¿Por qué Nvidia está en el corazón de la guerra tecnológica entre EE. UU. y China?
Esta semana, la Casa Blanca anunció que Nvidia —el mayor fabricante mundial de chips para inteligencia artificial— cederá un porcentaje de sus ingresos por las ventas en China al gobierno de Estados Unidos.
La medida, inédita, llega en medio de la creciente pugna tecnológica entre Washington y Pekín. Nvidia acordó pagar al Tesoro estadounidense el 15% de sus ingresos por la venta de chips avanzados en el mercado chino, a cambio de licencias de exportación que le permitan retomar esos envíos.
Por ahora, la empresa solo podrá vender en China el chip H20 —considerado obsoleto para ciertas aplicaciones de IA— y no su procesador más potente, el Blackwell.
¿Qué anunció Donald Trump?
En una rueda de prensa, el presidente Donald Trump confirmó un acuerdo mediante el cual Nvidia compartirá con el gobierno parte de sus ganancias por ventas de chips de IA en China.
Relató que negoció directamente con Jensen Huang, CEO de Nvidia, para conceder la licencia de exportación del H20 a cambio del 15% de los ingresos netos por esas ventas.
Trump subrayó que el H20 es "obsoleto" en términos tecnológicos y que China ya fabrica localmente procesadores equivalentes o dispone de versiones similares. Por ello, su acceso no supondría una amenaza para el dominio global de la IA.
También dejó abierta la posibilidad de negociar la venta del Blackwell en el futuro, posiblemente con un porcentaje mayor de beneficios para Estados Unidos.
¿Qué es el chip H20 y por qué importa?
El Nvidia H20 es una GPU especializada en inteligencia artificial, diseñada para centros de datos y el entrenamiento de modelos.
Nvidia lo creó específicamente para el mercado chino a finales de 2024, después de que la administración Biden impusiera fuertes restricciones a la exportación de sus chips más potentes.
El H20 utiliza la arquitectura Hopper, pero con capacidades reducidas para cumplir los límites fijados por Washington.
En la práctica, es un chip avanzado pero deliberadamente recortado en sus capacidades. No es el buque insignia de Nvidia, pero sí el más potente que la compañía puede vender legalmente a China. De su exportación dependen miles de millones en ingresos y la posición de Nvidia en Asia.
¿Cómo se llegó hasta aquí?
En la última década, los semiconductores dejaron de ser un simple insumo comercial para convertirse en un recurso estratégico. La guerra comercial iniciada en 2018 y la inclusión de empresas como Huawei o SMIC en listas negras buscaban limitar el acceso de China a tecnología crítica.
Bajo Biden, los controles se endurecieron. En 2022, nuevas reglas prohibieron la venta de GPUs de muy alta potencia a entidades chinas. Nvidia respondió diseñando modelos adaptados, como el H20, y solicitando licencias especiales. Cada cambio regulatorio en Washington repercute de inmediato en su negocio.
Principales hitos:
- 2018–2020: Trump sanciona a Huawei y restringe la compra de tecnología estadounidense por parte de Pekín.
- 2021–2023: Biden amplía los controles; en octubre de 2022 se bloquea la venta de GPUs de gama alta como los H100 y H200.
- Abril 2025: Veto al H20 por considerarlo demasiado potente; Nvidia asume pérdidas millonarias.
- Julio y agosto 2025: Reanudación de ventas con restricciones y anuncio del pago del 15%.
¿Cómo ha reaccionado China?
Pekín ha presionado a las empresas locales para que prioricen alternativas nacionales y ha cuestionado la seguridad de los chips estadounidenses.
La Administración del Ciberespacio de China citó a Nvidia para pedir explicaciones sobre supuestas funciones de rastreo en el H20. El gigante tecnológico negó cualquier vulnerabilidad.
Medios estatales como People's Daily publicaron artículos críticos, incluso sugiriendo que China podría prescindir del H20. Paralelamente, el gobierno alentó a compañías como Alibaba, Tencent y ByteDance a justificar sus compras y a preferir chips de Huawei o de startups locales.
Aun así, la potencia del H20 sigue siendo atractiva para muchas firmas chinas.