¿Rodrigo Paz o Jorge “Tuto” Quiroga? Bolivia define a su presidente este domingo
Bolivia está a punto de escribir un nuevo capítulo en su historia política. Este domingo, los bolivianos acudirán a las urnas para elegir a su próximo presidente, en un balotaje histórico que marca el final de 20 años de gobiernos socialistas liderados por el Movimiento al Socialismo (MAS) bajo Evo Morales.
Tras la derrota de la izquierda en la primera vuelta del 17 de agosto, Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y Jorge "Tuto" Quiroga, de la alianza Libertad y Democracia (Libre), se disputarán el mando del país por los próximos cinco años, en medio de una de las crisis económicas más profundas de las últimas décadas.
¿Por qué hay balotaje en Bolivia?
La Constitución Política de Bolivia establece que para ganar en primera vuelta, una fórmula presidencial debe obtener más del 50% de los votos válidos, o al menos un 40% con una ventaja de 10 puntos sobre el segundo. Ningún candidato logró esas cifras en agosto, lo que activó por primera vez en la historia el mecanismo de segunda vuelta, incluido en la Constitución de 2009 pero nunca antes aplicado.
En la primera vuelta, Paz obtuvo 32,14% de los votos, mientras que Quiroga logró 26,81%. La votación evidenció también el declive del MAS, relegado a un cuarto lugar con menos del 10% de los sufragios, un golpe histórico para el partido que dominó la política boliviana durante casi dos décadas.
Crisis económica y prioridades ciudadanas
El balotaje se percibe como un plebiscito sobre la capacidad de gestión de los candidatos. La escasez de combustible ha generado largas filas que pueden durar horas o incluso días en zonas rurales, afectando el transporte de productos y la operación de la maquinaria agrícola.
La inflación, la pérdida de reservas y la caída de la moneda concentran la atención del electorado, dejando en un segundo plano debates sobre coca, narcotráfico o la figura de Evo Morales.
Analistas citados por medios bolivianos coinciden en que los votantes buscan propuestas que revitalicen la economía, aseguren abastecimiento de bienes y servicios y fortalezcan la estabilidad fiscal, dejando la ideología en segundo plano.
Rodrigo Paz: el centrista pragmático
Rodrigo Paz, de 58 años, ha construido una carrera política sólida: diputado, alcalde de Tarija y actualmente senador por su departamento natal. Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993), vivió su infancia en diez países antes de regresar a Bolivia a los 15 años. Su formación incluye estudios en Relaciones Internacionales y una maestría en Gestión Pública por la American University de Washington, DC.
Se presenta como un reformista moderado, defensor de un "capitalismo para todos", con promesas de recorte del gasto público, descentralización de recursos y acceso al crédito para dinamizar la economía formal. Su campaña busca equilibrar la recuperación económica sin afectar programas sociales esenciales, priorizando salud, educación y seguridad.
Una de sus cartas más visibles es Edman Lara, ex policía y figura popular en redes sociales, que le permitió acercarse a votantes de sectores populares y del MAS que desean un cambio sin rupturas radicales. Sin embargo, este vínculo genera reservas entre quienes rechazan cualquier relación con el legado de Morales.
Paz también ha sido imputado por presunta corrupción durante su gestión como alcalde de Tarija, incluyendo sobreprecios y contratos irregulares, aunque mantiene su reputación como gestor pragmático.
Jorge "Tuto" Quiroga: experiencia y tecnocracia
Jorge "Tuto" Quiroga, de 65 años, se perfila como el candidato de la experiencia, tras haber ocupado la presidencia de Bolivia entre 2001 y 2002, completando el mandato de Hugo Banzer, y haber sido vicepresidente y ministro de Finanzas. Formado como ingeniero industrial en Estados Unidos y con una maestría en Administración de Empresas, trabajó varios años en IBM antes de ingresar a la política.
Se presenta como un tecnócrata de derecha, defensor de una apertura económica radical: eliminación de impuestos a la inversión extranjera, liberalización de mercados, solicitud de créditos al FMI y políticas de austeridad para enfrentar la crisis. Su campaña lo muestra como un gestor capaz de implementar cambios profundos sin depender de estructuras partidarias tradicionales.
Su candidatura arrastra el peso histórico de su vinculación con Hugo Banzer, lo que le resta la etiqueta de "nuevo" y lo obligó a reposicionarse hacia el centro en el tramo final de la campaña. Para equilibrar su perfil, incorporó como candidato a vicepresidente a Juan Pablo Velasco, emprendedor tecnológico de Santa Cruz.
El papel de Evo Morales y la izquierda
Evo Morales, que gobernó Bolivia casi de manera ininterrumpida entre 2006 y 2019 y no pudo postularse por límite constitucional, sigue siendo un factor clave en la política boliviana. Tras llamar al voto nulo en la primera vuelta, Morales evalúa consolidar su influencia con el nuevo partido "EVO Pueblo" para las elecciones subnacionales de 2026.
Aunque no respalda formalmente a ningún candidato, analistas destacan que su estrategia busca un gobierno débil y fragmentado, que le permita reconstruir capital político. El MAS, dividido y sin un candidato consolidado, enfrenta la realidad de su pérdida de hegemonía: departamentos históricamente favorables, como La Paz, Cochabamba y El Alto, pasaron a apoyar a Rodrigo Paz.
Encuestas y escenarios posibles
Las últimas encuestas dan ventaja a Quiroga, con 45% frente al 36% de Paz. Sin embargo, los analistas advierten sobre la volatilidad del electorado.
En la primera vuelta, Paz partió desde el tercer lugar y terminó en primer lugar, lo que demuestra la relevancia del voto indeciso, los blancos y los nulos, que podrían definir la segunda vuelta.
Desafíos del futuro presidente de Bolivia
El próximo mandatario enfrentará desafíos monumentales:
- Recuperar la estabilidad económica y fiscal.
- Garantizar el abastecimiento de combustibles y bienes básicos.
- Reconstruir la credibilidad institucional y fortalecer la gobernabilidad.
- Lidiar con la influencia de Evo Morales y la reorganización del MAS desde el Chapare.
- Reducir la conflictividad social en un contexto de ajustes y reformas.
Ambos candidatos prometen reformas, pero difieren en el enfoque: Quiroga busca un cambio radical con apoyo externo y medidas drásticas, mientras Paz propone un cambio gradual, centrado en el pragmatismo y la conciliación de sectores.
El balotaje no solo definirá quién gobernará Bolivia los próximos cinco años, sino también el rumbo económico y político del país, poniendo fin a dos décadas de dominio socialista y abriendo un nuevo capítulo en la historia boliviana.