¿Recuerda la catástrofe de Germanwings? ¿Y si no fuera un suicidio?
Avión se estrelló con 149 personas a bordo...todos murieron

Andreas Lubitz era un joven deportista, pero sufría trastornos psiquiátricos. Las investigaciones apuntan a que él estrelló el avión.
(AFP) Dos años después de que se estrellara el A320 de Germanwings en los Alpes franceses, el padre del copiloto que provocó la catástrofe dará una conferencia de prensa en la que cuestionará la hipótesis del suicidio de su hijo.
El 24 de marzo de 2015, a bordo del vuelo 4U 9525 entre Barcelona y Dusseldorf, Andreas Lubitz, el copiloto de 27 años que tomaba antidepresivos, aprovechó que el comandante de vuelo había salido de la cabina de pilotaje para estrellar el avión contra una montaña del sur de los Alpes, según los investigadores.
En la catástrofe murieron 140 pasajeros, en su mayoría alemanes (72) y españoles (50), y seis miembros de la tripulación, incluido el copiloto.
Pero el padre de Andreas, Günter Lubitz, de 62 años, no cree en la hipótesis del suicido de su hijo y quiere entregar un informe pericial alternativo. Redactado por un periodista experto en aviación civil, Tim van Beverin, el documento enumera "las numerosas preguntas sin respuesta" y "los aspectos desatendidos" en la investigación.
Según el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, los dos hombres podrían defender la tesis de una intoxicación por monóxido de carbono en la cabina de pilotaje, un problema recurrente pero ignorado por las compañías aéreas.
Irresponsable

Las 149 personas a bordo del avión murieron. Lubitz aprovechó que el piloto fue al baño para encerrarse y estrellar el aparato contra un cerro de los Alpes.
Elmar Giemulla, abogado de los familiares de las víctimas del A320 calificó el plan de Lubitz de "irresponsable" y denunció una provocación, sobre todo porque su ofensiva mediática coincide con el día de las conmemoraciones de la catástrofe.
Para la familia de Lubitz, no existe "la menor prueba realmente tangible y sólida" de que el copiloto tuviera intención de acabar con sus días.
"Nuestro hijo era una persona muy responsable", afirmó el padre en el semanario Die Zeit. "No tenía motivos para planear su suicidio y llevarlo a cabo y aún menos de llevarse con él a 149 personas inocentes", añadió. "Semejante comportamiento no es propio de él".
"Hubo claramente elementos sobre los que no se investigó, quizá porque no se quería investigar", dijo.
La Oficina Francesa de Investigación y Análisis (BEA), que publicó en marzo de 2016 sus conclusiones sobre lo ocurrido, afirmó sin embargo que la catástrofe se debió a un acto voluntario, ya que se registraron múltiples gestos activos en la cabina de pilotaje hasta el momento de la colisión.
Günter Lubitz aseguró a Die Zeit que su hijo acudió en realidad a los médicos porque tenía problemas oculares y no trastornos psíquicos. "Me contó que lo veía todo como un poco colorido, como a través de unas gafas de sol".