Porqué el materialismo es falaz
Casi entrando a la Semana Santa para los cristianos, -o Pascua para los judíos-, amerita reflexionar por qué razones el materialismo es una falsedad. Las filosofías materialistas, -dentro de las más destacadas el naturalismo- que sostiene que la realidad material o natural es el único fundamento de la realidad, se basa en aproximadamente quince premisas cuya falsedad paso a explicar. El primero de esos supuestos o premisas falsas, es el que sostiene que, por sí solos, los componentes del universo, -materia, espacio y tiempo-, pudieron crear todo lo existente. Habiendo demostrado la ciencia moderna que el universo tuvo un inicio, y que a partir de ese instante surgió simultáneamente el tiempo, el espacio y la materia, resulta necesario que su causa sea ajena a ellos tres. Por tanto, por ser contrario al principio lógico de no contradicción, es imposible que, -por sí solos-, materia, espacio y tiempo, se hayan creado a sí mismos. La segunda premisa materialista es que todo lo existente es resultado de la casualidad azarosa, sin embargo, la ciencia moderna descarta esa posibilidad. En este punto daré solo un ejemplo: la biología molecular ha demostrado que la posibilidad de obtener por azar apenas una proteína funcional pequeña de cien aminoácidos, sería de "una entre diez elevado a la ciento treinta", cifra que matemáticamente descarta toda posibilidad de azar como respuesta. Por eso, la gran parte de los científicos especializados en el tema de la biología molecular, están abandonando la hipótesis de la casualidad o el azar para explicar el origen de la información biológica. Esto solo citando únicamente ese ejemplo; igual podríamos invocar otros cientos de ejemplos derivados de la cosmogonía, la biología, la física y la consciencia.
Y precisamente respecto de este último fenómeno citado, el de la consciencia, la tercera premisa materialista sostiene que, materia sin vida y carente de consciencia, fue capaz de producir seres vivos y hasta seres con consciencia, como nosotros. Aquí nuevamente la ciencia moderna, a partir de los descubrimientos hechos, entre otros, por Louis Pasteur, hasta hoy tienen por demostrado que la vida no es posible producirla por generación espontánea. En otras palabras, la ciencia hasta hoy descarta que la vida surja de materia inerte y, por el contrario, lo único científicamente probado es que toda vida deriva de otra vida. Ensayos como los de Stanley Miller, -que los materialistas han querido alegar como intentos exitosos de crear vida de la materia inerte, se descartaron como prueba de abiogénesis, por cuanto fueron hechas en condiciones no reales, y mucho menos naturales, y como era de suponer, no produjeron vida sino únicamente moléculas muy básicas.
En la cuarta premisa falsa los materialistas niegan la realidad espiritual de la consciencia, por lo que reducen el amor y el sentido de la abnegación y el sacrificio en favor del prójimo, como si esto fuera meramente un fenómeno que solamente debe explicarse desde la física del cuerpo, y entonces aseguran que el amor es solamente resultado de impulsos electroquímicos del cerebro, lo cual es un obvio reduccionismo que niega el misterio de la consciencia y lo reduce a meras rarezas de la materia. La quinta premisa falsa es que materia sin consciencia, fue capaz de generar por sí sola información con una codificación altamente sofisticada. Veamos este punto: toda la vida biológica parte de información detallada sustentada en el núcleo de las células, en el ADN. El ADN contiene una estructuración codificada sumamente compleja, conformando un lenguaje extraordinariamente sofisticado que regula todas las instrucciones necesarias para la organización, el desarrollo y el sostenimiento de la vida biológica, así como para los sistemas altamente complejos de acceso y uso de la información que alberga. Pretender que ese lenguaje ultra sofisticado, se deriva de materia inconsciente, también contradice el principio lógico de no contradicción, pues afirmar que ese lenguaje altamente codificado y funcional, como el del ADN, surge de la acción ciega de la materia inconsciente, implica atribuirle a lo no racional, la producción de una estructura racional con propósito y significado.
La sexta premisa del materialismo que es falsa, sostiene que el universo es eterno; no me detendré en este punto más que para recordar que la ciencia ha demostrado que el universo no es eterno. El demostrado Big Bang, ocurrido hace aproximadamente 13.8 mil millones de años, la expansión acelerada del universo, la radiación cósmica de fondo y la segunda ley de la termodinámica, que indica un aumento constante de entropía, demuestran un comienzo finito. Además, los modelos cosmológicos actuales muestran que un universo eterno en el pasado llevaría a paradojas físicas y matemáticas, lo que respalda la conclusión de que el universo tuvo un inicio. Así, la sexta premisa materialista es falsa y el universo requiere de una razón creadora. La séptima premisa materialista falsa, afirma que la materia es todo lo que existe. Sin embargo, la ciencia ha demostrado —a través de la teoría de la relatividad, la mecánica cuántica, la teoría de la radiación, y el teorema de singularidad de Penrose— que la materia, el tiempo y el espacio tuvieron un origen simultáneo, lo cual implica que no son eternos ni autosuficientes. Por tanto, requieren de una causa creadora que exista fuera de ellos y no dependa de la materia.
La octava premisa materialista falsa, es que la ciencia y la tecnología son lo realmente efectivo para ofrecer respuesta a los asuntos esenciales de la existencia, lo cual es falaz, pues ellas solo exploran lo observable, medible y reproducible, pero aspectos esenciales de la existencia, —como lo son el sentido, la conciencia, la bondad, la libertad, la decisión moral o el origen último del ser—, trascienden lo cuantificable y requieren respuestas espirituales y filosóficas. La novena premisa materialista falaz afirma que, al ser la materia natural lo único verificable, y ser entonces la productora de todo lo existente, la naturaleza es lo que debemos entender como Dios, tal y como afirman los seguidores de la filosofía de la nueva era; dicha premisa materialista es falaz pues tal como los más recientes descubrimientos científicos han demostrado, la materia no es eterna, sino que surgió en un instante determinado junto con el tiempo y el espacio. Por tanto, no puede ser la causa de lo existente ni equipararse a un Dios creador, pues nada puede crear lo que aún no existe desde dentro de sí mismo; creerlo sería ilógico.
Concluyo con otras premisas falaces: las ideologías materialistas niegan que el mal —es decir, la imperfección— pueda surgir, indirectamente, de la perfección mediante el libre albedrío. Por otra parte, al negar la realidad espiritual, el materialismo vacía de contenido la dignidad humana. Entonces, teorías utilitaristas como la de Peter Singer cobran sentido, ya que el ser humano dejaría de tener un valor intrínseco superior al de cualquier otra entidad viva, volviéndose así prescindible. Ese es el fundamento filosófico que justifica el aborto y la eugenesia. Otra premisa falsa sostiene que, aunque el universo funcione de manera matemáticamente estructurada, y que las matemáticas resulten sorprendentemente eficaces para comprenderlo, todo ello sería una coincidencia fortuita e inexplicable. Finalmente, el materialismo afirma que el impresionante ajuste fino que hace posible la existencia del universo y la vida en la Tierra, es producto del azar sin causa alguna. Del mismo modo, sostiene que la deslumbrante diversidad natural no requiere de una causa personal creativa: en resumen, falacias que postulan que todo lo racional procede de lo irracional.
Abogado y Notario