¿Quiénes son los aliados de Irán y por qué están en crisis?
Durante décadas, Irán tejió una red de alianzas con gobiernos y grupos armados, tanto dentro como fuera de Medio Oriente. A través de vínculos estratégicos con países como Rusia, y con fuerzas no estatales como Hezbolá en Líbano, Teherán consolidó un sólido eje de apoyo regional e internacional.
Sin embargo, el conflicto con Israel escaló en un momento delicado para ese entramado. Aunque el respaldo retórico fue inmediato, la mayoría de los aliados de Irán enfrenta crisis políticas, militares o económicas que limitan su capacidad de acción.
Siria: la caída de al-Asad
Siria fue, durante décadas, el principal aliado estatal de Irán en Medio Oriente. Desde el inicio de la guerra civil en 2011, Teherán apoyó al régimen de Bashar al-Asad con armas, dinero y asesores militares.
Pero a fines de 2024, una ofensiva de milicias opositoras tomó Damasco y forzó la salida de al-Asad. La caída del régimen representó un golpe estratégico para Irán, que perdió un corredor clave para su influencia regional y para el transporte de armas hacia Líbano y Palestina.
Hezbolá: desgaste y redefinición política
El partido-milicia chií libanés Hezbolá, considerado por muchos como el brazo más fuerte de Irán fuera de sus fronteras, ha sido uno de sus aliados más leales. Sin embargo, las continuas confrontaciones con Israel entre 2023 y 2025 lo debilitaron.
Líderes clave fueron eliminados en ataques israelíes y sus combatientes fueron desplazados de la frontera sur. La organización ha perdido capacidad operativa, y su ala política evalúa una integración más amplia en el sistema institucional libanés, incluso con posibilidades de desarme parcial.
Hamás: organización diezmada por la guerra en Gaza
Pese a las diferencias religiosas —Hamás es un grupo suní— Irán ha mantenido apoyo constante al movimiento palestino como parte de su estrategia antiisraelí. Pero la devastadora guerra en Gaza lo dejó prácticamente desmantelado.
Gran parte de su liderazgo fue eliminado, sus combatientes están diezmados y más del 90% de la población gazatí ha sido desplazada. Aunque sigue existiendo como actor en la región, su capacidad militar es marginal.
Hutíes en Yemen: fuego lejano
Los rebeldes hutíes, respaldados por Irán, han lanzado misiles y drones hacia Israel como muestra de solidaridad. Uno de esos proyectiles incluso impactó cerca del aeropuerto de Tel Aviv en mayo de 2025.
Sin embargo, su capacidad real de incidir en el conflicto es limitada. La distancia geográfica y la presión saudí restringen su margen de acción. Su rol es más simbólico que estratégico.
Milicias chiíes en Irak: menor beligerancia, más autonomía
Durante años, Irán tuvo amplia influencia sobre milicias chiíes iraquíes. No obstante, desde 2024, muchas han reducido sus acciones contra Israel o Estados Unidos y se concentran en agendas locales.
Hoy actúan con mayor autonomía y muestran poca disposición a involucrarse en un conflicto externo. Siguen alineadas con Teherán, pero su utilidad como herramienta de proyección militar se redujo drásticamente.
Rusia: un socio estratégico cada vez más cauteloso
Moscú ha sido un aliado crucial para Irán, especialmente en la guerra de Siria y en el comercio de armas y energía. Sin embargo, el conflicto con Israel pone a prueba esa relación.
El Kremlin teme que una caída del régimen iraní afecte su influencia regional. Además, la guerra en Ucrania y las presiones internacionales —especialmente del presidente estadounidense Donald Trump— han limitado su margen de acción.
China: pragmatismo económico por encima del conflicto
China fue históricamente uno de los principales compradores de petróleo iraní y ha condenado los bombardeos israelíes. También ha ofrecido mediar entre las partes.
Sin embargo, su relación con Irán es esencialmente comercial.
Pekín cuida sus vínculos con otras potencias del Golfo y evita involucrarse militarmente. De moemento, su apoyo a Teherán se limita al plano diplomático y económico.
Corea del Norte: retórica sin capacidad de apoyo
Pyongyang ha expresado respaldo político a Irán y ha calificado los ataques israelíes como "terrorismo de Estado". En el pasado, ambos países compartieron tecnología militar y misiles.
Pero Corea del Norte enfrenta sanciones, aislamiento y crisis internas. Su capacidad real de ofrecer apoyo logístico o bélico a Teherán es inexistente. Su papel es meramente testimonial.
América Latina: respaldo ideológico sin incidencia
Irán ha cultivado lazos con gobiernos de izquierda en América Latina, en particular Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Aunque todos han expresado solidaridad con Teherán, su incidencia en el conflicto es casi nula.
- Cuba condenó los ataques israelíes, pero su profunda crisis económica y su aislamiento reducen cualquier margen de maniobra.
- Venezuela mantiene acuerdos energéticos y comerciales con Irán. El gobierno de Nicolás Maduro ofreció petróleo a Teherán, pero carece de capacidad logística o militar significativa.
- Bolivia también condenó los ataques y reforzó sus vínculos diplomáticos con Irán. Sin embargo, su peso internacional sigue siendo marginal.
- Nicaragua expresó su respaldo, pero no tiene capacidad real de incidir en el conflicto.