Oficiales: Traslado de centro de comunicación de Guardacostas afecta lucha antinarco
Grupo a cargo de contactos con embarcaciones y aeronaves de patrullaje fue movilizado, abriendo riesgo a fuga de información
El traslado del centro de comunicaciones del Servicio Nacional de Guardacostas (SNG): un cerrado grupo especializado en manejar información sensible sobre patrullajes en mar y el rastreo de lanchas rápidas que movilizan droga por aguas costarricenses, no solo afecta la lucha antinarcóticos del país, sino también las condiciones laborales de los oficiales.
Tal como reveló crhoy.com el pasado jueves 17 de octubre, luego de recopilar cinco testimonios de personas cercanas a las distintas labores de Guardacostas, se pudo corroborar que el viceministro de Unidades Especiales de Seguridad Pública, Manuel Jiménez Steller, ordenó la movilización.
El traslado de sede ocurrió por orden verbal del viceministro, a quien se le achacan otras decisiones que podrían debilitar la lucha contra el crimen organizado que realiza el país, tales como alejar de Bahía Drake el comando élite de Guardacostas y alejar del Caribe Sur a otro grupo operativo de las fuerzas navales costarricenses.
De unas instalaciones en Zapote, donde se coordinan delicados detalles de trayectos marítimos e información de inteligencia sobre las embarcaciones de las organizaciones criminales, el grupo de operadores fue movilizado hacia Base 2 en el Aeropuerto Juan Santamaría en Alajuela.
De acuerdo con los testimonios, los cuartos hacia donde llevaron están en conjunto con el Servicio de Vigilancia Aérea, en mal estado: con instalaciones sin cielo raso, con una plaga de polilla y condiciones insalubres, poco aptas para largas estancias.
A esto se suma que el taller de Vigilancia Aérea está en el segundo piso, por lo que algunas veces se ponen a probar los motores de avión y los oficiales no pueden ni descansar allí. Además, relataron que las instalaciones eléctricas están muy deterioradas y generan un riesgo importante.
"Toda la madera está podrida y comida de comején. A mucha gente de la (Vigilancia) Aérea le dijeron que no se podían quedar ahí cuando, la ley dice que si son más de tres horas de viaje al día -una hora y media en la mañana y una hora y media en la tarde- ellos sí tienen la posibilidad quedarse ahí.
Pues a ellos lo sacaron, con la novedad que los oficiales de Guardacostas iban para Base 2", narró uno de los testigos.
A esto se suma que los mismos policías especializados, el grupo operador de comunicaciones que estaba instalado en la localidad de Zapote, tenía bajo sus funciones custodiar las armas que se resguardaban allí y al expulsarlos a ellos del edificio, se ordenó sacar entre 6 y 8 oficiales de Guardacostas de sus funciones en las estaciones del mar, para enviarlos a cuidar el arsenal.
Viceministro limitó comando de comunicaciones
De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, el grupo de comunicaciones fue metido en instalaciones en malas condiciones, sin un traslado oficial, sin ningún oficio o correo electrónico que lo documentara, sino que simplemente, a partir de un día determinado, los pasaron hacia Alajuela sin movilizar el equipo tecnológico completo.
Uno de los problemas con esta decisión, es que limitaron la capacidad de comunicación del centro de operaciones para contactarse con embarcaciones de Guardacostas mar adentro. Antes la señal llegaba hasta unas 100 millas náuticas mar adentro, pero el alcance se redujo a unas 60 millas, casi la mitad.
Como el traslado fue casi de un momento a otro, todavía no se han readecuado ni incorporado todos los equipos tecnológicos necesarios para las labores que se realizan. Este delicado centro de intercambio de información de inteligencia está doblegado desde hace semanas.
Normalmente, se contaban con dos sistemas de intercambio: uno mediante radiobases, que funciona con antenas que se colocan en algunas estructuras y tienen una capacidad más potente de hasta 100 millas náuticas, y el otro troncalizado, de menor alcance mar adentro.
Desde el desplazamiento ordenado por Jiménez Steller, no cuentan con las radiobases que les permiten hacer llegar los mensajes más lejos, sino únicamente con el sistema troncal. Adicionalmente, no se han incorporado todas las pantallas y parte del equipo quedó en Zapote, quedando debilitado.
Otro de los problemas con el desplazamiento, es la cadena de resguardo de la información: antes del retiro del coronel Martín Arias, exdirector de Guardacostas, él recibía las alertas de los operadores de comunicación y él coordinaba de manera directa junto al director de Operaciones, para ordenar el despliegue de embarcaciones.
Antes el margen de fuga de datos sensibles era muy reducido. No obstante, dado que ahora el centro de comunicaciones de Guardacostas debe estar en Base 2 del aeropuerto, comparten recinto con otros oficiales de cuerpos como el Servicio de Vigilancia y la Policía de Fronteras, que entenderán sin problema las claves policiales y por ende, hay más exposición de la información delicada.
El pasado martes 10 de setiembre, durante una actividad pública, crhoy.com abordó al ministro de Seguridad, Mario Zamora, tras recibir el primer reporte sobre este movimiento. Durante las últimas semanas se han recolectado más testimonios que reafirman lo ocurrido.
Ese día, el jerarca no negó que el traslado hubiera ocurrido. Por el contrario, lo justificó e intentó evadir la pregunta asegurando que es información delicada para la policía.
"Por inteligencia policial esto no lo digo. Ningún cuerpo policial solo. Usted no puede hacer ninguna interceptación solo trabajando dentro de un cuerpo. Se trabaja de manera conjunta. Los detalles de cómo se hace esa conjunción, sí son propios del quehacer policial especializado", señaló.