Ovsicori confirma que hay “un cuerpo pequeño” de magma bajo el Poás
El Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) confirmó que existe "un cuerpo pequeño de magma" bajo el crater del volcán Poás, y existe la posibilidad de que este material permanezca allí o bien sea expulsado.
De acuerdo con el Ovsicori las erupciones se mantendrán de manera indefinida, y podrían ser mayores en términos de gases y ceniza liberados hacia el exterior, pero no necesariamente en cuanto a explosiones o erupciones.
Esteban Chaves, director del Ovsicori, explicó que hay una importante red de monitoreo dando seguimiento a la actividad geofísica del volcán.
Por su parte, Geoffroy Avard, vulcanólogo, aseveró que el Poás lleva ya 10 días de actividad continua y progresiva, lo que ha generado afectación en las zonas cercanas al volcán.
Avard confirmó que las erupciones continuarán, debido a que todavía hay un aporte de magma bajo el volcán, y no se puede estimar cuánto va a durar ni si este material saldrá al exterior.
La red de monitoreo continúa su trabajo y no se han registrado signos de disminución en la actividad. Incluso, se han reportado daños en los equipos como estaciones en la boca A y boca C, donde se miden los gases en el sitio.
Todavía no se puede ingresar al lugar para recuperar y cambiar los aparatos. Por lo cual se deben utilizar drones y satélites para remplazar. Estos daños son un "sacrificio" ya conocido, pues estaba contemplado en el plan de acción.
Leonardo Van der Laat, también vulcanólogo, detalló que el Ovsicori ha estado midiendo las vibraciones en el terreno del volcán. Desde junio hasta octubre de 2024, la actividad se mantuvo tranquila, pero a partir de noviembre comenzaron a registrarse deformaciones en la zona.
Fue en febrero de 2025 cuando se registró un incremento en la actividad eruptiva, la cual ha ido escalando en diferentes etapas.
La etapa actual inició el 23 de marzo y se ha mantenido con columnas de material de hasta 400 o 500 metros de altura.
Otro de los vulcanólogos, Maarten de Moor, confirmó que el volcán ha expulsado ceniza muy fina, la cual contiene altos niveles de ácidos absorbidos y puede generar afectaciones en la salud de las personas y en el medio ambiente. Sin embargo, "todavía son cantidades pequeñas".
Cyrill Muller, también vulcanólogo, explicó que el Poás se ha mantenido en un proceso constante de "inflarse y desinflarse" desde finales de diciembre de 2024.
Muller comentó que se ha medido la acumulación de material cerca del cráter, donde han observado alrededor de 12 metros, el equivalente a un edificio de 3 pisos. Se trata de gases, piedras, lodos y ceniza.
Por su parte, Esteban Chaves recalcó la importancia de financiar una red de sismología en el país. Además, pidió hacer caso omiso a mensajes alarmistas en redes sociales y mensajes de texto, en los que se habla de supuestos terremotos en el país.
Actualmente, solo se podrían esperar mayores emisiones de ceniza y gases.