Receta fácil para hacer mozarella sticks en casa
UNA VEZ FINALIZADO EL PROCESO, SE COMBINA CON LA SALSA DE SU ELECCIÓN.

FOTO: (Fines Ilustrativos)
El queso sin duda es uno de los lácteos más apetecidos por las personas en el mundo, lo versátil de este alimento hace que quienes lo consuman puedan variar la forma, elaboración e incluso con qué los acompañan.
Al visitar algunos restaurantes, ya sea de comidas rápidas o de comida tradicional, en su menú ofrecen diversos platillos en los que se incluye el queso. Uno de esos y, de los más gustados son los tradicionales "mozarella sticks", o palitos de mozarella.
Lo interesante de este plato es que se puede pedir como una entrada o bien, realizarlo para "picar" como se dice popularmente en Costa Rica. Es recomendable comerlos recién hechos, cuando el rebozado está bien crujiente y el queso fundido.
El queso mozarella tiene textura que permite que al mezclarse con el calor, su sabor se realce. Es por esto que este tipo de queso, es muy utilizado en pizzas, pastas y otros platillos a los que se les agrega el lácteo.
¿Qué ingredientes se necesitan?
Para iniciar, esta receta es para 8 porciones, se necesitará una bolsa con palitos de queso mozarella frescos, se pueden conseguir en varios supermercados del país.
Luego, ocupará 15 gramos de harina, un huevo, una cucharada de agua, media cucharada de ajo en polvo y media taza de pan rallado.
También, orégano al gusto, aceite al gusto y por último, pero no menos importante, sal que se utilizará al gusto de quien lo prepare.
¿Cómo hacer los mozarella sticks?
Cabe destacar que, el tiempo total de elaboración son 15 minutos. Los cuales se dividen en 10 minutos para hacerlos y cinco minutos de cocción, después dejarlos reposar por dos horas.
Para prepararlos se agrega el pan rallado, ajo en polvo, orégano al gusto, sal y la harina en un recipiente y se mezcla.
Luego, se pasan los palitos de mozarella por un plato que tenga el huevo mezclado con el agua, se pasa por el plato donde está la mezcla para empanizar y, se lleva a un colador para quitarle el exceso.
Es recomendable realizar ese proceso mínimo dos veces, para que cuando se vayan a freír no se salga el queso.
Una vez que tenemos todos los palitos condimentados y listos para freír, se ponen en un recipiente con papel toalla y se llevan al congelador por dos horas.
Cuando ya pasen las dos horas, hay que poner a calentar una abundante cantidad de aceite en una olla o sartén o bien se pueden introducir a la freidora de aire.
Ya para finalizar, solo hay que escurrirlos bien en caso de utilizar aceite, servirlos en el plato donde se van a ofrecer y acompañar con la salsa de su elección.