OCDE pinta preocupante escenario para las pensiones de ticos
Costa Rica deberá financiar la diferencia entre el gasto y los ingresos por pensiones con reservas a partir del 2030, considera la OCDE
(CRHoy.com).- Riesgo. Esa es la palabra que resume el escenario a mediano y largo plazo de las pensiones de los costarricenses que desarrolla la OCDE en su último Estudio Económico sobre Costa Rica 2020.
La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) alertó de que tan pronto como en el 2030 el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) tendrá que empezar a echar mano de sus reservas para financiar el déficit que provocarán, entre otros factores, la reducción en las cotizaciones por el aumento en la edad de la población y por el incremento en la informalidad en el empleo, que ya hoy alcanza a más de un 47% de los trabajadores y tiene tendencia creciente.
Pero esos no son los únicos riesgos para las pensiones que alerta la OCDE. En el abanico de posibilidades que pueden desencadenar una catástrofe para el sistema de pensiones, que agrupa a la mayoría de la población, también aparece la deuda del Gobierno General y del Gobierno Central, donde se concentran las inversiones en activos del sistema.
"El 95% de los activos del pilar de beneficios de contribución definida se invierten en deuda del Gobierno General y el 87% den deuda del Gobierno Central.
"El tercer pilar tiene una cartera más diversificada, pero la deuda del Gobierno General representa un 74% de sus activos", diagnosticó el Estudio.
Estas características de las inversiones del sistema de pensiones, con una alta inversión en deuda del Gobierno, haría que una rebaja en la calificación de la deuda soberana costarricense, tal y como ha ocurrido en los últimos meses, tuviera un "impacto severo" en la sostenibilidad del sistema, alertó la OCDE.
"Como el propio Gobierno garantiza los servicios de la CCSS, los riesgos de un círculo vicioso son significativos. Una estrategia de financiación más diversificada, disminuyendo la inversión en valores del Estado es clave para reducir los riesgos", analizó el informe.
Posibles soluciones
¿Qué hacer en ese panorama retador para las pensiones de los costarricenses? Para garantizar la sostenibilidad a mediano y largo plazo, la OCDE plantea una ruta compuesta de los siguientes puntos:
- Evitar aumentos en las contribuciones pues las contribuciones del sector patronal ya son las más altas entre los países OCDE, además de que podrían desencadenar una mayor informalidad en el empleo.
- Usar todos los cargos para financiar la seguridad social para nutrir los sistemas de pensiones y salud. Hoy en día muchos de esos pagos se usan para financiar programas contra la pobreza que, según la Organización, deberían pasar a financiarse con el presupuesto general.
- Usar el salario promedio de por vida para calcular las pensiones, en lugar de usar como parámetro los últimos 20 años de salarios. Esto fortalecería el vínculo entre las contribuciones y las pensiones para mejorar la sostenibilidad del sistema.
- Desligar el cálculo de las bases de beneficios de pensión del salario mínimo evitaría aumentos significativos en los costos de pensión.
- Vincular la edad legal de jubilación a los aumentos en la esperanza de vida o reducir las posibilidades de optar por la jubilación anticipada.
"El análisis de sostenibilidad de la deuda que muestra el impacto de diferentes reformas sugiere que, incluso con reformas significativas, el envejecimiento aumentará la deuda pública a largo plazo. Esto puede considerarse como estimaciones de límite inferior, ya que el envejecimiento también implicará costos adicionales de atención médica y cuidados a largo plazo", estimó la OCDE.
Números que desvelan
Cada vez con mayor edad, la población costarricense implicará una mayor presión para los sistemas de pensiones que, a la vez, se quedan sin fuentes de financiamiento ante el final de la vida productiva de una porción cada vez más importante de la ciudadanía.
Para el 2050, el gasto del Gobierno Central en pensiones será el equivalente a un 9% del producto interno bruto (PIB).
Además, el sistema contributivo que se utiliza en regímenes como el de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no genera suficientes recursos para ser sostenible.
Pero no hay que esperar tanto tiempo para que el estrés marque el desempeño de los regímenes de pensiones. Como se apuntó, según el último Estudio Económico de Costa Rica 2020 que presentó la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) este miércoles 15 de julio, el envejecimiento de la población provocará una presión importante en el mediano plazo para el régimen de pensiones.
La Organización se basó en estudios que se han realizado en el país para afirmar en el documento que, tan pronto como en el 2030, el sistema deberá financiarse echando mano de sus reservas, debido a la caída en las cotizaciones de la población laboralmente activa. Para el 2037, estima la OCDE, ese fondo de reserva se habrá agotado y las pensiones se deberán pagar con el presupuesto del Gobierno Central, ya de por sí deficitario.
El presupuesto del Gobierno Central para este 2020 reveló síntomas malos en la salud de los regímenes de pensiones. Según el Informe Técnico del presupuesto que preparó la Contraloría General de la República (CGR), este año la recaudación para financiar las pensiones con cargo al presupuesto será de apenas ¢77.870 millones.
La cifra total para el pago de pensiones asciende este año a ¢1,1 billones. De ese total, el Gobierno tendrá que ingeniárselas para financiar con endeudamiento o con otras fuentes ¢838.987 millones, más de un 2,2% del PIB.
Hay otro factor aparte del envejecimiento de la población que amenaza la sostenibilidad del principal régimen de pensiones del país.
Se trata del aumento en el trabajo informal, que hoy incluye a un 47% de los trabajadores. Ese factor también debilita los ingresos del sistema jubilatorio, diagnosticó el grupo de países con las mejores políticas públicas, al que Costa Rica ingresará como socio pleno en algún momento del 2020.
La Organización estima que al país no le basta con los esfuerzos para mejorar la eficiencia de los servicios de salud pública, sino que es imperativo que tome decisiones a nivel de políticas para mejorar la sostenibilidad de sus pensiones.
En Costa Rica, según el informe, la proporción pensión-salario es de un 85%, porcentaje mucho mayor al promedio del resto de países de la OCDE que es alrededor de un 59%.
El informe económico sobre el país, el primero que se publica después de que Costa Rica fuera invitada formalmente en mayo pasado a ser socia de la OCDE, destaca que el sistema de pensiones sobresale en la región por su alta cobertura, convirtiéndolo en un pilar clave para la inclusión.
"El sistema de pensiones de Costa Rica comprende cuatro pilares: 1) un régimen contributivo de beneficios definidos; 2) un régimen no contributivo que paga una pensión mínima (por debajo del umbral de pobreza), que se financia con cargo al presupuesto del Gobierno; 3) un régimen contributivo obligatorio de contribución definida; y 4) un régimen voluntario de contribución definida. Además, existen regímenes especiales para algunos empleados públicos, como los del Poder Judicial", definió la OCDE en su Estudio Económico.
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