Omar Cascante recuerda el reto más extremo de su vida: ser enterrado vivo
El periodista y expresentador Omar Cascante recordó uno de los retos más extremos de su vida: haber sido enterrado vivo en un cementerio.
A través de un reel en su cuenta de Instagram, Cascante relató que, cuando trabajaba en Informe 11, programa de Canal 7, se atrevían a realizar todo tipo de desafíos, pues tanto la producción como los presentadores eran muy aventureros. En una noche en el cementerio, tuvo que enfrentarse a un reto que los televidentes le habían propuesto: ser enterrado vivo.
En Informe 11, allá por 2009, nos animábamos a todo. Éramos muy aventureros, y ahora, al mirar hacia atrás, digo 'wow, cómo llegamos a hacer estas cosas'. Este fue uno de los episodios más extremos de mi vida. Esa noche en el cementerio, incluso contamos con cuerpos de emergencia. Había dos retos que los televidentes podían elegir para mí: uno, hacer cien copos, y el otro, enterrarme vivo. ¿Adivine usted cuál escogieron?, contó Cascante.
El periodista explicó que, al llegar al cementerio alrededor de las 7:00 p.m., hacía un frío "terrible" y se encontraba junto a sus compañeros camarógrafos. Durante el reel, compartió extractos del momento en que estaba dentro del ataúd mientras sus compañeros lo enterraban, señalando que contaba con un radio para comunicarse con el exterior.
"Comencé a sentir la tierra caer sobre mí", mencionó Cascante, mostrando imágenes de sus compañeros echando tierra sobre el ataúd. En ese instante, llamó a su mamá para comprobar si tenía señal. Además, contaba con una cámara dentro del ataúd que registraba cada momento.
Cascante reflexionó sobre el reto y lo relacionó con la vida: "Esto era solo una anécdota, pero pensándolo bien aplica para la vida, porque en muchas ocasiones uno puede sentirse enterrado o que le han echado tierra. Se lo digo por experiencia: de repente siente que se asfixia, que sus sueños están enterrados, o que le dijeron 'échele tierra a ese negocio', 'échele tierra a ese proyecto'. Pero ojo, porque quizás esto es lo que yo aplicaría de este recuerdo".
Muchas veces, la tierra que colocan para enterrarnos puede servirnos para levantarnos más fuertes. A veces, Dios permite que vivamos entierros simbólicos para que aprendamos a valorar más las bendiciones que vienen en camino. Así que, aunque otros le echen tierra o usted mismo se haya echado tierra sobre sí, quiero decirle algo: la vida, aunque le entierren, siempre le dará una segunda oportunidad, concluyó Cascante.
