suelen hacer los pasos de agua), las cuales se encuentran asociadas a ausencias de control para el manejo del líquido que discurre en la superficie territorial.
"No se observó la presencia de cunetas o contracunetas las cuales se consideran esenciales para asegurar la estabilidad de los taludes. De esta manera, se considera oportuno implementar un adecuado sistema de manejo de agua de escorrentía superficial que incluya contracunetas y estructuras de canalización de agua para evitar la escorrentía superficial sobre la cara de los taludes y, en el caso de existir algún sistema de drenaje, considerar mejorarlo", afirmó el informe de Lanamme.
Los expertos recalcaron que tanto el diseño como la construcción deben ser los más adecuados y específicos al talud para intervenir, así como también cuando existan cunetas urgirá una limpieza del material caído acumulado al pie del talud, el cual obstruirá las cunetas.
A su vez, se recomienda la utilización de los métodos adecuados para manejar la erosión, como la vegetación y las biomantas, entre otros materiales.
Falta de cunetas
Otro de los hallazgos del estudio es la ausencia de taludes de relleno en algunos puntos en concreto, u otros mecanismos de control en el manejo del líquido que discurre en la superficie territorial.
"La falta de control del agua superficial puede generar una reducción de la resistencia, favoreciendo la inestabilidad y deformaciones en la capa de ruedo.
"Lo anterior se puede ver reflejado con la presencia de pérdida de la sección transversal de la superficie de ruedo (…). Si no es tratada en el momento oportuno, puede generar una falla y una pérdida mayor en la sección transversal o ancho del pavimento", afirmó Lanamme.
En el punto de la carretera se observó la presencia de viviendas y redes eléctricas, pero no se vieron ni puentes, redes de agua potable o pasos peatonales. Estos últimos comprometen la seguridad vial de peatones y conductores.
En concreto, se sugirió realizar una evaluación específica del sitio especializado en geotecnia al considerar la topografía actual, así como la consideración de escenarios con saturación del terreno y sismo.