Retorno de Trump a la Casa Blanca: Así podría repercutir en Costa Rica
Política comercial restrictiva incidiría sobre exportaciones
El retorno de Donald Trump a la Casa Blanca y sus primeras decisiones causan incertidumbre sobre las implicaciones que tendrían en las economías mundiales, incluida la de Costa Rica.
Trump volvió este lunes a la Presidencia de los Estados Unidos y anunció que comienza “la edad dorada” de ese país.
¿Su segundo mandato tendrá repercusiones sobre la economía costarricense y de qué tipo serían? ¿Cómo afectarían las medidas que tome Washington a partir de ahora?
Tres expertos opinan sobre las acciones que se esperan del nuevo gobernante, sus implicaciones en el comercio internacional y en la economía local.
Luis Vargas, economista, mencionó que, en primer lugar, la llegada de Trump a la Presidencia de los Estados Unidos tiene implicaciones principalmente sobre las exportaciones de bienes y servicios de Costa Rica hacia esa nación.
Sabemos que Estados Unidos es el principal socio comercial del país y, por ello, se podrían ver disminuidas las exportaciones de estos bienes y servicios, conociendo que Trump tiene una política de concentración de industrias, de concentración de la actividad productiva en la economía estadounidense.
Vargas, también investigador del Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas (IICE) de la Universidad de Costa Rica (UCR), puntualizó otras posibles implicaciones de las políticas que tomaría la Casa Blanca:
- Se podría comenzar a promocionar que los ciudadanos estadounidenses hagan más turismo en los Estados Unidos y menos en otros países e inclusive generar desincentivos, como alertas, que disminuyan el turismo hacia otros países como Costa Rica.
- Desde el punto de vista de Inversión Extranjera Directa (IED), Estados Unidos es el principal generador de inversión en el país, de empresas estadounidenses particularmente en los regímenes especiales. “También se podría ver una afectación en este sector exportador, en estos regímenes especiales, y por ahí habría que estar atentos a qué políticas estará tomando Estados Unidos y cómo podría afectarnos. No obstante, hay que tomar en cuenta que “Estados Unidos se encuentra en una batalla campal contra China y países asiáticos y, más bien, aunque Estados Unidos quiera mantener o concentrar la producción y las inversiones en su país, el hecho de que se puedan dar desplazamientos de inversiones desde estos países asiáticos a locaciones más cercanas y más rentables, lo que conocemos como nearshoring, podría beneficiar a Costa Rica”.
¿Encarecimiento?
El economista Daniel Ortiz, de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), explicó que un aumento de los aranceles a terceros países, como México, Canadá, Europa y China, como lo reiteró Trump al asumir el poder, puede desencadenar alguna guerra comercial. China ya anunció que no se quedaría de brazos cruzados e impondría aranceles de vuelta.
En un mundo donde se vuelve más caro el comercio internacional, donde se encarecen los bienes y servicios, Costa Rica es un país que importa mucho de esos bienes y servicios e indirectamente podrían verse afectadas en un menor dinamismo las exportaciones costarricenses.
Posibles medidas que adopte la nueva administración estadounidense a nivel fiscal para estimular la interna en esa nación podrían generar mayor inflación que también repercutiría en Costa Rica.
Una mayor inflación en Estados Unidos, a su vez, podría conducir a aumentos en las tasas de interés o a que la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) posponga nuevas reducciones en las mismas. Y eso también se reflejaría en la política monetaria del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Ortiz destacó que un endurecimiento de la política migratoria estadounidense, en caso de que se ordenen deportaciones masivas, afectaría el flujo de remesas a Centroamérica, el segundo socio comercial en importancia de Costa Rica.
El economista Javier Adelfang comentó que si Trump impone altos aranceles a otras economías, son varios los estudios que desde ya pronostican un alza de la inflación en Estados Unidos, con su consecuente incremento en las tasas de interés en ese país.
El Banco Central se vería obligado a seguir esa senda que va en contra de lo que se le ha estado exigiendo en el último año (una mayor reducción de su tasa de interés).
En su criterio, las exportaciones costarricenses y el crecimiento de los regímenes especiales, en principio, no serían afectados negativamente porque Costa Rica es un país “amigo”, un socio estratégico y una economía complementaria con la que, además, la balanza comercial, que tanto preocupa a Trump, históricamente ha sido favorable a Estados Unidos.
“Cabe recordar también que durante su primer mandato a Costa Rica no le fue mal. Trump promovió el nearshoring y, con ello, la llegada de inversión extranjera al país y, por último, no olvidemos la participación de Costa Rica en el Chips Act, que es parte de la política país de Estados Unidos”, sostuvo.
Sin embargo, reconoció que el mundo y la coyuntura de este segundo mandato son distintos al del primero y Trump parece tener un foco muy grande puesto en el retorno de empresas a Estados Unidos.