¿Por qué Celso Gamboa no ha sido extraditado a un mes de su captura? Esta es la causa
Embajada de EE. UU. debe presentar solicitud formal de extradición y pruebas para que juez lo apruebe
El lunes 23 de junio de 2025 marcó un hito en la historia criminal costarricense: no solo fueron capturados los primeros dos costarricenses con orden de extradición hacia Estados Unidos, sino que trascendió que uno de ellos era quien había ocupado algunos de los cargos más importantes en la lucha contra la delincuencia: el exfiscal, exdirector de Inteligencia, exministro y exmagistrado Celso Gamboa Sánchez.
Han transcurrido ya 36 días desde que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), en coordinación con las autoridades estadounidenses, detuvo a Gamboa. Le colocaron las esposas y lo pusieron a disposición del proceso de extradición.
Sin embargo, la remisión del extraditable aún no se ha concretado por dos razones principales: una externa y otra que sí está vinculada directamente al requerimiento de Estados Unidos. En el mismo proceso figuran los extraditables Edwin Danney López Vega alias Pecho de Rata y el empresario Jonathan Álvarez Alfaro.
De acuerdo con cuatro fuentes cercanas al proceso, este se encuentra detenido a la espera de que la Embajada de Estados Unidos presente la solicitud formal de extradición, junto con las pruebas y evidencias que respalden la acusación penal. Solo entonces el juez costarricense a cargo podrá resolver si da curso a la petición.
La Ley de Extradición establece un plazo de dos meses para formalizar dicha solicitud. Mientras tanto, los tres imputados permanecen en detención provisional en el centro penitenciario La Reforma.
Para lograr la captura de Gamboa, las autoridades estadounidenses presentaron ante el Juzgado Penal de San José un documento -similar a una orden de captura- que permitió al OIJ ejecutar la aprehensión.
No obstante, este legajo no constituye la solicitud formal, sino que funciona como una orden de captura provisional, según indicaron las fuentes.
"Para la Embajada, esta solicitud reviste carácter de urgencia, debido a que las autoridades policiales han recibido información que apunta a una inminente huida del fugitivo de Costa Rica", cita el expediente cuyos detalles dio a conocer CR Hoy en primicia apenas 36 horas después de la captura.
Es decir, la solicitud oficial de extradición —según los requisitos que establece la ley y el Tratado de Extradición con los Estados Unidos de América— todavía no ha sido presentada.
En esa petición formal deben incluirse las pruebas que respalden el requerimiento, una copia de la acusación penal o del documento en que se formulen los cargos, además de otros elementos como la traducción certificada y la justificación jurídica para la extradición.
La normativa incluso faculta a los jueces costarricenses para solicitar pruebas adicionales que consideren necesarias, fijar un plazo para su presentación y conceder prórrogas razonables a petición del país solicitante, siempre que este exponga sus razones.
Natalia Gamboa, hermana y abogada defensora del exmagistrado, confirmó días atrás a los medios que el proceso avanza a paso lento.
"En el expediente no tenemos en este momento ni la acusación, ni la prueba aportada. El proceso de extradición ha estado totalmente detenido. El juez no ha dado ningún trámite expedito a nada.
Las pocas gestiones que hemos hecho nosotros, da audiencias eternas y en realidad, estamos en este momento concentrados en el otro juicio. No hemos podido estar atendiendo todas las cosas de este proceso de extradición. Ha tenidio muy poco movimiento", señaló la abogada.
La otra razón
La segunda causa que ha frenado una extradición más expedita es el juicio que se desarrolla actualmente contra Gamboa, así como contra la exfiscala Berenice Smith Bonilla y el exalcalde Johnny Araya Monge, por presunto tráfico de influencias.
Se les acusa de haber orquestado gestiones para eliminar el nombre del exalcalde de una causa penal. Este juicio ya estaba programado mucho antes de que se solicitara la captura de Gamboa con fines de extradición.
Tanto este como otros dos procesos judiciales en su contra fueron agendados desde 2024, meses antes de la detención ocurrida el 23 de junio de 2025.
El debate que actualmente enfrenta corresponde a un segundo juicio, ordenado tras la apelación de un primer veredicto absolutorio. En 2023 se dispuso la ejecución del nuevo juicio, y fue el 11 de septiembre de 2024 cuando se fijó como fecha de inicio el 22 de julio de 2025.
Todo esto ocurrió antes de conocerse la solicitud de extradición y, según el calendario judicial, Gamboa debe enfrentar además otros dos procesos penales.
