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Peña Russell fungía como el brazo armado del Cártel del Caribe Sur: se les vincula con 78 asesinatos

Por José Adelio Murillo | 4 de Nov. 2025 | 12:00 pm

Una de las razones para denominar como Cártel del Caribe Sur a la organización narco desmantelada este martes por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) es que cumplía con tener una división utilizada como músculo armado.

La banda de sicarios asentada en barrio Atlántida de Limón, comandada por Tony Alexander Peña Russell, alias La T, era la agrupación que fungía como brazo violento de la organización, principalmente cuando se enfrentaban a otros grupos criminales.

Así lo explicó Michael Soto, director interino del OIJ.

"La denominamos Cártel porque está constituida muy organizadamente. Tiene una parte que se encarga de la logística terrestre, de la logística marítima, la legitimación de capitales, el área jurídica, el manejo de tecnología, el tema de seguridad a los cabecillas y otras acciones que han venido desarrollándose. 

Voy a poner el ejemplo del Cártel del Golfo que tenía un brazo armado que era Los Zetas. En este caso en particular, el Cártel del Caribe Sur tenía un grupo armado conocido: Tony Peña Russell.

Entre esta investigación y todos los allanamientos que se le hicieron a Peña, hemos realizado 140 allanamientos, 100 detenidos y los hemos investigado por 78 homicidios", explicó Soto.

Tal como adelantó CR Hoy a inicios de setiembre, existía una coalición criminal conformada por Luis Manuel Picado Grijalba, alias Shock, y su hermano Jordie Kevin, alias Noni, considerados los cabecillas narcos, quienes a su vez habrían logrado vincularse con La T.

Esta confederación delictiva fue comandada durante años por Luis Manuel, quien permanece detenido desde diciembre en Londres, Inglaterra, donde fue arrestado mientras viajaba por Europa junto a su familia con motivo de Año Nuevo, como parte de su estrategia para "enfriarse" y evitar ser asesinado.

El OIJ trabajaba en conjunto con la DEA para seguirle la pista y, gracias a esa coordinación, se giró una orden de captura internacional con la cual se concretó el arresto. El Tribunal del Distrito Este de Texas, en Estados Unidos, solicitó su extradición, que todavía está en trámite en una corte londinense.

Según las autoridades estadounidenses, Shock estaría enviando cocaína desde hace al menos 12 años y, por ello, afronta cargos por tráfico internacional de drogas y asociación ilícita. Su hermano Jordie Kevin enfrenta una acusación similar, al ser considerado uno de sus principales aliados.

Alias Noni fue capturado en agosto para someterlo a otro proceso de extradición, convirtiéndose así en el quinto costarricense detenido con ese fin. La Dirección del OIJ reveló a CR Hoy que, tras la detención en Europa, este sujeto asumió el mando dejado por su hermano.

"Cuando Shock es detenido en Londres el año pasado, empieza a asumir un rol más protagónico dentro de la misma organización y esto es lo que da pie también para que fuera vinculado con este grupo de posibles extraditables", explicó Randall Zúñiga semanas atrás.

Años atrás, Picado estuvo aliado con Danny Hernández Fernández Ratón, pero tras su asesinato habría buscado acercamientos con Peña Russell para que se convirtiera en su nuevo músculo: un grupo armado lo suficientemente agresivo como para enfrentar la incursión de Los Hondureños, quienes operaban con un nivel de violencia sin precedentes en Limón hasta hace pocos años. Ambas agrupaciones han tenido enfrentamientos directos en varias ocasiones.

Alexander Zacarías, Guillermo Gilberto y Elías Herrera Hernández, tres nicaragüenses que falsificaron identidades para hacerse pasar por hondureños y dirigir una temida banda conocida como La H, le hacían la contra a Shock y su coalición.

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Cooperaban

La T fue capturado a mediados del año pasado en barrio Atlántida, desde donde operaba y se escondía. En un primer intento del OIJ por detenerlo, logró fugarse. El jefe de sicarios ya cumple tres años de prisión por tenencia ilegal de arma prohibida, pero aún tiene 11 causas más pendientes.

La organización criminal dirigida por los hermanos extraditables —reconocida por el OIJ como el primer cártel de droga documentado en Costa Rica— amasó una fortuna que supera los ₡2.000 millones, cuantificando solo las inversiones en bienes muebles e inmuebles.

Este grupo alcanzó los niveles máximos de organización y logística, cumpliendo con todos los componentes que caracterizan a organizaciones transnacionales como los cárteles de México y Colombia.

Shock y Noni, están detenidos en Londres y Costa Rica, respectivamente, a la espera de que se tramite una solicitud de extradición generada por la Corte de Distrito Este de Texas, en Estados Unidos.

La policía judicial y la Fiscalía iniciaron la investigación contra el grupo en 2022. Durante casi cuatro años lograron establecer los vínculos, operaciones, grupos armados de apoyo y la logística general de la agrupación, que encaja en todos los aspectos como un cártel.

Su fortuna también es uno de los elementos que se evalúan para aplicarles esa etiqueta, y no es para menos: esa cantidad de dinero se invirtió principalmente en viviendas, apartamentos, condominios y vehículos de alta gama.

Peña Russell

Tony Peña fue sentenciado recientemente en el primer juicio que enfrenta desde su captura, ocurrida hace un año. José Ariel Guzmán Ugalde, uno de sus cómplices, también fue condenado a tres años de prisión por la misma causa. El Tribunal Penal de Limón dictó la sentencia a petición de la Fiscalía Adjunta de Limón.

Según la acusación, los hechos ocurrieron el 1.º de junio de 2022, cuando él y otros tres integrantes de su organización criminal fueron sorprendidos en un vehículo con armas de fuego. Dos de esas armas tenían cargadores extendidos, modificados para almacenar más municiones.

Además de Peña Russell, están acusados —aunque ausentes del juicio— Carlos Ovidio Masís Duarte, alias Villo, quien permanece prófugo, y Harry Mayers Roberts, alias Lucifer, asesinado en Purral de Goicoechea el 23 de enero de 2024.

Al momento de los hechos, portaban al menos tres pistolas sin contar con el permiso de portación ni la matrícula correspondiente. Durante los últimos años, La T se consolidó como jefe de una organización ligada a decenas de asesinatos y uno de los 12 capos de Limón.

La investigación y el proceso en su contra no son sencillos: el cabecilla es procesado judicialmente por al menos 12 causas penales en las que figura como imputado, según reveló el Ministerio Público meses atrás.

Son 11 expedientes restantes en los que se le señala por tentativa de homicidio, homicidio calificado, acopio de armas, asociación ilícita y legitimación de capitales. Algunos de sus hombres de confianza, cómplices cercanos, también figuran en estos casos.

Los procesos contra este sujeto se encuentran en etapa preparatoria; es decir, la Fiscalía alista la solicitud de apertura a juicio para que Peña Russell finalmente se vea las caras con la justicia costarricense. Estas causas aún están bajo reserva.

Tony fue detenido el 21 de junio del año pasado, en un arresto que el OIJ denominó como la captura del año, debido a la complejidad, el riesgo y la innovación que requirió dar con su localización.

Desde hacía tiempo era un objetivo policial, pero en ese momento llevaba cuatro meses en fuga. El día de la detención se encontraba distraído viendo un partido de la Eurocopa, situación que, sumada a una compleja planificación, permitió que el operativo del OIJ resultara exitoso.

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