¿Qué es la institucionalidad costarricense?

El más reciente informe del Estado de la Nación señaló los peligros que tiene hoy la democracia costarricense y la institucionalidad.

Además de los males endémicos que azotan nuestra sociedad (desigualdad, pobreza, inseguridad, desempleo y corrupción) se suman los cuestionamientos a otros poderes de la República y a la prensa de parte de la actual administración.

Pero, ¿qué es la institucionalidad y que rol juega en la conformación del Estado?

Para el abogado constitucionalista, Rubén Hernández, la institucionalidad se entiende como el conjunto de instituciones que conforman un determinado Estado, en el cual están claramente limitadas las competencias y la forma en que deben interrelacionarse.

“La democracia se sustenta sobre una institucionalidad fuerte. Implica que existan una pluralidad de órganos estatales, de instituciones, cada uno con sus propias competencias y que exista una separación de esos órganos”, indica Hernández.

“Tiene que haber coordinación a su actuar, porque cada una no puede actuar independientemente de las otras, se requiere el concurso de dos, en muchos casos”, agregó.

Por ejemplo, dice Hernández, la ley no es un producto solo de la Asamblea Legislativa, se requiere la concurrencia también del Poder Ejecutivo.

Incluso los diputados tienen la herramienta para revertir el rechazo del presidente a una ley aprobada con 38 votos.

Son los llamados pesos y contrapesos de la democracia.

El analista político Gustavo Araya, agrega que la institucionalidad democrática incluye también el marco normativo. Es decir, las leyes que dicen “hasta dónde llega mi casa y dónde empieza la del vecino”.

“Incluye la organización completa de la forma que en nosotros nos llevamos nuestra vida y nuestra sobrevivencia. Entonces la institucionalidad no es el gobierno, no es si Rodrigo Chaves ataca al Poder Judicial, lo que ataca es la forma en que nos organizamos para llevar las cosas de una manera transparente”, explica.

Para Araya, cuando el presidente de la República cuestiona a otro poder de la República, lo que hace es decir a los costarricenses “que la forma en que nos organizamos no sirve, y el que debería mandar es él”.

Ese es el peligro de las dictaduras, donde el sector privado le responde a ese gobierno autoritario, donde se dice quién produce, cuando y qué. Dicta cómo se comportan los sindicatos, las organizaciones sociales, etc.

“Todos los sistemas de pesos y contrapesos, funcionan para evitar que lleguemos a una dictadura”, indica Araya.

Esos contrapesos pueden ser jurídicos como el Poder Judicial y la Sala Constitucional, político, como la Asamblea Legislativa, administrativos, como la Contraloría General de la República, de orden social, como los que hacen las organizaciones sociales.