Uno de ellos es por el presunto delito de cohecho propio (expediente 17-000015-033-PE), programado entre el 5 y el 30 de enero de 2026 en el Tribunal Penal de Goicoechea. La audiencia fue convocada desde el 25 de septiembre de 2024.
El tercer juicio está fijado para marzo de 2026, por el delito de falsedad ideológica, en el Tribunal Penal de Cartago (expediente 19-000218-0622-TP). Al igual que los anteriores, fue calendarizado con antelación, según confirmaron los tribunales a CR Hoy.
Estos juicios no pueden simplemente desecharse. Aunque el ordenamiento jurídico contempla el "criterio de oportunidad", mediante el cual el Ministerio Público puede desistir de ejercer acción penal, los plazos y condiciones ya no lo permiten.
El artículo 24 del Código Procesal Penal establece que este criterio solo puede aplicarse antes de la presentación de la acusación formal. En el caso de Gamboa, la acusación fue interpuesta años atrás, incluso antes de 2021, cuando se celebró el primer juicio en uno de los casos.
Además, el artículo 22 del mismo código impone una limitación fundamental: el criterio de oportunidad no aplica si el hecho delictivo fue cometido por un funcionario público en el ejercicio de sus funciones o si su aplicación afecta el interés público.
Por tratarse de juicios ya iniciados, la Fiscalía no puede abandonar sus esfuerzos para acreditar responsabilidad penal. La Ley de Extradición señala, en su artículo 3, que no puede concederse la entrega mientras la persona requerida esté siendo juzgada o haya sido juzgada por delitos en Costa Rica.
Incluso el Tratado de Extradición establece que, si una persona está siendo enjuiciada en el país requerido, la entrega puede diferirse y ejecutarse una vez finalizado el juicio en Costa Rica.
Negocios narco de Celso
Mientras se debilitaba la presencia policial en el Caribe sur y Pecho de Rata operaba en Sixaola, Celso Gamboa alardeaba ante dos aliados de contar con conexiones para introducir cocaína a Costa Rica.
CR Hoy reveló en primicia estas afirmaciones en primicia, tras acceder al expediente de solicitud de extradición presentado por la Administración para el Control de Drogas (DEA) para enjuiciar a Gamboa en Dallas, Texas.
Según el documento, en septiembre de 2023 las autoridades grabaron —con consentimiento previo— reuniones entre Gamboa y dos informantes confidenciales en San José.
Durante el encuentro, Gamboa aseguró que podía garantizar la entrada de cocaína tanto por el Caribe como por el Pacífico, y afirmó que el Gobierno brindaba acceso a su organización criminal (Drug Trafficking Organization, DTO) para introducir los cargamentos. Cita el expediente:
"Alrededor del 20 de setiembre de 2023, las autoridades policiales grabaron, con consentimiento previo, reuniones entre la Fuente Confidencial 1 (en adelante, «CS-1»), la Fuente Confidencial 2 (en adelante, «CS-2») y el señor GAMBOA SÁNCHEZ en San José, Costa Rica. (…) El señor GAMBOA SÁNCHEZ les dijo a CS-1 y CS-2 que el gobierno concede a la DTO el acceso para que los cargamentos de cocaína ingresen al país, pero que la DTO controla cómo se introduce la cocaína a Costa Rica, así mismo, les dijo a CS-1 y a CS-2 que la recepción de la cocaína está 100 % garantizada", señala el documento.
Gamboa también reveló su nombre completo y afirmó haber sido "comisionado antidrogas", director de Inteligencia y ministro de Seguridad.
La DEA entrevistó a dos testigos colaboradores —exintegrantes de la organización— quienes detallaron su papel como coordinador y enlace con traficantes. Uno de ellos relató que, entre 2020 y 2022, incluso presenció cómo Gamboa y sus socios recibían varios cargamentos marítimos de cocaína.
Informantes también confirmaron que Gamboa habría brindado apoyo logístico gracias a su conocimiento de las operaciones de Guardacostas y del control de escáneres portuarios.
La DEA perfila a Gamboa como un líder regional del Cártel del Golfo, con conexiones en Colombia, Panamá, Guatemala, Honduras y México. Se le vincula con el Clan del Golfo colombiano, con quienes coordinaba la adquisición de cocaína para almacenarla en Costa Rica y luego enviarla hacia el norte. También se le relaciona con el Cártel de Sinaloa.