Otros grupos criminales intentarán tomar lugar del Cártel del Caribe Sur: OIJ se anticipa y ya investiga prospectos
Tras el megaoperativo y la investigación del caso Traición, que permitió desarticular en gran parte al Cártel del Caribe Sur, la policía judicial anticipa que otros grupos criminales intentarán ocupar el lugar de esa organización, que concentraba la mayoría de la importación de droga desde Sudamérica.
Según Michael Soto, director a. i. del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), es una situación recurrente que, al sacar de circulación una agrupación delictiva, surjan otras que busquen alianzas o se enfrenten entre sí para hacerse con el control del negocio.
"Habitualmente cuando se desarticulan grupos o estructuras criminales, hay un proceso de incertidumbre. Aquí prácticamente estamos desarticulando todo el grupo.
No es que va a quedar la zona totalmente despoblada en el sentido de la actividad criminal, sino que la experiencia nos dice que otros grupos, otras estructuras que están allí van a querer tomar el control de este territorio, eventualmente pugnando entre ellos o eventualmente una alianza", explicó Soto.
Mediante 67 allanamientos, la Sección Especializada contra la Delincuencia Organizada del OIJ, junto con otras autoridades, logró la detención de al menos 29 personas vinculadas a la operación narco dirigida por Luis Manuel Picado Grijalba, alias Shock, y su hermano Jordie Kevin Picado, alias Noni.
La investigación data de 2022 y, desde hace varios meses, la policía trabajaba en preparar el golpe a esta banda, considerada el primer cártel trasnacional de droga asentado en Costa Rica.
Paralelamente, las autoridades han venido identificando a quienes podrían intentar ascender en el mundo criminal.
"Ya nosotros estábamos preparados para hacer una lectura de quiénes podrían tener el perfil para tomar las rutas, la ruta Pacífica, la ruta Caribe y pues ya empezamos a generar otros casos y otras investigaciones.
Si tenemos que detener a otra cantidad importante de persona y realizar alguna investigación compleja, sin duda alguna lo haremos y ya empezaremos a trabajar en ese tema", añadió el jefe policial.
Desde 2019, el Cártel del Caribe Sur se habría dedicado al tráfico internacional de drogas, la legitimación de capitales y el tráfico de armas, entre otros delitos.
Para ello, importaban cocaína y marihuana desde distintos países sudamericanos, con el fin de comercializar parte de las sustancias ilícitas en el territorio nacional y exportar el resto hacia el norte del continente.
Según las autoridades estadounidenses, Shock habría enviado cocaína durante al menos doce años, por lo que enfrenta cargos por tráfico internacional de drogas y asociación ilícita.
La organización es considerada el principal proveedor de estupefacientes a las bandas criminales del país y, además, uno de los principales exportadores. Por esa razón, tanto Noni como Shock son requeridos por EE. UU. para ser extraditados y actualmente se encuentran detenidos.
El primero permanece recluido en una prisión costarricense a la espera de resolución, mientras que su hermano mayor, Shock, se mantiene en Londres, Inglaterra, donde está en trámite el proceso de extradición hacia Estados Unidos.
Cayó el 29 de diciembre de 2024, cuando viajaba desde París, Francia, para pasar Año Nuevo junto a su pareja, Estefanía McDonald Rodríguez, quien actualmente es prófuga de la justicia.
Noni, por su parte, enfrenta una acusación similar al ser considerado uno de los principales aliados de su hermano. Fue capturado en agosto para someterse a otro proceso de extradición, convirtiéndose así en el quinto costarricense detenido con ese fin.
La Dirección del OIJ confirmó que, tras la detención del hermano mayor en Europa, Noni asumió el mando del grupo criminal. El megaoperativo permitió el decomiso de ₡210 millones, $38.000, €365 y 57.000 pesos colombianos en efectivo.
Además, se confiscaron 21 vehículos de alta gama, una motocicleta, dos camiones, seis embarcaciones, 17 motores fuera de borda y 62 cabezas de ganado, en su mayoría reses, pero también dos ponis.
A la lista se suman 173 piezas de joyería de alto valor, 32 teléfonos celulares, tres computadoras, una memoria USB, dos grabadoras y rastreadores GPS.
En total, se localizaron 18 armas de fuego, entre ellas 10 cortas y cuatro de largo alcance, además de cinco paquetes de marihuana, uno de crack y uno de cocaína.