Ruta 27 mantiene riesgo “alto” de colapso tras arreglos insuficientes en hundimiento
Soluciones aportadas por concesionario no resolvieron problema, dice Lanamme
(CRHoy.com).-Las intervenciones hechas por Globalvía, concesionaria de la ruta 27, entre San José y Caldera, son insuficientes para resolver el deslizamiento que existe en el kilómetro 44 a la altura de Escobal de Atenas.
El Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) de la Universidad de Costa Rica (UCR), a través del informe EIC-Lanamme-INF-0140-2021, publicado este 26 de noviembre, detalló que en este sitio persisten 400 metros de vía con deformaciones en la carpeta asfáltica y el guardavía, así como con grietas y hundimientos.
El deslizamiento fue descubierto en 2011 por ese ente. Es decir, 1 año después de la puesta en funcionamiento de la carretera. Entre 2019 y 2020, hubo un incremento en el deterioro a causa de las estaciones lluviosas de los últimos años.
Según la evaluación anual sobre las condiciones de la ruta, correspondiente a 2021, si se analizan la extensión y la magnitud de los daños en las estructuras geotécnicas y el pavimento, existe un riesgo potencial "alto" de que un colapso interrumpa totalmente la circulación vehicular.
Tras hundimientos reportados en 2017 y 2018 por las condiciones lluviosas en esos años, Globalvía construyó un muro anclado y una pantalla de pilotes al pie del terraplén como acciones de contingencia. Pese a ello, el movimiento del terreno ha continuado.
"Las grietas en el pavimento y los hundimientos se continúan presentando de forma recurrente hasta la fecha de emisión de este informe. Frecuentemente, el concesionario debe colocar nuevas capas de asfalto para permitir que este tramo sea transitable. El muro anclado y la viga de amarre de la pantalla de pilotes (al pie del muro anclado) presentan varios sectores con grietas y desplazamientos importantes", detalló el informe.
Al tomar en cuenta que el objetivo de estas intervenciones era estabilizar el terreno que da soporte a la carretera para darle transitabilidad, se determina un riesgo potencial "alto" de que ocurra un colapso de tal magnitud que el tránsito vehicular se vea interrumpido, "afectando significativamente el servicio que la ruta debe brindar a los usuarios".
"Por las observaciones realizadas durante las evaluaciones de este año, es evidente que este objetivo de estabilización no se ha cumplido, sin que se haya resuelto el problema del hundimiento en la calzada y así se evidenció en los informes de 2019 y 2020 en el que se muestran los resultados del monitoreo geotécnico. Se observa la condición del muro anclado, y la condición de la viga de amarre de la pantalla de pilotes", subrayó el Lanamme.
La inspección en este punto estableció deterioros y desplazamientos en la viga de amarre de la pantalla de pilotes que se colocó en el muro anclado.
"Durante las estaciones lluviosas de años anteriores los desplazamientos y hundimientos en la carretera se han incrementado, por lo que un nuevo movimiento se podría presentar ante condiciones de saturación del terreno o como consecuencia de movimientos sísmicos.
"Por lo tanto, se recomienda realizar un estudio de la zona más detallado para determinar la actividad del deslizamiento e implementar planes de monitoreo que permitan detectar con rapidez estos movimientos y tomar las medidas necesarias de forma inmediata, con el fin de salvaguardar la condición adecuada de la carretera para su tránsito", indicó el análisis fiscalizador.
El documento también advirtió sobre vulnerabilidades en los taludes de los kilómetros 37+500, 38+600, 40+800, 75+900. En esos puntos, en ocasiones previas, hubo caída de materiales o sedimentos por erosión. En la mayoría se ejecutan, o se ejecutaron, trabajos de contención que fueron insuficientes para solventar las falencias.
Por ejemplo, en marzo de este año, en el kilómetro 75 sucedió la caída de un bloque importante de roca que impactó el muro de gaviones y lo sobrepasó, cayendo posteriormente en la carretera. Esto, según las observaciones, demostró que el muro de gaviones construido por el concesionario no es suficiente para contener bloques de gran tamaño que se desprendan de la parte alta del talud.
"Desde el punto de vista geológico y geotécnico se puede determinar que se sigue evidenciando un mal manejo del deterioro presentado en los taludes de corte y relleno, obras de estabilización, protección superficial de taludes y sistemas de drenaje para el manejo del agua de escorrentía, lo que ha generado que la condición en los puntos analizados haya presentado deterioro constante a lo largo de los años en que se han estado evaluando y monitoreando", agregó el laboratorio.
Sobre las condiciones de los taludes, el laboratorio recomendó al concesionario realizar estudios básicos para diseñar soluciones que reduzcan el riesgo potencial por caída de rocas y suelo, de una forma que no comprometa el flujo vehicular.