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Presidenta de la Corte IDH: “La democracia hay que defenderla todos los días”

Por Agencia | 3 de Sep. 2024 | 12:21 am

Este martes se cumplen 45 años de la instalación de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos (Corte IDH), entidad que pertenece a la Organización de Estados Americanos (OEA) y que funge como un doble sistema de protección de las libertades fundamentales de los países miembros, entre ellos Costa Rica.

Cuando el sistema jurídico nacional le falla a la ciudadanía, la Corte IDH funciona como una última puerta a tocar para que los desprotegidos tengan voz.

En Costa Rica, al menos 5 sentencias de la Corte han generado jurisprudencia que obligaron al Estado a respetar derechos como el matrimonio igualitario, el acceso al proceso médico de Fertilización In Vitro, o el derecho a la libertad de prensa y expresión.

En entrevista con CRHoy, la presidenta de la Corte Nancy Hernández reconoce que aunque el proceso no es sencillo, las sentencias del organismo han logrado transformar sociedades, cambiar leyes, a veces constituciones y hasta crear políticas públicas que elevan los estándares de democracia en la región.

Hernández tampoco es ajena a los procesos que vive actualmente la región latinoamericana. Como jueza que preside el órgano, no opina sobre política interna de ningún país, pero reconoce que hay un retroceso de la democracia y advierte sobre la importancia y el deber de luchar todos los días por la defensa de las libertades.

En este retroceso, Costa Rica no es la excepción.

Hoy en día, las nuevas tecnologías han traído retos para todos. Tenemos situaciones con la Inteligencia Artificial, las redes sociales, protección de datos personales, de imagen ¿Cómo se prepara la Corte para estos nuevos retos?

Tenemos como Tribunal, los casos de siempre. Retos y desafíos de siempre en una región tan desigual como América Latina y, efectivamente ahora tenemos los nuevos retos de las nuevas tecnologías y nuevos desafíos de la humanidad, como la emergencia climática.

(…) Estos nuevos desafíos desde la emergencia climática hasta el impacto de las nuevas tecnologías en los derechos humanos, nos afectan a todos sin excepción. Obviamente no hemos formalmente discutido casos futuros, pero estamos obligados a mantenernos actualizados.

Este tribunal va a tener una incidencia fundamental en estos nuevos retos en materia de derechos humanos, que va a funcionar como estándares para que los Estados lo apliquen.

En América Latina hay un retroceso democrático evidente ¿Ese cambio ha tenido repercusión en los casos que han tenido aquí en la Corte?

Hay un retroceso democrático en todo el mundo, en todas las regiones. Eso definitivamente impacta a los tribunales de cada región y a los tribunales constitucionales de cada país que les corresponde defensa de los derechos y libertades a nivel interno.

El sistema interamericano es subsidiario, eso generalmente toma varios años, en la mayoría de los casos más de 10 años. Entonces ahora no nos han llegado casos de lo que está pasando en este momento, pero nos podría llegar a través de medidas provisionales.

Pero no hay duda de que este retroceso impactará a los tribunales nacionales e internacionales.

Ningún país puede asegurar que tiene un régimen democrático blindado o permanente ¿Cómo ven ustedes este crecimiento del autoritarismo en la región? Porque vemos países que tenían estructuras democráticas consolidadas y hoy han sucumbido al autoritarismo.

Sobre esto le puedo hablar a título personal. En el 2018 ya yo lo había advertido. Ningún país está vacunado contra el autoritarismo. En su oportunidad fue criticada por quienes consideraban que tenía una visión negativa, incluso sobre la realidad costarricense.

Pero ahora es más que evidente que la democracia hay que cuidarla todos los días, hay que luchar por ella todos los días y eso se nos ha olvidado en la región y, por alguna razón, todo lo que se había logrado después de la I y II Guerra Mundial, toda una estructura de derechos se ha venido debilitando. Pareciera que la humanidad no aprende de la historia.

Yo espero que esto sea una historia pasajera, porque la historia es cíclica y que estas tendencias autoritarias se puedan revertir. En cuanto cada uno luche desde el ámbito que le corresponde.

