Nuevo plan para el eterno proyecto de ferry a El Salvador: se operaría desde Golfito
Medida sería momentánea, mientras se consiguen recursos para acondicionar Caldera
(CRHoy.com) Nació como un proyecto que se iba a poner a funcionar en un plazo de tres meses, pero cinco años después el plan para establecer un servicio de ferry entre El Salvador y Costa Rica, sigue atorado en un banco de arena.
El último intento por desatorarlo se produjo a inicios de año cuando ambos gobiernos anunciaron por fin un acuerdo para establecer el servicio.
El Salvador cumplió su parte: las autoridades de ese país invirtieron cerca de $200 mil para acondicionar los predios donde llegaría el ferry, pero Costa Rica, una vez más se quedó atrás; con la pandemia, las posibilidades de obtener el dinero para establecer el predio en el Puerto de Caldera se han debilitado y cuatro meses después, El Salvador sigue a la espera de que el país haga algo.
En momentos en que la situación por el COVID-19 ha venido a meter presión a las fronteras nacionales, ocasionando importantes atrasos en el trasiego de mercancías y una fuerte presión política de los países vecinos, Costa Rica pretende ahora apostar por llevarse el servicio del ferry de puerto Caldera a Golfito, al menos para ponerlo a operar momentáneamente.
Así lo confirmó este miércoles a CRHoy el Instituto Costarricense de Puertos (Incop).
"El Gobierno de Costa Rica a través de un trabajo articulado con el gobierno de esta nación hermana, ha explorado nuevas alternativas para poner en funcionamiento este servicio lo antes posible, en respuesta a los últimos acontecimientos que se han presentado en las fronteras terrestres con las exportaciones e importaciones del país a causa de la pandemia del COVID-19 (…) ante esta situación, se tuvo que realizar cambios al proyecto original, al menos de manera provisional, para poner en marcha este servicio cuanto antes. En esta nueva propuesta se establece que, mientras se acondiciona toda la operativa del puerto de Caldera, el ferry operaría entre el Puerto de La Unión en El Salvador y el Muelle de Golfito, éste último operado directamente por el Incop, el cual cuenta con el predio adecuado para poner en operación este servicio de forma inmediata", indicó la entidad a través de su oficina de Comunicación.
Esto no significa que Costa Rica renunciará a Caldera para establecer el servicio, sino que se aprovecharán las instalaciones ya establecidas en Golfito para hacerlo, mientras se logran obtener los recursos para ampliar las instalaciones en el Pacífico Central nacional.
El país estaba en la búsqueda de $350 mil de fondos no reembolsables con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para financiar esas ampliaciones. Estas negociaciones persistirán.
Según Incop el puerto de Caldera se encuentra colapsado desde el 2017. Sumado a eso, su diseño original que data de los años 70 no cuenta con las condiciones necesarias para brindar el servicio del ferry.
La entidad confirmó que en los próximos días se estarían recibiendo los perfiles de potenciales operadores interesados en prestar el servicio.
"Una vez que se cuente con dicha información, se realizarán las revisiones correspondientes para conocer la disponibilidad con la que cuentan estas empresas para operar estos barcos de manera expedita, no obstante; se estima que este servicio se ponga en marcha en un plazo aproximado de 4 a 5 semanas", agregó la entidad.
La operación momentánea en Golfito sería por alrededor de nueve meses. Ese es el plazo que se han impuesto las autoridades para regresar el servicio a Caldera.
De momento no se realizará ninguna inversión en esa terminal pero se quedará a la espera de concretar los recursos con el BCIE para retomar el plan original.
Consultado al respecto, el BCIE confirmó que ya recibió la solicitud formal de apoyo por parte del Gobierno de Costa Rica.
"Las conversaciones continúan desarrollándose a pesar de la emergencia provocada por el COVID-19, ya que para el Banco este es un proyecto de gran importancia que permitirá el estímulo del comercio regional y la integración entre los países centroamericanos", indicó la entidad.
Se realizó la consulta también al Ministerio de Hacienda para saber si de parte de Costa Rica se pondría alguna pausa el tema producto de la pandemia, pero al momento de esta publicación no habían respondido.
Larga historia
El establecimiento de un servicio de ferry entre ambos países nació como una idea que buscaba precisamente tener una alternativa para el trasiego de mercancías debido a los constantes problemas políticos que enfrenta la región, en especial en Nicaragua.
Si el servicio hubiese estado en operación, el sector importador y exportador se habría visto menos perjudicado por la crisis política nicaragüense que causó problemas en el trasiego de mercancías, y más recientemente con los problemas fronterizos generados a raíz del COVID-19.
Según la Cámara de Exportadores (Cadexco), Costa Rica envía por las fronteras más de 2 mil productos en los cuales participan más de mil empresas productoras.
En el resto de Centroamérica, organizaciones como la Federación de Cámaras y Asociaciones Industriales de Centroamérica, calcularon que las medidas sanitarias adoptadas por Costa Rica a los transportistas, ha ocasionado pérdidas por unos $30 millones.
Hasta este miércoles el Ministerio de Salud ha devuelto a 46 transportistas diagnosticados con COVID-19 y cuatro más que debieron enviarlos a un centro de aislamiento en el país porque Nicaragua no aceptó su regreso.