¿Qué pasa con las serpientes tras ser reubicadas? Científico de la UCR busca la respuesta
Según los datos preliminares, las serpientes reubicadas logran sobrevivir, alimentarse y mantener su función en el ecosistema.
Cuando una serpiente aparece en lugares urbanos y es reubicada en un bosque, ¿qué sucede después? ¿Sobrevive? ¿Se adapta al nuevo entorno? Estas son las preguntas que motivan la investigación de posgrado de Felipe Triana Rincón, estudiante de la Maestría Académica en Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR)
En su tesis "Evaluación de los programas de reubicación de serpientes en Costa Rica a partir de la ecología espacial de Crotalus simus (Serpentes: Viperidae)", Triana aborda una problemática recurrente en el país: el miedo y desconocimiento hacia estos reptiles, que frecuentemente lleva a su eliminación cuando se encuentran cerca de áreas urbanas.
"Serpiente buena para la gente es serpiente muerta", explicó Triana.
Gracias a esfuerzos del Instituto Clodomiro Picado en conjunto con Bomberos de Costa Rica, se ha implementado un programa donde las personas pueden llamar al 911 para que las serpientes sean trasladadas en lugar de sacrificarlas. Sin embargo, hasta ahora no se ha analizado cómo estas reubicaciones afectan su comportamiento y supervivencia.
Trabajo de campo intenso
La colecta de datos se realizó entre 2023 y 2024, siguiendo a 14 individuos de Crotalus simus. Actualmente, el proyecto ha superado la mitad del análisis de datos y se encuentra en su etapa final.
Para monitorear a las serpientes, Triana utilizó una técnica conocida como radiotelemetría, que implica la implantación interna de un radiotransmisor en los reptiles mediante cirugía. Posteriormente, los individuos se liberan en el bosque, y se realiza su localización utilizando un receptor y una antena que capta la señal de radio emitida, con un alcance aproximado de 80 a 90 metros en ambientes boscosos.
"Encontrarlas es como una búsqueda del tesoro: donde el sonido de la señal es más fuerte, ahí está el animal. Aunque suena sencillo, en un bosque tropical, con tantos obstáculos, es bastante complejo", comentó Triana a CRHoy.
Cada serpiente fue monitoreada durante aproximadamente un año, en un esfuerzo físico considerable: jornadas de entre 9 y 10 horas diarias caminando en el bosque.
Resultados preliminares prometedores
Esta investigación pionera busca generar datos clave sobre la ecología espacial de las serpientes y su adaptación tras ser reubicadas.
"A nivel de investigación, mi proyecto de posgrado es el tercero en América Latina en generar datos espaciales sobre una víbora", señaló Triana. "Sin datos ecológicos confiables, la conservación de especies se hace a ciegas. No podemos asegurar que lo que estamos haciendo realmente funciona".
Según Triana, los resultados preliminares indican que las serpientes sí sobreviven, encuentran alimento y cumplen su rol ecológico.
"Si los resultados finales confirman esto, podremos validar que la reubicación es una estrategia de conservación efectiva y proponer protocolos más específicos sobre cómo y a qué distancia deben reubicarse las serpientes".
Aunque gran parte del trabajo de campo fue realizado directamente por Triana, el proyecto cuenta con un equipo multidisciplinario que ha sido clave para su desarrollo. Lo acompañan su tutor de tesis, el Dr. Mahmood Sasa, referente nacional e internacional en el estudio de serpientes y parte del Instituto Clodomiro Picado; el Dr. Fabián Bonilla, también del mismo instituto; y el Dr. Carlos Bravo Vega, de la Universidad de los Andes en Bogotá, Colombia, quien apoya el análisis de datos y los modelos matemáticos.
Además, el proyecto ha recibido el respaldo institucional del Sistema de Estudios de Posgrado de la Universidad de Costa Rica, así como el apoyo de organizaciones internacionales como Save The Snakes y la Association for Tropical Biodiversity.