Yo soy optimista. Yo creo que sí estamos pasando por un momento difícil en la región, pero creo que una vez que las personas han crecido y disfrutado de la paz, la libertad y la democracia, no creo que estén dispuestos a renunciar a sus derechos.

Hay una corriente de hacerle creer al ciudadano de que la institucionalidad no sirve, eso incluye al Poder Judicial, es muy evidente y nunca había sido tan fuerte ¿Cree que la Corte es lo suficientemente robusta como para enfrentar estos embates? ¿Podría soportar una corrida de países?

La Corte es un producto de la aspiración de los Estados integrantes de la OEA, con una región que respete la democracia y los derechos humanos, como fuente de un desarrollo sostenible. Yo espero que la región no haya renunciado a ello, pero nosotros dependemos de la voluntad de los Estados. No descarto que haya en este momento de la historia algún retroceso, pero creo que sería temporal. Hemos visto también en países donde había un retroceso democrático, han vuelto a elegir un gobierno democrático.

Yo creo que la Corte desde el día 1, siempre se ha desarrollado en entornos adversos, pero estoy convencida de que ese anhelo de libertad todavía esta encarnado en el corazón de los latinoamericanos y de los costarricenses.

Pero eso no quiere decir que no tengamos que redoblar esfuerzos por recordarle a la ciudadanía la importancia de la institucionalidad, del Estado y de los derechos humanos.

Sin mencionar casos concretos, en nuestro país hay acciones que encienden alertas sobre si Costa Rica está cruzando una línea delicada. Nuestra institucionalidad es robusta, pero quisiera conocer su opinión como costarricense sobre si estas situaciones nos tienen que encender una alerta, para que redoblemos esfuerzos. 

Como presidenta de un tribunal internacional, por un tema de prudencia no me debo involucrar en la política interna de los Estados. Esa una regla sabia. Pero tampoco puedo desligarme como costarricense de esa situación política. Tal y como dije antes: Nadie está vacunado contra el autoritarismo y la democracia hay que defenderla todos los días. Es una responsabilidad de todos, no solo de las autoridades, del Poder Judicial o de la Asamblea Legislativa. Es de las cámaras, de los grupos, de todos y todas que tenemos que estar vigilantes de nuestras libertades, porque la historia de la humanidad es clara en que si no se defienden las libertades se pierden. Por eso tenemos que estar alertas.

Hay ejemplos en la región muy claros, de países que fueron democráticos y prósperos y hoy tienen más de un 90% de pobreza y han perdido la democracia.

Costa Rica y todos los países de la región que aprecian la paz, la democracia, la libertad, la justicia, la dignidad de las personas tenemos que luchar y en esta época de retroceso democrático en el mundo, hay que redoblar esfuerzos.

Hay estudios que recalcan que en las sociedades de la región han disminuido el respeto a la libertad de prensa. Hay países que podrían servir para nosotros de espejo, porque hay ejemplos claros de que en Costa Rica ha disminuido la libertad de prensa ¿Cómo valoran ustedes esta situación?

Cualquier indicador de cualquier tema de derechos humanos que disminuye va a mostrar que hay un retroceso en democracia. Esto es muy triste y peligroso. Pero los periodistas están en un rol privilegiado para educar a la gente de por qué los derechos humanos son de todas las personas y por qué nos afectan.

Las personas tienen que entender que los derechos humanos no son de otros. Que la afectación de uno va a implicar un afectación mañana de los derechos de los demás. Yo creo que hay ejemplos en la región muy claros de como países pueden perderlo todo por no respetar derechos fundamentales y que la libertad de prensa es piedra angular de la democracia. Sin libertad de prensa no hay transparencia ni control del ejercicio del poder.

Hay que educar a las personas de por qué la violación de un derecho de otro afecta su sistema de libertad. No puede haber democracia sin libertad de prensa y expresión. Porque tarde o temprano, tampoco habrá propiedad privada, libertad de comercio, libertad religiosa, porque empieza con unos temas, pero va avanzando con todos los demás.

Una vez que se pierden esas garantías ¿Cómo se retoma la senda?

Solo el pueblo soberano tiene esa respuesta. La gente tiene que luchar y redoblar esos espacios de libertad, sino se pierden para siempre.

 

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