Logo

Paciente estuvo al borde de la muerte por “mala praxis” en el hospital San Juan de Dios

Hombre fue atendido hasta que entró en shock hipovolémico que le provocó fallo en órganos

Por Jason Ureña | 19 de Oct. 2022 | 12:11 am

(CRHoy.com) Andrés Flores Fallas, un paciente que llegó en condición crítica al hospital San Juan de Dios denunció que sufrió una "mala praxis" en ese establecimiento de salud que lo puso en riesgo de morir.

El hombre, de 28 años, tuvo un accidente en su hogar, el pasado 6 de octubre, que le generó serias cortaduras en su brazo con exposición de músculos, arterias, tendones, huesos y abundante pérdida de sangre. 

Flores recibió un torniquete para calmar el brote de sangre y fue llevado en condición de urgencia por la Cruz Roja Costarricense al centro médico josefino.

Sin embargo, en el lugar, lejos de encontrar la solución a su padecimiento, Flores vivió toda una pesadilla que lo puso al borde de la muerte. 

"Llegamos y no había sistema, nos querían mandar a un EBAIS, que le pidiera a la doctora una hoja que dijera la gravedad y me fuera para que me atendieran allá (…) cuando fui donde ella me dijo que no, que esto era una emergencia".

"Nos mandó a sacarle placas y yo le dije desesperada que él tenía el brazo despedazado que por favor le revisara el torniquete porque había perdido mucha sangre y nos dijo que después veíamos, que primero las placas", contó Dayanna Elizondo, esposa del paciente.

Las placas descartaron que Flores tuviera alguna fractura, pero para ello tuvo que hacer una fila de casi 40 minutos hasta recibir la atención en Rayos X. 

"Yo les dije que mi esposo se estaba desangrando que se me iba a morir y me dijeron que todos son emergencias que tenía que hacer la fila. Andrés estaba en la silla de ruedas y él daba vueltas del dolor, porque ni siquiera le habían dado una pastilla".

"En la placa se veía la carne toda mordisquiada (sic) no se veía el brazo completo. Pero la ortopedista nos dijo que teníamos que ir de nuevo a exploración inicial para que lo atendieran porque el hueso no estaba fracturado. Yo le suplicaba para que por favor le revisara el torniquete o le diera un medicamento", añadió.

Pese a tener más de una hora en el centro médico, el hombre aún no había recibido la atención que la urgencia requería. Según esta familia, durante todo el recorrido por el hospital, Flores no paraba de derramar sangre, pese a ello, no le daban prioridad. 

Una vez en exploración inicial, el paciente sufrió una descompensación por la cantidad de sangre que había perdido, fue hasta en ese momento que los médicos de ese servicio activaron el protocolo de emergencia  "código rojo" y atendieron al joven.

"Eran chorros de sangre lo que perdía, se había reventado las 2 arterias. El doctor me dijo que ¿cómo no lo habían pasado? Si ya se habían cumplido 2 horas desde que llegamos al hospital. Los doctores empezaron a correr porque tenían que intervenirlo ahí, ya que no había tiempo de pasarlo a sala".

"Luego el doctor salió y me dijo que Andrés estaba mal, que la cosa se complicó, ‘en este momento su esposo se puede morir y en el mejor de los escenarios hay que amputarle el brazo, porque alguien subestimó el caso y no le atendió como se debería', él mismo me lo dijo", apuntó Elizondo.

Andrés entró en shock hipovolémico, una afección de emergencia en la cual la pérdida grave de sangre o de otro líquido hace que el corazón sea incapaz de bombear suficiente sangre al cuerpo y que provoca que muchos de los órganos dejen de funcionar.

"El torniquete ya no aguantó tanta presión de la sangre. Yo estaba en la silla de ruedas y tenía pedazos de carne en el pantalón. El brazo quedó abierto como una puerta, yo estaba con el músculo en la mano. El doctor me dijo que no había tiempo de dormirme que tenían que atender ya, unos minutos después me desmayé", manifestó el propio Flores en entrevista con este medio.

Según su esposa, cuando el hombre salió del consultorio en Emergencias, iba casi muerto, con al menos 6 bolsas de sangre. "Iba verde, era como ver un muerto. Fueron 5 horas de cirugía, donde le tuvieron que hacer injerto de las piernas para recuperar las arterias que había perdido. Así de grave era el asunto". 

Para evitar la amputación, el paciente tuvo que ser sometido a dos cirugías, una de ellas se extendió por 7 horas en el Centro Nacional de Rehabilitación (CENARE), donde también le hicieron injertos de tendones y nervios.

Tras la experiencia que afrontaron en el San Juan de Dios, esta familia puso la denuncia ante la Dirección Médica, donde les confirmaron la apertura de la investigación para sentar responsabilidades ante la situación que casi provoca el fallecimiento del paciente.

"Mi intención no es que alguien pierda su trabajo, sino que quede un precedente de mala praxis, que echen para su saco y que mejoren", apuntó la joven.

Este medio consultó con la institución sobre la posición del hospital; sin embargo, al cierre de esta nota no se habían referido al caso. 

"Hay que recordar que uno es humano, cuando yo estaba en Ortopedia pegando gritos del dolor a la par mía había 6 enfermeros viendo el partido. Yo les pedía que me revisaran que me estaba muriendo y ellos estaban riéndose viendo el partido", aseveró Flores.

Para Elizondo que él entrara en fase de shock "se pudo evitar si hubieran prestado una mejor atención con más empatía y nos hubieran escuchado".

"Ni un animal se merece esa atención. Hay gente que pierde la vida por esa falta de decisiones y de acciones que de verdad son cruciales", concluyó Elizondo.

Comentarios
4 comentarios
OPINIÓNPRO