En este año 2025, Costa Rica enfrenta una desaceleración visible en el crecimiento económico: menor dinamismo en la producción, el ingreso y el empleo. Las expectativas optimistas de finales de 2024 no se cumplirán. Es indispensable analizar las causas y consecuencias del menor ritmo económico.
Diagnóstico del menor crecimiento
- Producción con baja tracción: El Índice Mensual de la Actividad Económica (IMAE) reportó, en mayo de este año, un crecimiento interanual del 3,8%, inferior al 4,7% registrado en el 2024.
- Crecimiento desigual: La economía avanza a dos velocidades muy diferentes: las zonas francas crecen un 13,3%, mientras el régimen definitivo (85% de la economía) crece sólo un 1,9%, lo cual evidencia que la mayoría de los sectores reduce su ritmo de crecimiento o entra en retroceso.
- Exportaciones y turismo: Las exportaciones de zonas francas mantienen su dinamismo; sin embargo, las exportaciones del resto del país están estancadas y el turismo muestra un retroceso en el 2025.
- Sector agrícola en retroceso: Tanto la agricultura de exportación como la orientada al mercado interno sufren un decrecimiento.
- Construcción a la baja: Durante el año, la actividad constructora, pública y privada, experimenta también un retroceso.
- Empleo estancado: Desde septiembre del 2024, el nivel de empleo no crece, según la encuesta continua de empleo del INEC.
- Inversión extranjera directa (IED): En el primer trimestre del 2025, la IED, especialmente la dirigida a zonas francas, registró una disminución.
Factores detrás de la desaceleración
Factores externos
- Desaceleración global: El entorno internacional exhibe un menor crecimiento económico, tendencia que fue anticipada desde el 2024.
- Guerra Comercial. El reemplazo de reglas multilaterales de comercio por el predominio de intereses nacionales representa una amenaza considerable para un país pequeño, cuyo modelo de crecimiento se apoya en las exportaciones y la inversión foránea.
- Política fiscal de Estados Unidos. El aumento del déficit fiscal y deuda estadounidense implicarán presiones al alza de las tasas de interés en los mercados internacionales y adicionan incertidumbre al desempeño presente y futuro de la economía mundial.
Factores internos
- Política monetaria restrictiva: En 2025, la inflación ha sido negativa, si se consideran todos los componentes del IPC. Si se excluyen los elementos volátiles, la inflación es positiva, pero menor al piso del rango meta establecido por el Banco Central, entre 2% y 4%. Esto significa que el Banco Central ha mantenido tasas de interés de política monetaria mayores que las necesarias para alcanzar su meta inflacionaria. Tal situación desincentiva el crecimiento de la producción, en particular al consumo de los hogares.
- Tipo de cambio y apreciación del colón: En el 2025, el colón se mantiene estable, pero apreciado en comparación con años anteriores. Esta apreciación, originada por mayores entradas de divisas del sector privado, financiamiento externo al gobierno y la política monetaria restrictiva, ha perjudicado al sector exportador y a los productores que compiten con las importaciones.
Consecuencias y perspectivas
La combinación de todos estos factores externos e internos explica el menor crecimiento productivo y el estancamiento en la generación de empleo. El escenario internacional permanece riesgoso y, hasta ahora, no hay señales claras de una corrección en las políticas macroeconómicas internas para favorecer una reactivación económica robusta.