Plan para cerrar Racsa comprometería 1.000 empleos, según ICE
Iniciativa se presentó en 2024 por el Partido Liberal Progresista
El plan para cerrar la empresa estatal Radiográfica Costarricense S.A. (Racsa) pondría en riesgo 1.000 empleos, según el presidente ejecutivo del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Marco Acuña.
El jerarca compareció ante la Comisión de Reforma y Modernización del Estado de la Asamblea Legislativa para referirse a los alcances del Expediente 24.105, titulado Cierre de Radiográfica Costarricense, presentado por la diputada independiente Kattia Cambronero.
Acuña explicó que, al conformarse el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos y República Dominicana, se establecieron condiciones especiales para la protección de negocios.
Según el funcionario, cualquier medida percibida como una amenaza contra la estabilidad y solidez corporativa podría resultar inconstitucional, dado que derivan de los compromisos adquiridos en el convenio internacional.
También aseguró que las operaciones de la empresa estatal no son confidenciales para la Contraloría General de la República (CGR), ni para las auditorías interna y externa.
En relación con el impacto financiero, advirtió sobre un debilitamiento del valor estratégico de la corporación. Desde el punto de vista regulatorio, mencionó posibles afectaciones en las concesiones de la empresa y sus negocios internacionales.
Por otra parte, en el ámbito operativo, se prevé una posible interrupción de servicios esenciales críticos en plataformas como el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop) y TD Car, entre otras herramientas.
El gerente general de Racsa, Mauricio Barrantes, descartó la existencia de duplicidades en las funciones institucionales.
Según Barrantes, la exposición de motivos no cita fuentes ni estudios técnicos que justifiquen la fusión de la institución con otras entidades, además de rechazar un posible rezago significativo en términos de avances tecnológicos.
Afirmó, además, que ICE y Racsa no pueden ofrecer servicios a un mismo cliente, ya que sus propuestas podrían descalificarse mutuamente.
Por último, señaló que antes de 2022 no se disponía de mecanismos para medir el nivel de madurez empresarial de la compañía y destacó que desde 2014 no se han reportado pérdidas.